Luz María Rivera/Desde el puerto mítico

«DEJEMOS DE HACERLO» LA PRIMERA CAMPAÑA DE ONU MUJERES, PARA HOMBRES EN MÉXICO…

** Bien, parece que ya el organismo internacional de naciones, la ONU, en su capítulo Mujeres, viró a la lógica elemental que tanta falta hace, el mero Sentido Común: la seguridad de las mujeres, todas, pasa porque los hombres, dejen de Acosar y Violentar; luego entonces, el esfuerzo debe ser conjunto, y sobra entonces ese Feminismo radical que pide la separación obtusa, el alejamiento de los varones, hasta de los espacios públicos donde hay mujeres.

** Ayer mismo ONU Mujeres México, dio a conocer su campaña «Dejemos de hacerlo», que de entrada involucra a los hombres: los principales agresores que, por Educación ciertamente machista, consideran que «chulear» a las mujeres en las calles, acosarlas en lugares públicos, intimidarlas por jerarquía laboral, los «reafirma» o los «vuelve más» hombres.

** Y para sorpresa de muchas mujeres, muy pocos hombres ven esta práctica como nociva, chocante y de visos delictivos. Sí, jóvenes y señores: espiar desde sus casas a las vecinas para sorprenderlas en su intimidad, aunque no es delito en México, es algo nefasto, ruin, impropio, desvergonzado y los deja muy mal parados. Evidenciados. No se llamen a sorprendidos u ofendidos, porque los hay, si la vecina les niega el saludo. Así como seguir y espiar a la mujer que les gusta, es pésimo. Si creen que la mujer no se da cuenta porque es «pendeja» o «distraída», caen en la categoría de macho acosador.

** La campaña «Dejemos de hacerlo» de la ONU, se concentra de momento en un anuncio donde se ve a varios hombres, de todas las edades y apariencias, hablar de lo que han hecho y dicho, a mujeres: conocidas o desconocidas; en las calles, en un bar, en una fiesta, en el trabajo. Y ya es un primer paso que se espera cale profundo y tenga la mayor difusión: admitir que los hombres intimidan, o irritan, a las mujeres por lo general, cuando sin conocerlas siquiera, se ponen en plan «galante».

** Porque sobre todo en México, así el hombre esté calvo, gordo, desdentado y como un pergamino, además de pobre e iletrado con apenas la Primaria o Secundaria terminada, se siente gracioso, atractivo y por supuesto, «que merezco mas pero con esto me conformo…» y así lo dicen. Imaginemos la alta auto estima de los hombres que están en sus 20, 30 o 40: piensan muchos, de igual manera, aunque estén físicamente desastrados y no tengan ápice de educación. No todos por supuesto, caen en esta categoría: los hombres que por su apariencia agradable también son acosadores, nunca piensan que sus avances pueden molestar a las mujeres.

¿QUIEN TE EDUCA?

** A menos que te hayan parido las piedras, a todos nos educan, primeramente, una mujer: la madre. Educa con su voz, con su risa, con su silencio, con sus lágrimas, con su presencia constante, con su compañía protectora. Pero también las hay que educan en la omisión de cuidados, en la falta de ternura, en la ausencia deliberada porque están «trabajando», en el chantaje y en el rosario de quejas.

** Todo es cuestión de Educación. Buena o mala. Y aunque las feministas del «todes» digan que ellas no son «maestras» ni «niñeras» ni «psicólogas», de los varones, dejándolas de lado, se debe entender este otro postulado del mas añejo Sentido Común: las mujeres somos las primeras educadoras: tanto de las niñas como de los niños; de ellas, de nosotras, depende en buena medida, la educación inicial de las futuras sometidas y de los futuros maltratadores. O de las futuras mujeres libres y los futuros hombres afectuosos y respetuosos. Si no se acepta esto, es no poder o querer ver, dónde está la raíz del fenómeno que golpea a nuestro país.

** Luego entonces la educación empieza en Casa con los Valores, donde el Respeto, es la estrella. Sin esa base, tanto mujeres como hombres chocarán una vez salgan «al mundo». Si no respetas, no puedes esperar ni exigir respeto. Si no enseñas con ejemplos y solo quieres, como mamá sola -ese otro fenómeno mexicano de la «madre soltera» sinónimo de «luchona»-; regañar y gritar, pues el resultado, en la educación de los hijos e hijas, será imprevisible. Y mayormente tenderá a la violencia y al sometimiento.

