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Raúl López Gómez/Cosmovisión
A modernizar el campo, no hay de otra
Apuesto la billetiza que gano como columnista a que no hay mexicano que no haya escuchado al menos una docena de veces frases como éstas: Llegó la hora del campo, es tiempo de ver hacia el campo, el campo y los campesinos son nuestra mayor preocupación, haremos crecer al campo, fortaleceremos el agro mexicano, el campo es y será mi prioridad y otras babosadas por el estilo que han dicho sin excepción los presidentes de Lázaro Cárdenas para acá.
Luis Echeverría amó tanto, pero tanto al campo, que se aventó la puntada se inventar la Secretaría de la Reforma Agraria que para lo único que sirvió fue para hacer multimillonario a su primer titular Augusto Gómez Villanueva (muy amigo de los campesinos; oh sí) y a Félix Barra García, que hasta al bote fue a parar.
Para nadie es un secreto que el agro en nuestro país ha estado jodido desde siempre y es poco o nada lo que se ha hecho por él. Como paradoja, se le ha invertido tanto que es para que los campesinos tuvieran, mínimo, sus parcelas tapizadas de millones de pesos y viajaran una vez al año a Europa. Pero nada de eso ha sucedido. Y es que por un lado entran los millones y por otro se evaporan. O mejor dicho, se atoran en los bolsillos de líderes y organizaciones campesinas.
Para seguir con la misma tónica el delegado de la Sagarpa, Marco Antonio Torres, acaba de anunciar un paquete de programas y estímulos para el agro veracruzano por un monto de 10 mil millones de pesos. Uta, imagínate para lo que serviría esa lana bien empleada en el campo, lector.
Durante la presentación de los paquetes, el funcionario habló del esfuerzo que realiza el gobierno federal por impulsar al campo y de la billetiza que se va a derramar, pero no dijo ni media palabra sobre modernizar el sector y tampoco habló de dejar atrás vicios añejos. Con lo anterior, es casi seguro que ese caudal de millones se volverán a atorar por ahí… en algunos bolsillos.
¿Qué hacer?
Parte de la solución la dio en días pasados el diputado federal Genaro Ruiz Arriaga. Al hablar sobre los esquemas asistenciales, el legislador por Tuxpan indicó que está probado que ya no funcionan y agregó: «Urge modernizar al campo y apostar más por la investigación, la ciencia y la tecnología, para dejar atrás la ganadería tradicional que nos limita y nos impide superar la problemática que enfrenta el sector agropecuario. Una gran cantidad de los problemas que padecemos tienen su origen en que seguimos haciendo ganadería de forma tradicional, nos resistimos a aplicar la tecnología que ya existe, no por falta de recursos o porque no tengamos acceso a ella, sino porque implica trabajo, seguimiento y el compromiso de ir modificando la forma de producir un alimento con base en la eficiencia para obtenerlo a un costo cada vez más bajo”.
El representante popular destacó: “Es necesario que la investigación se aplique en el medio rural, que exista vinculación con el sector, pero que resuelva los problemas que tenemos, porque en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) hay un gran trabajo en cuanto a conocimiento e innovación tecnológica. Sin embargo, es necesario poner estos elementos al servicio de los productores de este país, diseñando políticas públicas basadas en la organización de los productores y la adopción de tecnologías. Aquel productor que no esté organizado o no las ponga en práctica, sencillamente no pueda tener acceso a los apoyos gubernamentales”.
Para concluir, Genaro Ruiz explicó que en su experiencia existe una fórmula muy sencilla en el proceso de producción: Organización, capacitación, transferencia de tecnología e innovación para obtener un producto de calidad al más bajo costo, siempre con un valor agregado al llegar a las manos del consumidor.
Esta podría ser, al menos en parte, la luz al final del túnel que tanto anhelan ver los campesinos. De otra manera ya podrán atascar de millones a una entidad como la nuestra, que estos jamás llegarán a su destino o en el mejor de los casos, servirán para dar atolito con el dedo a los hombres del campo. Como ha sucedido durante años, o mejor dicho, como ha ocurrido desde siempre.