José Luis Camacho Acevedo/Templo Mayor

Templo Mayor, Alfonso Romo, Aurelio Nuño y la silla del diablo

En México esta muy arraigada la costumbre de las columnas anónimas, que son distintas a las editoriales de los medios de comunicación, ya que generalmente estos textos son trascendidos o testimonios de oídas que no van firmados, entonces es poca la credibilidad que uno debería de darle.

Dichas columnas anónimas han tenido una acogida espléndida entre los lectores gracias a su carácter de información “exclusiva”, así como por la brevedad de los textos. Podría decirse incluso, que estas columnas ya se han configurado como un nuevo género periodístico.

El éxito de este nuevo “género”, es que estos textos se han convertido en un espacio muy codiciado, por lo mismo consultado por las audiencias. Ya que se trata de una herramienta usada con frecuencia, de acuerdo a los intereses políticos y económicos –preferentemente-, usada por grupos contrarios, en mayor medida para atacar a sus objetivos.

Un caso que recientemente ha llamado la atención es la columna de Templo Mayor del diario de circulación nacional Reforma.

Templo Mayor: es la columna anónima, en donde se ha cuestionado -con gran sevicia- la personalidad de Alfonso Romo, quien será el próximo jefe de la oficina presidencial.

 En los últimos días, a Romo le adjudican un enfrentamiento con el futuro titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú. Un enfrentamiento –por cierto- inexistente, ya que por conocimiento propio, puedo asegurar que Romo es un personaje dedicado a trabajar el buen ambiente dentro del equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.

Tal vez es porque los dueños de Reforma son regiomontanos, que en un principio se dejaron llevar por la fascinación de la falsa similitud Bronco-Fox, y ahora están arrepentidos por los despropósitos del mandatario de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón y su estrepitoso fracaso como candidato presidencial, quizás por ello ahora tratan de buscar equilibrios a su complicada relación con AMLO atacando a Alfonso Romo.

Romo es un empresario maduro y visionario que se la jugó bien y a tiempo con el próximo mandatario del país.

Es previsible que el desempeño de Romo como jefe de la Oficina de la Presidencia, fungirá como apoyo de concertación y relaciones para AMLO.

A diferencia de Aurelio Nuño, que en esa oficina acumuló gran poder burocrático, bajo la tutela por supuesto del todavía canciller, Luis Videgaray, pero que jamás representó para el presidente saliente Enrique Peña Nieto, ser un contacto con gente clave del país, por la sencilla razón de que Nuño no tenía los contactos que por su parte sí tiene Romo.

Templo Mayor de Reforma trae una campaña contra Alfonso Romo que no tiene sustento y mucho menos futuro.

Lástima que el nuevo género periodístico de las columnas anónimas se desvirtué de la frescura que muchas de ellas mantienen.

A Romo no le queda sino endurecer la piel a esas descobijadas, casi todas ellas auténticas maromas cortesía de Reforma, y muy probablemente le seguirá buscando tres pies al gato.

En política nada es casual y regularmente todos los perros tienen dueño.

EN TIEMPO REAL

1.-   Ayer fue un «Miércoles negro» para el gobierno de Manuel Velasco Coello. La burocracia en Chiapas se rebeló.  En los ayuntamientos no hay dinero y crecen las protestas en las puertas de palacio de Gobierno donde proveedores, maestros y empleados exigen sus pagos.

Seguramente Velasco se arrepiente de haber regresado a Chiapas, donde es evidente que ya nadie lo quiere y el deseo es mayoritario de que se vaya o al Senado o a la cárcel. Pero que se vaya.

2.- Luego de una reunión del Grupo de Coordinación Guerrero, se informó que el ex alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre no justificó la ausencia de 342 armas, que sólo 271 estaban amparadas por una averiguación previa y que 71 están extraviadas, y que en caso de existir anomalías la Secretaría de Seguridad Pública del estado presentará denuncia respectiva en el Ministerio Público.

El sábado pasado, la SEDENA dio a Velázquez Aguirre 72 horas para que justificara la ausencia de las armas, algo que ahora sabemos no sucedió.

No obstante, de acuerdo a los informes y estudios realizados hasta el momento, se vislumbra que es más viable la construcción de aeropuerto en Texcoco que en Santa Lucia.