Reconocen a menor con autismo como Soldado por un Día
OLUTA, Ver., 16 de septiembre de 2021.- Diana Patricia estuvo en prisión cuatro meses por un aborto espontáneo en un baño de Soriana, en Oluta, y este miércoles, en una audiencia incidental, el juez determinó que de acuerdo a los peritajes psicológicos y de salud la joven no debía ser juzgada y quedó en libertad.
“Fueron meses muy difíciles dentro de la cárcel, haber perdido a tu bebé y que la gente te juzgue sin saber, durante estos meses no pude ver a mis hijos, nunca me había separado de ellos”, dijo Diana Patricia, quien se encuentra viviendo en la humilde casa de su madre, la señora Leticia Araiza Hernández.
Fue el pasado 29 de mayo que Diana fue ingresada al penal de Acayucan por “homicidio culposo”; la Fiscalía aseguró que el bebé de seis meses había respirado cinco minutos y murió asfixiado en un bote de basura.
DIANA RECUERDA EL DÍA QUE TUVO EL ABORTO ESPONTÁNEO
Hoy, Diana recuerda el lamentable día que perdió a su bebé. “Entré a Soriana porque me dieron ganas de ir baño, no me imaginé que iba a venir (el aborto espontáneo), no supe cómo reaccionar, me asusté, no me sabía el número telefónico de mi familia. Ojalá todos los embarazos fueran igual, me bloqueé, sólo quería llegar a mi casa, sangraba y aún tenía dolores». Recuerda que momentos antes del aborto espontáneo fue agredida por su pareja sentimental.
Al siguiente día se encontraba custodiaba por ministeriales, «después de varias horas empecé a recordar, ni siquiera pude sepultar a mi bebé, mi madre se encargó de eso, yo lo quería, igual que a mis otros hijos, por eso aguanté muchas cosas», refriéndose a la violencia familiar en la que se encontraba.
Diana aprendió a tolerar los comentarios, puesto que no sólo la Fiscalía la incriminó, sino también la gente, quien la señaló de asesina. Los exámenes psicológicos ayudaron en este proceso de investigación.
DIANA SALE LIBRE
Leticia Araiza, y Saraí Espronceda, madre y cuñada, sabían que no actuó con dolo, puesto que la joven tenía su control prenatal y esperaba con ilusión a su bebé. El caso de Diana Patricia llegó hasta la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Veracruz (CEDH), quienes en un comunicado el 1 de julio manifestaron su preocupación por la situación de la señalada, encarcelada en el Centro de Reinserción Social de Acayucan, y quien enfrentaba un juicio por homicidio tras sufrir un aborto espontáneo, producto de un embarazo de alto riesgo.
El 7 de septiembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estableció como criterio obligatorio para todos los jueces del país que es inconstitucional criminalizar a una mujer por el hecho de decidir sobre la terminación de su embarazo.
Fue la noche del martes que Diana fue notificada sobre una audiencia y que saldría en libertad, «no me lo esperaba, fue todo de sorpresa, hasta lo soñé, le recé a mi virgen de Guadalupe y luego escuché que el juez dijo que estaba libre»; agregó que debe seguir con terapias psicológicas, pero está feliz de estar de nuevo en casa con su familia, y agradeció todo el apoyo.
SE QUEDÓ EN LA CALLE
Alrededor de las tres de la madrugada de este miércoles Diana salió de la prisión y fue en busca de sus hijos, quienes estaban dormidos, y al escuchar su voz se despertaron. Aunque ahora no tiene casa ni trabajo ni dinero, y lo poco que tenía se perdió para costear algunos gastos en el proceso penal, esto no la desanima, “quiero estudiar y trabajar para ser una mejor madre para mis hijos».
Aunque en estos momentos cualquier ayuda económica es bien recibida para poner un pequeño negocio de venta de ropa, zapatos o perfumes, y alimentar a sus tres hijos de 11, 8 y 2 años edad. «De hecho el colchón en el que hoy dormimos es prestado, me quedé sin nada». Si usted desea apoyar puede contactarla al 924 197 4763 o acudir al domicilio ubicado en calle Los Aguacates, colonia Los Laureles, en Oluta.
Diana aún no sabe si los abogados pedirán la reparación del daño, por ahora la joven madre quiere dedicar este tiempo a sus hijos, a los que no había visto desde mayo, cuando fue recluida en prisión.