¿CÓMO TE RELACIONAS ENTONCES, CON LAS MUJERES, TÚ COMO HOMBRE?

** Aunque no lo creas estimado Lector: con muy buena Educación lograrás mucho con las mujeres: asumiéndote como varón respetuoso, seguro que tarde o temprano, si tu intención es buena, la mujer a la que saludas y te niega el saludo, terminará respondiéndote un día.

** Claro: si no la haz espiado, seguido o acosado en el transporte público, en su calle o rumbo a su trabajo o de regreso a casa. No es malo indagar donde vive o dónde estudia o donde trabaja: lo pésimo es convertirte en su espía. A como está el país, la desconfianza de las mujeres es obvia, natural y un mecanismo de defensa; y ustedes la tienen difícil si realmente están interesados en la mujer.

** Si eres compañero de trabajo evita «confianzas» que no te han dado. Evita hablar de las mujeres de tu casa, y menos si las expresiones son desfavorables. Evita, o al menos disimula, esa «revisión» exhaustiva y visual que incomoda a la más plantada. No seas procaz y menos vulgar. Aunque claro: hay mujeres a las que les gusta, es verdad, el trato descarnado, pues en ustedes está que se relacionen con ellas. Dirían en la Cuenca: «cada quien con su cada cual…»

** No te metas estimado Lector, y si tienes amigos que lo hacen, invítalos a frenarse: no con las chiquillas. Es muy común ver a hombres adultos siguiendo a jovencitas de uniforme en las calles; a niñas incluso, apenas pubertas. Qué desagradable, indignante, espectáculo. En otro país ya hubieran pisado la cárcel.

** El mundo cambia claro, y lo que antes era usual en cuanto a relacionarse entre hombres y mujeres, ha mutado: en la era digital, los mecanismos son diferentes, pero en esencia, la intención no varía. Es inmutable la atracción de los sexos. Es válido. Siempre que halla consentimiento mutuo.

** El Acoso estimados, nunca será la forma de relacionarte con una mujer. Afronta: pocos están dispuestos a ser rechazados, pero así gira el mundo. He visto a varios, por ejemplo, ir a sacar a bailar a una mujer desconocida y recibir una negativa pronta. Y los he visto actuar Corteses y dignos, y volver a insistir con otra, y lograr el cometido. También he atestiguado el método, antiguo, de un hombre para pedir que le presenten a la mujer objeto de su atención. Bien. Son formas admitidas, y nada agresivas, para lograr un propósito.

** En estos, y otros tiempos, las mujeres también toman la iniciativa. Y ya no digamos en plan galante y conquistador. Y lamentablemente el Acoso femenino es un fenómeno del que poco se habla y menos se documenta. Y es tan igual al que ejerce el varón, que da rubor: mujeres en posición de jerarquía laboral «echándose al plato» a su víctima, es de pena ajena con mis congéneres.

** Tema de otra entrega. Pero mientras, mis queridos lectores: si están en edad de merecer, que para ustedes es hasta los 90 si viven, reflexionen sobre la campaña «Dejemos de hacerlo», y cambien: y verán que las mujeres a su alrededor dejarán las sonrisas falsas o forzadas y las miradas de cansancio: es muy penoso, por ejemplo, para las meseras de los Sambors y de otros establecimientos, tener que aguantar los besos, tocamientos y «chuleos» de señores que llegan a tomar «refil» de café solo para estarlas viendo. Respeten. Y serán muy queridos.

** Y ustedes mis lectoras: a educar, que es parte de la esencia femenina.

** Estupendo jueves que ya sabe a viernes.

DEL DICCIONARIO A LA DIABLA…

VECINOS.-En México, y para millones de mujeres, un perpetuo sobresalto: el motor que las impulsa a trabajar al máximo, para cambiar de casa hasta encontrar una más segura.

ACOSADORES.-Todos los hombres mexicanos que no tuvieron una buena educación por mamá principalmente.