Matan al sacerdote Marcelo Pérez en San Cristóbal de las Casas, Chiapas
WASHINGTON, DC., 28 de octubre 2015.- El aumento de la violencia mortal y descontrolada perpetrada por pandillas ha provocado que un número creciente de mujeres de Centroamérica y México huyan de sus lugares de origen, por lo que se vislumbra el riesgo inminente de una crisis de refugiados, advirtió la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Durante el lanzamiento del informe Mujeres en Fuga, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, dijo que “la violencia perpetrada por los grupos delictivos organizados transnacionales en El Salvador, Guatemala, Honduras y en ciertas partes de México se ha vuelto generalizada”.
Destacó que “las dramáticas crisis de refugiados que estamos observando en el mundo hoy en día no están limitadas al Medio Oriente o a África, pues “estamos viendo cómo otra crisis de refugiados se desarrolla en las Américas. Este informe es una alerta temprana para crear conciencia sobre los desafíos que enfrentan las mujeres refugiadas y un llamado a la acción para responder a nivel regional a una crisis de refugiados que se anuncia inminente”.
El Alto Comisionado hizo un llamado específico a los países de Centroamérica y Norteamérica para que reconozcan la creciente situación de refugiados en la región y establezcan capacidades adecuadas en las fronteras para asegurar la identificación de personas en necesidad de protección internacional.
También solicitó que avancen rápidamente hacia un enfoque regional coordinado para afrontar este problema, con miras a aumentar el acceso a la protección y las soluciones para los refugiados y a bordar las causas primarias del desplazamiento forzado.
Mujeres en Fuga se basó en entrevistas realizadas a 160 féminas, quienes huyeron recientemente de sus hogares en El Salvador, Guatemala y Honduras, el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, y en partes de México, para escapar de la creciente violencia en sus comunidades.
Afirmó que describieron cómo grupos delictivos armados aterrorizan a la población para establecer el control sobre grandes áreas de estos países y cómo las mujeres, en particular, son víctimas de formas específicas y extremas de violencia de género.
Una de las entrevistadas dijo: “Todo te afecta, porque allá una mujer no vale nada, es como si tu vida no tuviera ningún valor. Ellos violan. No hay límites. No existe la autoridad. No hay nadie que los detenga”.
António Guterres indicó que mientras los gobiernos de la región trabajan para abordar las causas primarias de la violencia, la gente sigue huyendo, pues la región tiene unas de las tasas de homicidio más altas del mundo, en particular de mujeres.
De acuerdo con datos del gobierno de EU, el 82 por ciento de las 16.077 mujeres de estos países que fueron entrevistadas, el año pasado tenían un temor creíble de sufrir persecución o tortura y se les permitió presentar una solicitud de asilo en esa nación.