Convulsión

Héctor no es el PRI: Callejas

XALAPA, Ver.

En mayo de 2015, académicos de la Universidad de Harvard -una de las mejores en el mundo- realizaron un estudio para evaluar a las cámaras de Diputados y Senadores de México. Calificaron el desempeño de los legisladores basado en: activismo legislativo, auditaría legislativa, debate parlamentario, asistencia y transparencia.

El resultado de ese Atlas Político evidenció a Héctor Yunes Landa como el senador con el peor desempeño dentro de la Cámara alta.

El manejo de la agenda política no es precisamente una de las virtudes del ex candidato a Gobernador, y ahora da muestra de ello a los veracruzanos.

Este lunes, casi a la par de su primo Miguel Ángel Yunes Linares, ofreció una conferencia de prensa para vomitar una serie de descalificativos contra Javier Duarte -a quien ha responsabilizado de su derrota electoral– y pedir que renuncie a su cargo como Gobernador del estado.

Su pronunciamiento ganó algunos espacios en medios de comunicación derivado del manejo mediático a nivel nacional tras el manotazo de Presidencia de la República a los sistemas estatales anticorrupción de Veracruz, principalmente, y Quintana Roo.

Sin embargo, Héctor Yunes no se ha dado cuenta que ningún priista, ninguno, se ha sumado a “su causa”. No reconoce errores, los suyos, los de su campaña y mantiene un discurso que se aleja de la crítica y se antoja a frustración y oportunismo político.

Ese es el mensaje que manda… Y como ejemplo, allí tiene a Juan Nicolás Callejas Arroyo, un dinosaurio de la política en Veracruz quien entrevistado sobre la declaración del candidato priista perdedor, pidió que no haya confusión, “Héctor no es el PRI, fue candidato y no ganó, el PRI no vive de redentores y no se vale que quiera convertirse en el mesías… que revise su estrategia de por qué no ganó”.

Dice bien el dirigente de la CNC en Veracruz, Juan Carlos Molina, de la ‘madriza’ electoral, todavía no se recuperan, vaya, nisiquiera han abierto los ojos.

Por cierto, Enrique Ochoa Reza, ya es dirigente nacional del tricolor, ¡pobre PRI!