Raúl López Gómez/Cosmovisión

El fin del autoritarismo

El largo periodo de aislamiento por la pandemia en el país, mucha gente lo acepta con estoicismo, porque saben que es la mejor forma de conservarse sanos y salvo.

La gente cumple con las disposiciones coordinadas de los tres órdenes de gobierno y se percibe claramente entre unos y otros, que el presidente Andrés Manuel López Obrador, se conduce con un liderazgo natural que le dan los más de treinta millones de votos que lo llevaron a alcanzar el máximo poder nacional.

Aun así, los detractores y enemigos, andan de capa caída y que no les calienta el sol, cuando no han podido menoscabar la elevada aceptación del gobierno de la Cuarta Transformación, sólidamente constituido por el poder de la soberanía del pueblo.

Pasos firmes y decisiones cautelosas se han ido dando con la llegada de una emergencia nunca antes padecida por los efectos de una pandemia con efectos difíciles para toda la población en general y en duros efectos a la economía.

Aquí, la mano suave, pero muy firme del presidente AMLO, tiene trabajando a toda la maquinaria gubernamental sólidamente y en unidad con todos los gobiernos estatales y municipales, sin distinción de colores, algo que les preocupa a los conservadores que no encuentran por donde penetrar el veneno de la discordia,

Lo peligroso de todo esto, es de quienes como siempre andan soltando rumores, pero precisamente la gente no les cree, porque nadie quiere regresar a aquellos gobiernos del pasado, que en las emergencias arrasaban con todo.

Ahora, las decisiones en tiempo del político tabasqueño, son de honestidad y de aplicación al máximo de la ley, con una austeridad en donde por primera vez en la historia de este país, los que se aprietan el cinturón son los funcionarios públicos de alto rango y ya no el pueblo como sucedió siempre.

También, las medidas económicas de un plan de emergencia estricto, tienen que ver con reducción del gasto público con la continuidad de los programas de obras que tiene al gobierno en marcha, pero con ahorros sustanciales en el gasto público para destinar mayores recursos al ramo de la salud y a los apoyos de millones de familias afectadas por el periodo de aislamiento.

Las mentes perversas, que buscan sacar raja a río revuelto, no han podido quebrantar ni un ápice a la férrea voluntad popular que le da confianza y respaldo al presidente AMLO y a su mandato.

Los mensajes son claros y contundentes del presidente, para acallar rumores, pero también para mostrarse muy firme con todos aquellos voraces empresarios y políticos que no tienen “llenadera”, y que han pretendido volver a aquellas historias de endeudamiento externo, “pero eso se acabó.

Por eso, no han tenido eco, tampoco las presiones de los organismos internacionales que han pretendido enganchar al país con endeudamiento. y simplemente, no hay oportunidad para que se vuelvan a las andadas de antes de los pasados gobiernos, que llevaron a la nación a las peores crisis económicas con elevado costo para las grandes mayorías del país.

La firmeza del pueblo, sí de la gente en los momentos de mucha necesidad, es de que no se doblan y las grandes mayorías demuestran que nada les va a cambiar su postura, de qué para atrás, ni para tomar vuelo. Así las cosas.