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MÉXICO, DF., 30 de septiembre de 2014.- En un hecho inédito en la historia reciente de este país, y bajo el resguardo de un ínfimo grupo de elementos de seguridad, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se comprometió a entregar al movimiento cercano a los 50 mil estudiantes del Instituto Politécnico Nacional una respuesta concreta a cada uno de los diez puntos de su pliego petitorio el próximo viernes 3 de octubre, en punto de las tres de la tarde.
En un templete de grandes proporciones colocado sobre avenida Bucareli -a tan sólo unos pasos de la Secretaría de Gobernación-, integrantes de la Asamblea General Politécnica (conformada por representantes de escuelas de nivel medio superior y superior del Instituto Politécnico Nacional) dieron lectura al pliego petitorio y posteriormente solicitaron a Osorio Chong, a través de los micrófonos, salir de sus oficinas para recibir de propia mano el documento estudiantil.
Dicha petición, por cierto, causó el clamor y la ovación de los miles de jóvenes aglutinados en la zona. Sin embargo, la falta de respuesta de autoridades gubernamentales impacientó los ánimos de los representantes estudiantiles, lo que provocó que dejaran de solicitar y comenzaran a exigir.
“Exigimos a Osorio Chong salir a dar la cara», declararon algunos en el micrófono. Pero como en el resto de la marcha, la prudencia entre los estudiantes predominó nuevamente, lo que se suavizó de nuevo el tomo de las palabras.
«Se le propone al señor Osorio Chong que traiga su operativo de seguridad pero que salga» dijo uno de los representantes que se encontraba sobre el templete. “Le comentamos al secretario Osorio Chong que si no sale, no nos vamos a levantar de Bucareli. No somos porros, somos estudiantes”, resaltaron.
Fue así como 20 minutos más tarde, el responsable de la política interna del país salió, en mangas de camisa y con un mínimo contingente de seguridad, a dialogar con los miles de estudiantes ahí reunidos.
“Quiero dejarle claro a todo el país (que) reconocemos formalmente su movimiento (…) Conocemos las causas por las que están aquí presentes, sabemos sus inconformidades, y queremos atenderlas de inmediato, por eso y respetando lo que ustedes quieran, respecto el proceso para el diálogo pero que quede bien claro, es diálogo para encontrar respuesta y resultados a favor del Instituto Politécnico Nacional”.
Conozco un pliego petitorio, dijo. “Conozco sus peticiones, déjenme trabajar media hora con quienes ustedes decidan. Media hora les pido para que aquí mismo frente a ustedes podamos lograr los acuerdos”.
Sin embargo la propuesta del Secretario de Gobernación fue desechada por la totalidad de los estudiantes quienes a través de gritos y rechiflas demostraron su negativa. La negociación entre los representantes, el Secretario de Gobernación y los miles de estudiantes, hizo un nuevo alto cuando solicitaron que el funcionario leyera, en el micrófono, sus demandas, acto que realizó y que posteriormente agradecieron los estudiantes con un estridente Huelum.
Finalmente la negociación concluyó cuando el encargado de la política interna de este país prometió a los estudiantes entregarles una respuesta concreta sobre cada una de los puntos del pliego petitorio, el próximo viernes a las 3 de la tarde.
Este día las principales avenidas de la ciudad resonaron a un solo grito: el Huelum politécnico, el cual fue entonado miles de veces durante un recorrido que duró más de tres horas y que comenzó en la unidad del Casco de Santo Tomás, la segunda en importancia de esa casa de estudios, y que desembocó en la Secretaría de Gobernación, con una parada previa en el Ángel de la Independencia.
Desde antes del mediodía, por las principales vialidades que llevan al Casco de Santo Tomás, al norte de la ciudad de México, ríos de jóvenes se agruparon por escuela para marchar como hace muchos años no lo hacían en contra de lo que consideran un atentado a sus derechos estudiantiles y al espíritu fundador del IPN.
