Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
“FAVORES” CRIMINALES DE ZALDÍVAR A LÓPEZ!
Hoy todos conocen el servilismo del ex ministro de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar.
Todos saben que desde su llegada a la presidencia del Máximo Tribunal –21 de enero de 2019–, Zaldívar no fue más que un lacayo de López Obrador.
Y muchos se enteraron de tal servilismo de voz del propio presidente, quien en la mañanera del 21 de febrero del 2024 dijo que Zaldívar no había sido más que un sirviente de Palacio, para “mangonear” a su antojo a la Corte.
Pero lo que pocos recuerdan –porque la memoria colectiva suele ser flaca–, es que Zaldívar recurrió a métodos criminales –que incluso le costaron la vida a un magistrado–, para satisfacer las venganzas de Obrador.
Sí, por increíble que parezca, estamos hablando de “favores” criminales del entonces presidente de la Corte a López, lanzados contra los propios integrantes del Poder Judicial, para desacreditar no sólo a ministros, sino a magistrados, cuya reputación fue destruida por órden presidencial.
Y si lo han olvidado, vale recordar que el caso más despiadado fue lanzado desde la presidencia de la Suprema Corte de Justicia –en manos de Zaldívar–, al ordenar sin ninguna prueba la suspensión del magistrado del Primer Circuito de la Ciudad de México, Jorge Arturo Camero Ocampó.
Resulta que en consonancia con una campaña lanzada por AMLO desde Palacio, dizque “para limpiar” al poder Judicial, Arturo Zaldivar convocó a una conferencia de prensa el 10 de octubre del 2019, para dar a conocer la suspensión de Camero Ocampo. ¿Y por qué la suspensión?
Porque según Zaldívar, el magistrado Camero “encabezaba” una importante red de corrupción.
Así lo dijo ese 10 de octubre de 2019: “Es la primera vez que tomamos medidas y las seguiremos tomando. En esta administración no ha habido, no hay y no habrá intocables; no se permitira la corrupción y no se permitirán prácticas indebidas, indignas para el pueblo de México.
“Estamos trabajando con mucha intensidad y no estamos en una cacería de brujas, porque quiero reiterar que la mayoría de juezas, jueces, magistradas y magistrados son honestos… y de llegar la denuncia a buen puerto, ustedes se darán cuenta que ahí se rompió una red de corrupción muy importante que había en el Primer Circuito”. (Fin de la cita)
¿Pero qué creen? Que, por pura casualidad, cuando fue suspendido, el magistrado Camero Ocampo estaba por resolver una serie de amparos para suspender las obras del capricho presidencial llamado Aeropuerto de Santa Lucía.
Además de que había otorgado amparos para dejar intocadas las obras del defenestrado NAIM, que el candidato Obrador prometió continuar y luego el presidente López canceló a un costo de escándalo, al tiempo que la familia presidencial se encargó de saquear los restos del NAIM.
Lo cierto es que, cuando Zaldivar suspendió a Camero Ocampo de su cargo como magistrado, lo hizo por instrucciones de Palacio, para impedir que otorgara los amparos contra el bodrio de Aeropuerto Santa Lucía.
Sin embargo, lo que pocos sabían es que el magistrado Camero padecía de cáncer de páncreas, enfermedad que se catalizó a causa de la persecusión política lanzada por Obrador a través de Saldivar, al extremo de que falleció meses después, el 22 de junio del 2020.
Sí, la persecusión criminal de Zaldivar resultó fatal. Por eso, en su momento, la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática exigió una investigación a fondo y culpó al presidente de la Corte de encabezar una cacería de brujas contra jueces y magistrados que otorgaron amparos para frenar las obras faraónicas de López Obrador.
Al final nadie investigó nada y nadie probó la supuesta corrupción del magistrado Camero Ocampo, cuya familia fue destruida por orden de Palacio.
Pero hay más. Casi de manera simultánea a la persecusión de Camero Ocampo, Arturo Zaldívar inició otra persecusión contra Eduardo Medina Mora, ministro de la Corte impulsado por el gobierno de Peña Nieto.
La fórmula para echarlo de la Corte fue similar a la utilizada contra Camero; toda al familia Medina Mora fue perseguida, todas las cuentas familiares congeladas y todos fueron obligados a salir del país.
Y es que el presidente de la Corte, Zaldivar, filtró a un columnista de El Universal un expediente de supuestas corruptelas del ministro acusado, quien reaccionó con un desmentido que se negó a publicar el diario, en medio de una campaña para desacreditar al también ex titular de la PGR y a toda su familia.
Al final de cuentas, Medina Mora presentó su renuncia como ministro de la Suprema Corte, el 3 de octubre de 2019, en medio de señamiento de que había sido un “golpe de Estado” fraguado por Obrador y Zadívar, contra el Máximo Tribunal, al que el presidente pretendía capturar.
Así lo dije en el Itinerario Político titulado: “Gope de Estado de AMLO contra la Corte”, del 8 de octubre de ese 2019: “Por sus características, la forzada renuncia del ministro de la Corte, Eduardo Medina Mora, debe entenderse como un “golpe de Estado”.
“Es decir, “un golpe” salido desde una institución del Estado –como el Poder Ejecutivo–, destinado a debilitar y/o suplantar a otra institución del propio Estado, como el Poder Judicial.
“Dicho de otro modo; resulta que desde el Poder Ejecutivo se ordenó investigar, desprestigiar y perseguir al ministro Medina Mora y a su familia, con el objetivo perverso de obligarlo a renunciar y, con ello, conseguir que el presidente Obrador se apodere de manera ilegal del Poder Judicial.
“Pero la gravedad del “golpe de Estado” es mayor si entendemos que se trata de una intromisión diseñada, planeada y ejecutada desde un Poder, como el Ejecutivo, para romper la vidas interna de otro, como el Poder Judicial.
“Por eso, no resulta exagerado decir que asistimos a la muerte de un pilar fundamental de la democracia mexicana; la división de poderes, que fue concebida y reformada precisamente para contener los afanes autoritarios y dictatoriales del poderoso presidencialismo mexicano.
“¿Y por qué se puede decir que la renuncia del ministro Medina Mora es mucho más que la grosera intromisión del Poder Ejecutivo en la vida interna del Poder Judicial? La respuesta resulta de párvulos. Porque son abundantes las evidencias de que el ministro Medina Mora fue víctima de una persecución planeada, operada y montada para empujar su prematura renuncia.
“Y si el instrumento para doblar a Medina Mora fue el descrédito y la persecución familiar –para justificar las acusaciones infundadas en su contra–, el objetivo es lograr que el presidente Obrador meta otro “Ministro Carnal” a la Corte, con lo que habrá conseguido los votos para hacer y deshacer en el Máximo Tribunal.
“Y por lo pronto, en una cadena de acciones inconstitucionales, el presidente López Obrador ya dio el primer paso para adueñarse de la Suprema Corte, con la venía del presidente de la misma, el Ministro Zaldívar y de no pocos de sus pares”.
“Por eso las preguntas: ¿Y dónde están las voces opositoras, los partidos y los políticos que se oponen al “golpe de Estado”? ¿O veremos el triunfo de la complicidad? Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)
Hoy el propio López Obrador confesó que Arturo Zaldívar no fue más que un sirviente de Palacio, para llevar acabo las peores atrocidades de peor presidente de la historia.
¿Y quien será capaz de sancionar y castigar al dictador López y a su lacayo Zaldívar?
Al tiempo.