David Colmenares Páramo/Migración y pobreza = cambio climático
El México que se les fue
Las reflexiones de mucha gente cuidadosa y de experiencia, sobre todo lo que se derrumba después de noventa años de una dictadura perfecta en los gobiernos priistas junto con sus aliados, está calando hondo desde el primer día del mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador y la Cuarta Transformación, que refleja un avance significativo para cambiar las viejas estructuras del pasado régimen corrupto y depredador.
Ahora, todo se ve como si fueran los mayores tiempos difíciles de la historia de este país, protestas, angustias en la gente y criticas despiadadas de una generalidad mediática, molesta, pero poco creíble a los ojos de quienes conocieron los efectos nocivos del duopolio televisivo y de los medios impresos y radiofónicos en una situación cómoda y a todo placer.
Los privilegios y los excesos de vivir en la abundancia a los que le lloran al pasado, son los que andan moviéndole el tapete al presidente AMLO, al que todos los días se le combate con toda clase de misiles candentes de pólvora, de odio y de rencor por el dolor de la derrota del 1 de julio de 2018.
Los que le mueven a la manivela del cilindro, quieren aparentar que fueron los héroes del ayer y que pretenden regresar al pasado para acceder al poder, con el manual de mal gobierno para retornar a lo mismo porque no pudieron acabar con los muchos beneficios de un país rico en recursos, que pretendieron dejar el usufructo a extranjeros, amigos y familiares, pero no pudieron, porque como la canción con el ascenso al poder de AMLO y de Morena, todo se derrumbó.
Los mares de protestas desde los padres de familia de los niños con cáncer, las mujeres por los medicamentos del cáncer de mama y las mujeres con la lucha de género, algunos expertos creen que van a destiempo. Ya que antes nunca lo hicieron.
Los esfuerzos para recomponer el sector salud de una administración pública que fue abatida por los abusos del poder, corrupción e impunidad, llegaron al final de la ruta después de noventa años de saqueos, en donde los que antes disfrutaron del poder político y económico, todos son millonarios y multimillonarios, a los que además creen que hay que ofrecerles sumisión.
Con la Cuarta Transformación, en una primera instancia se está limpiando la casa, por eso es que desde la gente pudiente que vivieron en la ostentación y la depredación de los fondos públicos que llevaron sus beneficios a paraísos fiscales, están resintiendo las consecuencias de una tarea minuciosa del nuevo régimen para darle orden y pulcritud al manejo de las finanzas públicas.
Aún falta mucho por enderezar y sobre todo viniendo de las viejas estructuras del personal directivo y operativo de los hospitales públicos, andan llevando agua a su molino y todavía muchos sin soltarse de la rienda, provocando lo que a ojos de la gente ven de las protestas, pero que son provocadas para desprestigiar al gobierno.
Las acciones urgentes de revertir a los que desde los puestos de dirección y operación son de las parcelas anteriores, son los responsables de andar haciendo ruido y provocando problemas al gobierno del presidente AMLO.
El anhelo de retornar al poder y la sed de corrupción a la que tanto se acostumbraron, es parte del día a día en este país convertido en una cubeta de cangrejos, porque no dejan subir a nadie.
¿Qué viene? en el debate diario de mucha gente que, valida al gobierno de AMLO, no así a algunos funcionarios que no cumplen a cabalidad con el compromiso de trabajar a un máximo esfuerzo y por eso algunas de las fallas que están emergiendo desde los centros hospitalarios y laborales, de quienes quieren operar a control remoto y eso se acabó.
El éxito de los modelos de las nuevas estructuras nacionales se ve con el trabajo en muchas áreas, en donde se pone de ejemplo que al país no se han registrado casos de coronavirus, porque hay un cordón de estricta vigilancia principal en aeropuertos y terminales de autobuses, además de los puntos fronterizos con los preparativos necesarios para en caso de que llegue al territorio nacional.
Los que se esmeran en descarrilar a AMLO, a Morena y a la Cuarta Transformación, les va a costar más tiempo para sus bajos fines de desprestigiar y lograr algo que se ve por el momento difícil, ya que olvidan que atrás del presidente López Obrador, hay más de 30 millones de mexicanos que le respaldan y le dan una calificación de aceptación elevada.
Ahora, aunque el camino que se va a ir recorriendo tiene aún más escollos que están siendo operados desde el INE de Lorenzo Córdova, y de algunas esferas del poder mediático y jurisdiccional, es cierto que la tarea de seguir adelante en el modelo de anti-corrupción no va a ser fácil, pero como dice aquella frase popular: imposible tampoco.
Al parecer se van a dar reacomodos en algunas instancias gubernamentales para darle mayor dinamismo al gobierno federal, y a los propios gobiernos estatales de Morena que se subieron al tsunami de AMLO, y en algunos casos no dan el ancho. Así las cosas.