Última opinión

Con el paso del tiempo, la sociedad en la que vivimos sufre cambios, a los cuales ésta responde de muy diversas maneras. En el caso de los cambios a la legislatura de nuestro país, éstos han sido señalados, cuestionados y abucheados. Particularmente en el ámbito educativo, el sector social que se ve directamente afectado por las reformas ha reaccionado de forma violenta y, resultado de ello, en Oaxaca se vive un ambiente de tensión.

En nuestra carta magna en el artículo séptimo se nos hace referencia a la libertad de expresión. Los maestros están haciendo valido este derecho; sin embargo, sería bueno pensar si lo están haciendo de la manera correcta y, sobre todo, sin afectar los derechos de terceras personas, pues recordemos que nuestros derechos terminan donde inician los derechos de los demás.

Una de las preguntas fundamentales es: ¿los maestros están violando derechos de terceras personas? En mi opinión considero que la forma a través de la cual se expresa la inconformidad con respecto de la reforma educativa sobrepasa el derecho de la libre expresión, pues se recurre a la violencia. Algunas agencias de información a nivel nacional mostraron fotografías en las cuales se exhibía a civiles cometiendo actos vandálicos, saqueando tiendas departamentales, incendiando autobuses y volteando automóviles, mismos que sirvieron para impedir el tránsito por las avenidas. De la misma manera se pudo fotografiar a personas con galones de gasolina y botellas de vidrio, los cuales utilizaban para realizar bombas molotov; todo como consecuencia de las acciones tomadas en Oaxaca.

Los manifestantes tomaron una actitud vandálica, en algunos casos desarmaron a los policías federales y los golpearon brutalmente; aventaron cuanta cosa se les puso enfrente. ¿Todo esto por defender sus derechos?

Del otro lado del charco tenemos a la fuerza policial, la cual hasta cierto punto realizó su trabajo. Digo hasta cierto punto porque siempre debe existir una proporcionalidad en cuanto a fuerza que se aplica; en este caso, los manifestantes no contaban con armamento y fueron golpeados también salvajemente.

¿Acaso fue la respuesta a la agresión salvaje de los manifestantes? No lo sabemos y desafortunadamente no lo sabremos debido a que no estamos viviendo la experiencia en carne propia.

¿En realidad la policía no estaba armada? En distintos comunicados de la policía federal se afirmó y reafirmó que las fuerzas policiales no contaban con armas de fuego, pero desafortunadamente hay fotografías en las que se muestra a oficiales con armas largas. Posiblemente hayan sido balas de goma o posiblemente no.

Por desgracia, los policías hacen su trabajo y su trabajo es recibir órdenes, y si no hacen lo que se les ordena pueden perder su fuente de ingreso, lo que sólo provocaría más desempleo. ¿Usted qué haría?

Es triste dicha situación, pues se han perdido vidas humanas; personas que no pertenecen a estos grupos en disputa han sido desprendidos de su vida, entre estos un menor de edad.

Lo cierto es que estamos viviendo una situación escalofriante en nuestro país. La violencia se está volviendo extrema. No estamos seguros.

En mi opinión particular, ambos mandos actuaron de manera atroz, se han estado violentando derechos humanos por parte de los sectores que intervienen en esta trágica historia. No existe un grupo justo y uno injusto. Unos pelean por sus derechos y otros realizan su trabajo.

Al final del día usted es quien tiene la última opinión.

*Este texto es responsabilidad absoluta del autor.