
Carlos Ramírez/Indicador político
Elecciones limpias y transparentes
Cuando el PRI resurge de su supuesta agonía, es porque mucha gente, vio todo perdido y optó por la salida fácil, el regreso a lo que antes se dijo, de lo peor, ya no puede haber más malo.
Y se retorna al pasado, malo, negro, perseguidor, ausente de los derechos humanos y a todo lo que aconteció de ruin, negativo y de un infierno en más de noventa años,
¿Luego entonces que pasó? La respuesta es muy sencilla, los que andan en una nube y no ven hacia abajo, se llevaron una gran sorpresa de los ciudadanos, que enviaron un mensaje contundente, de lo que serán definiciones y hasta posiblemente votos de castigo, para y unos y otros de ahora en adelante.
El regreso del PRI, para muchos es como volver a ver una película de terror, pero en la ironía y también decisión de la gente, se optó por regresar al pasado, mientras los del presente terminan de acomodarse de una vez por todas, y definen sus objetivos.
En pocas palabras, fue un llamado de atención para todos los partidos políticos que no hacen valer esquemas de legalidad, oportunidad y de razones para defender a las causas populares, y que en la pandemia han quedado evidentes, las fallas y la total ausencia de solidaridad con los pobres, y más aún a los que en los hospitales públicos no han tenido respuesta al dolor por los fallecimientos de seres queridos.
Todos, sin excepción de los políticos andan más preocupados en los tiempos electorales, que en ver la real y grave problemática de la pandemia.
Ahí están las consecuencias muchos contagiados entre los políticos te veas, y con varios caídos en el cumplimiento del “deber” de todos los ámbitos del poder público.
Los que se preguntan hacia dónde va la balanza en las próximas elecciones en donde son más de dos mil cargos los que estarán en disputa entre gubernaturas, diputaciones federales, locales y ayuntamientos, los ciudadanos responden “vamos a votar por el candidato y no por el partido”. ¡Andale!
Aquí, los partidos políticos pasando a segundo término, y los ciudadanos empoderados, listos y dispuestos a recibir la oportunidad de donde venga para entrarle a competir a la cancha de la política.
Por eso, los famosos “cartuchos quemados”, mejor que no se esmeren en buscar cobijo de los partidos políticos, porque en este nuevo esquema post Covid-19 de la política, ya se vio que no tienen muchas posibilidades de retornar a los que añoran el presupuesto.
Pero, como dicen que en todo el tiempo se cuecen habas, ahora, está muy claro quienes tendrán que remar en contra de la corriente, y quienes tendrán que nadar de a muertito.
En los fenómenos de la política a la mexicana, en la nueva democracia que ha puesto en práctica el presidente Andrés Manuel López Obrador, se han cumplido al pie de la letra todos sus deseos y vaticinios, que se realicen “elecciones limpias y transparentes”, y esto se logró, pero a los de la miopía de siempre, no les da para ver una realidad, por primera vez en décadas no se dieron las compras de votos, acarreos, carrusel, ratón loco y simplemente los mapaches no pudieron o no quisieron salir de las madrigueras.
Ahora, los del INE y del Trife, deben decirlo, aunque estén molestos en la nueva era de la austeridad republicana, la democracia en México, mejoró con el asunto de los delitos electorales bien reglamentados, y ahora ya nadie se atreve a meterle mano a las ánforas. En pocas palabras se la llevaron tranquilos.
Y algo muy cierto, que tampoco nadie lo dice quedaron en el pasado los conflictos poselectorales, los pleitos en tribunales y la vida siguió sin problema en las entidades como Coahuila e Hidalgo, que sorprendieron con un nuevo paradigma que vence aquel viejo dicho de que “para atrás ni para agarrar vuelo”.
La gente no pensó de esa forma, y se despejaron aquellas dudas y criticas a los programas sociales convertidos en ley, cuando precisamente la gente sabe que en el voto nadie les ordena por donde ir, porque como decía, el escritor, humanista y economista español, don José Luis Sampedro, cuando relataba que un hacendado quiso comprar el voto a un campesino, su respuesta fue contundente y le dijo con mucha dignidad que no: “en mi hambre mandó yó”. https://www.youtube.com/watch?v=1m8BkkgwJO0. Así las cosas.