Raúl López Gómez/Cosmovisión
Como parte de su propuesta de campaña y como eje de su Programa Nacional de Desarrollo, el presidente López Obrador anunció desde 2018 el fin del ciclo neoliberal 1982-2018 y fijó su propuesta económica como detonador la tasa promedio de crecimiento de 6% anual, similar a la del ciclo populista 1934-1981 y el triple del 2% promedio anual del neoliberalismo. Al final, en su sexenio, por culpa del COVID, el promedio será de 0.3%.
La semana pasada, la Secretaría de Hacienda enfrió las calenturas electorales: gane quien gane las elecciones presidenciales, el crecimiento económico en el sexenio 2024-2030 será de 2.5% promedio anual. De ganar Morena, el PIB promedio anual de los dos sexenios morenistas seria de 1.4%., muy lejos del 6%. La razón: en los sexenios 2018.2024 y 2024-2030 prevalecerá el modelo económico neoliberal.
Leído en clave electoral de este año, el documento de la SHCP adelanta que la candidata morenista Claudia Sheinbaum Pardo y la candidata opositora Xóchitl Gálvez Ruiz heredarán una economía condicionada en su crecimiento bajo por los compromisos de estabilidad macroeconómica neoliberal con el FMI que se mantuvieron en el sexenio del presidente López Obrador y que tendrán que continuar en el sexenio 2024-2030.
Las cifras, contundentes por sí mismas, tienen un contexto de política económica de gobierno: el reconocimiento de que todo lo hecho en el sexenio lopezobradorista no pudo –o no quiso– modificar la estructura productiva del modelo de desarrollo neoliberal y la economía mantendrá un crecimiento máximo anual de 2.5%, en el entendido de que los pasivos sociales, productivos y laborales requieren, en efecto, de un crecimiento económico de 6% promedio anual para atender las demandas de bienestar de la población económicamente activa rezagada y del crecimiento de ese sector de aproximadamente un millón de personas cada año.
Ante las necesidades de crecimiento económico consistente para combatir rezagos, desigualdades y necesidades, el gobierno lopezobradorista se quedó estancado en el saldo socioeconómico igualito al del período neoliberal y Hacienda adelantó que no existe en la expectativa nacional ninguna posibilidad de que México salga del estancamiento de abajo crecimiento económico en el sexenio 2024-2030.
Lo que no explica la Secretaría de Hacienda en sus Precriterios es un hecho inocultable: la baja tasa de PIB de 2.5% promedio anual es consistente con el marco de política económica neoliberal fondomonetarista que sigue prevaleciendo en México, a pesar de todas las acusaciones y maldiciones que a diario se emiten en la conferencia mañanera. Y el dato de corto plazo no puede ser más malicioso: Hacienda no prevé que el próximo gobierno 2024-2030 –presuntamente de la continuidad morenista de Claudia Sheinbaum Pardo– pueda cambiar el rumbo neoliberal que a pesar de dimes y diretes se ha seguido manteniendo en el sexenio de López Obrador.
En clave electoral, el documento de Precriterios de Hacienda representó un balde de agua fría al discurso continuista de la candidata oficial Sheinbaum y el anuncio formal de que la tasa promedio del PIB de 2% que se dijo que se cambiaría a 6% a partir de 2019 no se logrará en el próximo gobierno y que el realismo económico neoliberal seguirá prevaleciendo en la política económica del segundo sexenio de Morena.
La candidata oficial tiene en los Precriterios el marco de su política económica de continuidad neoliberal y Hacienda deja claro que no habrá cambio en la política económica neoliberal ni una nueva estrategia de desarrollo socioeconómico con estabilidad macroeconómica no neoliberal.
Lo malo para el país es que la candidata opositora Xóchitl Gálvez Ruiz tiene aún menos idea que la candidata morenista en materia de política económica, porque los principales asesores de la coalición PRIANREDE han sido funcionarios e ideólogos de largo ciclo neoliberal también dominado por el FMI: Francisco Suárez Dávila, Idelfonso Guajardo y sobre todo el José Ángel Gurría Treviño que en el 2000 quiso ser el candidato zedillista de la continuidad neoliberal, pero el PRI populista –hoy extinguido– se lo impidió. Es decir, que el escenario macroeconómico 2025-2029 y hasta 2030 que entregó la Secretaría de Hacienda de Rogelio Ramírez de la O –un economista de corte neoliberal– será de neoliberalismo con alto costo social y de mayor desigualdad, sea quien sea la próxima presidenta.
Por lo tanto, los Precriterios de Hacienda enfriaron el ánimo electoral porque en materia de depresión económica seguirá el neoliberalismo con quien gane la presidencia.
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Política para dummies: la política ya no sirve ni para engañar.
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@carlosramirezh