Números Rojos

La Gaviota y su Revolución

Desde pequeños nos han enseñado que en noviembre, específicamente hoy, los mexicanos celebramos el Aniversario de la Revolución Mexicana. Este año, el 104, aunque muchos coinciden en que no hay mucho que celebrar con todos los acontecimientos de inseguridad, impunidad, corrupción e inestabilidad que se vive en el país.

Desde el asunto de Tlatlaya seguido por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, las manifestaciones contra la derecha se han incrementado y muchos grupos principalmente de jóvenes han alzado la voz contra un gobierno que creen no hace su trabajo. Tal vez por ello y en vista de las protestas que se avecinan, así como los posibles desmanes, el gobierno federal a través de la Secretaría de la Defensa Nacional informó el día de ayer la cancelación del desfile programado para este día, a pesar que ya se habían colocado las gradas para los asistentes.

Todo venía pintando mal en contra del gobierno de Enrique Peña Nieto, aunque creo que la gota que derramó el vaso fue la adquisición de la “casa blanca” de Angélica Rivera.

Los que hemos adquirido una casa mediante un crédito hipotecario sabemos que no es nada fácil el asunto. Para empezar, dentro del gran número de requisitos es indispensable comprobar solvencia de pago comprobando tres veces el importe a pagar mensual, esto hablando de un crédito hipotecario mediante banco. Ahora que si no se comprueba dicha cantidad es necesario tener un coopropietario que garantice el pago de la deuda si el titular no la puede seguir pagando.

Desde luego que en el momento de hacer el contrato aparte de quedarse con una copia original se escritura la propiedad, por lo que la institución bancaria que otorga el crédito es ya propietaria del inmueble. En el caso de la adquisición de la casa blanca, el crédito se lo otorgó el constructor de la misma. Aunque algunas cosas no son muy coherentes ¿cómo puede alguien buscar el terreno, construirlo, sin un contrato de por medio? ¿pues quién lo financia? Las malas lenguas aseguran que Juan Armando Hinojosa Cantú es prestanombres de Enrique Peña.

Después de escuchar a la Gaviota, explicar el origen de su mansión en un video, que por cierto no tenía muy buena edición y que más bien todo indicaba que la Gaviota interpretaba el mejor papel de su vida: Angélica Rivera de Peña, con un guión de Juan Osorio, los comentarios, los memes y el coraje en las redes sociales no se hicieron esperar al grado que el asunto cobró talla internacional y se convirtió en treding topic en twitter.

Además, si la constructora ayudó tanto a la Gaviota al otorgarle una tasa de interés baja y todas las facilidades para hacerle la casa de sus sueños, ¿Por qué en las condiciones de pago del contrato los tres primeros años no se abona a capital y se paga solamente el interés?

Realmente es una historia digna de una telenovela de Telerisa, ya que los mexicanos que escuchamos tal “aclaración” después de dos semanas, no quedan convencidos con la ganadora del rostro del Heraldo. Según una encuesta virtual del periódico Reforma, realizada a 1154 personas, el video sólo convenció al 9 por ciento, el 26 por ciento consideró que no era necesaria la explicación mientras que el 65 por ciento manifestó insatisfacción total.

Aunque lo peor del caso es que ahora la Gaviota ha dicho que traspasará la casa ¿Por qué vender algo que era un patrimonio familiar de ella y sus hijas?

Si bien ha declarado no ser funcionaria pública (imagino que no cobra en la nómina del DIF, y que los viajes acompañando al presidente son pagados por él o por la solvencia económica de ella) la Gaviota puede significar un gran obstáculo para el reformador Peña Nieto, pues si las cosas no quedan realmente claras sí habrá una gran revolución, que por cierto…¡Ya empezó en las redes sociales!

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