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JALCOMULCO, Ver., 15 de mayo de 2015.- La empresa Odebrecht, contra la cual luchan ambientalistas para que no construya una presa hidroeléctrica en Jalcomulco, divide a ejidatarios del municipio y miembros de la asociación civil Pueblos Unidos de la Cuenca Antigua por los Ríos Libres.
En un recorrido que hizo Quadratín Veracruz, platicamos con los activistas José Milán y Leonel Ferto, quienes aseguran que la denuncia contra seis ejidatarios de la zona es el pretexto para dividir a la asociación civil y frenar su lucha contra la empresa; además, aseguran que uno de sus miembros los traiciona e informa sobre sus movimientos.
José Milán explicó que alrededor de las 7:00 de la mañana una vecina avisó a los integrantes de la asociación sobre la presencia de agentes del Ministerio Público buscando a ejidatarios del pueblo, lo cual encendió la alarma entre la población.
Según relató, buscaban a seis personas acusadas por el delito de despojo, de los cuales sólo encontraron y detuvieron a tres, quienes fueron llevados de inmediato al Ministerio Público de Coatepec, para luego ser trasladados al Centro de Readaptación Social (Cereso) de Pacho Viejo.
Leonel Ferto y José Milán aseguran que existieron anomalías durante la aprehensión, pues los funcionarios del MP no mostraron una orden de aprehensión ni dieron explicaciones, “sólo fueron revisados y subidos a los autos del ministerio público”.
Tras realizar sus propias investigaciones, José Milán indicó que sospechan que alguien perteneciente al movimiento está traicionándolos, ya que los agentes sabían con exactitud los movimientos del pueblo y la ubicación de los ejidatarios.
El problema de los ejidatarios, comentaron los entrevistados, va más allá de las ordenes de aprehensión giradas por el MP, por lo que concluyeron que es parte de una “guerra sucia” por parte de la empresa Odebrecht, la cual se ha encargado de dividir al ejido a su conveniencia, “están manipulando a las autoridades anteriores del ejido, que son las que están demandando”.
Milán explicó que el conflicto de los ejidatarios en Jalcomulco es con las autoridades que le han dado por su lado a la empresa Odebrecht, ya que el inmueble del que demandan el desalojo pertenece a 427 personas en total, quienes conforman la asamblea general, y quienes, en defensa del río, tomaron la decisión de remover a su antiguo comisariado ejidal, Telésforo Peña, acusándolo de estar a favor de la construcción de la presa.
Los ambientalistas dijeron que Telésforo Peña, junto con el empresario Francisco Torres, dueño de Río Aventura, contactan a la empresa Odebrecht para hacer foros en los pueblos y ponerlos a favor de la construcción de la presa.
Explicaron que el consejo de vigilancia puso a un nuevo ejidatario, al que sólo identificaron como Rubén, y “desde ahí viene es conflicto de intereses entre los ejidatarios que fueron desalojados por no cumplir con su trabajo, que son los que están interponiendo las demandas”.
A decir de Milán, Telésforo Peña demanda a los ejidatarios argumentando que lo despojaron del edificio del Comisariado Ejidal, por asociación delictuosa y por daño moral, pero en realidad el lugar no es del comisariado sino de la asamblea que decidió que él ya no podía estar ahí.
Manifestó que desde 2013 la construcción se ha utilizado para la asociación Pueblos Unidos de la Cuenca Antigua por los Ríos Libres, al trabajar en conjunto con los ejidatarios.
Tras explicar que la demanda por la que están siendo aprehendidos sus compañeros de lucha fue realizada hace dos años por el ex ejidatrio Telésforo Peña, indicó que “ayer se presentaron todos los señores demandados al Ministerio Público y no los detuvieron”.
Leonel Ferto añadió que ya había un proceso parecido que se ganó, por lo que ahora lo que están haciendo es “revivir demandas”.
“No vamos a bajar la guardia, esto más bien nos levanta, nos da para arriba, no podemos seguir dejando que nos tiren pedradas, este tipo de acciones tratan de hostigar a la gente, tratan de amedrentar a la gente, de amenazarla”, expresó Milán.
Por su parte, Leonel indicó que “la empresa Odebrecht cree que con esto la gente bajará la guardia pero no, al contrario, la gente está bien puesta, estamos entrando a la guerra sucia y, si de eso se va a tratar, nosotros no nos vamos a rajar”.
Expresó que el movimiento por los ríos libres se ha enfocado en la parte pacífica, “donde legalmente hemos ganado”, pero consideran que si esto es una amenaza para calmar al pueblo, “seguiremos en lucha hasta que esto acabe”.
Finalmente, los activistas manifestaron que Odebrecht está sobornando a los ejidatarios, quienes no están conscientes de que la construcción de la presa inundaría alrededor de 800 hectáreas, dañando a por lo menos cinco ejidos, junto con la flora, fauna, pesca y ecoturismo de la cuenca, provocando un impacto socioambiental irrecuperable.