Y es que a pesar de que los cálculos oficiales arrojaron una cifra de 20 mil manifestantes y los organizadores hablaron de más 50 mil, lo cierto es que hubo un momento en que la vanguardia se encontraba en el cruce de Circuito Interior y Marina Nacional y la retaguardia aún no salía del Casco de Santo Tomás. “No queremos ser mano de obra barata”. “Más IPN y menos EPN”. “Somos ingenieros, no técnicos”, eran algunos de los mensajes que se leían en los cientos de pancartas que portaban estudiantes, padres de familia y profesores.
La de esta tarde fue una marcha ordenada y respetuosa (destacó la mínima presencia de elementos de seguridad) en la que no se presentaron incidentes ni desmanes, salvo cuando un grupo de porros intentó sin éxito sumarse al contingente a la altura de la plaza comercial Reforma 222.
Los cientos de contingentes, que desde el principio ellos mismos se dividieron a través de mecates o cuerdas –para distinguirse unos de otros, y además protegerse de cualquiera que quisiera infiltrarse al movimiento-, parecían de momento una enorme masa amorfa transitando sobre la misma vía rápida.
Ni el calor de las dos de la tarde, ni el poco aire desanimaron el espíritu combativo. “Huelum, huelum, gloria, a la cachi cachi porra, a la cachi cachi porra, pim pom porra, pim pom porra, Politécnico, Politécnico, gloria”.
Justo después del cruce de Marina Nacional, se logró captar a un anciano y junto a éste a una mujer también de la tercera edad, ambos en la azotea un edificio de la zona. Aplaudían a manos llenas a los contingentes. Sin embargo cuando el bloque de médicos transitó por ahí, el hombre de avanzada edad alzó lo más alto que pudo su chamarra del Politécnico, acto que le valió la ovación y los aplausos de miles de estudiantes.
Acostumbrados a que las marchas estudiantiles traigan pérdidas para sus empresas, sobre todo las que tienen amplios aparadores de cristal y se encuentran a ras de avenida, trabajadores de dos o tres agencias automotrices cercanas a la calle de Gutemberg, en la colonia Polanco, al ver al contingente de jovencitos de distintas vocacionales corrieron a los accesos principales a fin de bajar cuanto antes las rejas metálicas y evitar desperfectos en sus inmuebles.
Lo curioso del caso es que los más jóvenes de la marcha, los estudiantes de escuelas vocacionales pasaron por la zona, sin voltear un solo momento a ver las puertas de cristal. En realidad estaban más concentrados en las porras, en no romper por ningún momento su propio cerco de seguridad, y también en lanzar en cualquier cantidad de improperios contra la directora general del IPN, Yoloxóchitl Bustamante.
El Goya universitario acompañó la protesta politécnica, pues contingentes de diversas escuelas de la Universidad Nacional Autónoma de México marcharon en su apoyo, así como de otras instituciones de educación superior.
Al pasar por el Ángel de la Independencia, un grupo de simpatizantes los esperaba con pancartas de apoyo y les gritaba “¡No están solos, no están solos!”, y más adelante, en el cruce de Insurgentes y Reforma, un grupo del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) hizo lo mismo.
La movilización fue encabezada por el contingente de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), la cual inició un paro el pasado 17 de septiembre en rechazo al nuevo plan de estudios de esa unidad académica.
El conflicto de esa escuela coincidió con la aprobación, la madrugada del pasado 24 de septiembre, del Reglamento interno de la institución, lo que generó el rechazo generalizado de la comunidad, la cual considera que atenta contra sus derechos -tanto de los estudiantes como de los docentes- y que reduce la educación a una «capacitación para ser mano de obra barata».
Los diez puntos que conforman el pliego petitorio a los que dará respuesta la Segob el próximo viernes son la cancelación del reglamento interno, cancelación de los planes de estudio que “tecnifiquen la educación”, fuera porros del IPN, democratización del Politécnico Nacional, aumento de presupuesto al instituto, salida de la Policía Bancaria del IPN, cese de pensiones vitalicias de exdirectores del Politécnico, destitución de Yoloxóchitl Bustamante Díez de la dirección general del IPN, dar a conocer el papel del sector privado en la institución y garantías de no represalias en contra de los participantes en el movimiento.