Raúl López Gómez/Cosmovisión

No te rindas

La vida con los siglos y los ciclos con el ser humano, que no entiende muchas veces a los duros mensajes de la naturaleza, que entra en una renovación que nadie quiere entender, pero que en la realidad mucho se puede hacer en la unidad colectiva de conciencia, respeto y responsabilidad para alcanzar un mundo mejor para las actuales y futuras generaciones.

Este año, debe considerarse el mejor año desde la visión positiva y real, cuando se comenzó a entender, aunque sea parcialmente de la necesidad de que la humanidad debe actuar como un todo, un ciclo perfecto para lograr la supervivencia.

Los duros aprendizajes de a los momentos insospechados a que, por primera vez en la historia de la humanidad, se tuvo que hacer un alto en el camino, un detener el andar alocado diario de la hiperactiva colectividad en un mundo en movimiento.

Ante la aparición de la pandemia del Covid-19, como lo dijo sostenidamente el consultor español Antonio Sola, se postergaron las acciones de iniciar el programa de estrategia para reducir los desbastadores efectos de contagio con el aislamiento, la sanidad ante todo en el aseo personal de lavarse las manos con gel antibacterial, el uso del cubrebocas, la sana distancia y otras acciones, que no se tomaron en cuanta o se hicieron tarde, e incluso muchos líderes y jefes de Estado, siguen sin hacer caso y se da un mal ejemplo a la sociedad.

Desde la Organización Mundial de la Salud, OMS, en primer término, el actual presidente de EU, Donald Trump, lanzó severas amenazas en su contra de no acatar las disposiciones, e incluso de salir como país en su afiliación y de dejar de pagar las cuotas financieras.

Otros, jefes de Estado nunca cedieron a la necesidad del uso del cubrebocas y siguen sin hacerlo.

En muchos lugares del mundo, con el retorno del recrudecimiento de los contagios exponenciales se han visto en la necesidad de tomar medidas drásticas para evitar las aglomeraciones masivas de personas.

En otros países mas ordenados, lograron hasta retornar a las actividades productivas e incluso las escolares,

Pero en otras naciones, se dieron hasta las manifestaciones de protesta por la necesidad de salir a la fiesta y al café, así como a los eventos masivos.  

En la retrospectiva a los primeros meses de este año 2020, y con el registro del inicio de la pandemia a finales del año pasado, prácticamente este año ha sido para la percepción de algunos como un año perdido.

Pero en la realidad, hay que ver lo positivo de los aprendizajes a pesar del duro golpe de que en las estadísticas y en las probabilidades, cada familia enfrentó los retos de miembros contagiados y salvaron la vida, y también los que por causas diversas perdieron la vida como consecuencia de un virus, que ahora dicen que es bacteria, y que afecta con mayor letalidad a los adultos mayores, y a los que padecen alguna enfermedad crónico-degenerativa.

Los aprendizajes de la pandemia para la humanidad, han sido significativos vivir aislados varios en el hogar con la familia, los padres, hijos, abuelos se conocieron unos a otros, y hasta en esa obligación hasta se tuvieron que perdonar a ofensas pasadas.

Las parejas se tuvieron que reconciliar y tuvo que renacer el amor a falta de opciones, y como se dice en México “ya que” en el sentido de que ya no queda de otra.

Las relaciones entre hermanos, mejoró, y se validó, el reconocimiento a todos los héroes anónimos de la salud, aunque al principio hasta se les ofendió y discriminó innecesariamente.

Los héroes de la primera línea los repartidores en motocicletas, bicicletas, automóviles, taxistas y choferes que repartieron comida, medicinas y transportaron a la gente a sus centros laborales en planea pandemia, con mucho éxito.

Pero lo más importante, como lo dijo el maestro Antonio Sola, la solidaridad y urgente necesidad de alzar la voz por los pobres del mundo, los ancianos y los niños, para no dejarlos en la desprotección durante la pandemia y con la exigencia a los políticos y gobernantes a que cumplan con sus deberes y obligaciones con la población.

Con la post-pandemia y la nueva normalidad, se ve un cambio también de actitud, ahora la gente es más educada y responsable, además de más responsable ante la necesidad de cuidarse unos a otros, y se ser más sensibles a lo que Antonio Sola ha llamado a la necesidad de impulsar la humanítica, la resiliencia y el de cerrar las grietas entre los seres humanos divididos por conflictos ancestrales, y más aún dejar de lado la lucha de ricos y pobres, y también las discriminaciones que se hacen sin sentido alguno, cuando en la realidad el ser humano, es una sola especie.

El final feliz, llega entre los cristianos, ahora con la navidad, con mayor espiritualidad y sin el sentido materialista y consumista de antes. Hoy hay una luz de un brillo especial en la gente de alegría y de optimismo, ya no importa la riqueza o la pobreza, lo que se agradece al universo, Dios o al creador, o en lo que se crea de una energía superior, es que se da una nueva oportunidad para “comenzar de nuevo” en “El No Te Rindas” de Mario Benedetti, porque la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo enfrentar, correr los escombros y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas, aunque el frio queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya, y tuyo también es el deseo, porque tú lo has querido, porque yo te quiero. Porque existe el vino y el amor es cierto, porque no hay heridas que no cure el tiempo, abre las puertas, quita los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron, y vivir la vida y aceptar el reto,

Recuperar la risa, ensayar un canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas, intentar de nuevo, celebrar la vida y retornar los cielos, no te rindas, por favor no cedas. Porque cada vez es un comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento. https://www.youtube.com/watch?v=JL_k8JCK0Wc. Así las cosas.