Andi Uriel Hernández Sánchez/Contrastes
El poder político y la prensa
De nuevo el discurso clásico de descalificaciones a los adversarios y las propuestas fallidas en materia de seguridad y de combate a la delincuencia han desinflado al precandidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, a quien el esquema de peleador callejero y de sus expresiones ausentes de contenido y de realidad, lo tienen en una encrucijada política en el mejor momento de poder disputar su tercer elección por la presidencia del país, pero le gana la víscera que le rebasa a la emoción.
En lo que AMLO, dice que la tercera es la vencida, se estará dando cuenta de que las señales que debe mandar al pueblo, a la gente de a pie, deben ser creíbles y de una vez por todas dejar de seguir con un discurso falaz, muy peligroso que a la gente no le gusta, porque hay cosas más importantes de que preocuparse en el día y no por el resultado de una elección presidencial, que da lo mismo siempre perder en sueños y anhelos incumplidos.
López Obrador, emula en el accionar de una personalidad de mucho ego, y eso pone a pensar de qué le sucederá al país, cuando sí el destino lo lleva a ponerse la autentica banda presidencial en un verdadero predicamento y no la que se auto-impuso.
Hay quienes dicen, que puede darse una gran cacería de brujas y una corredera que no resolverá los serios y graves problemas que tienen al país postrado en temas de seguridad, corrupción y de impunidad, más lo que acumula con los económicos en el día a día, de quienes sin empleo o no, o en el mundo del subempleo tienen que sufrir de un alto costo de la vida, y aun así hay que pagar impuestos, alimentos y gastos de educación para que los hijos puedan acceder a través de la superación personal a otros niveles de vida.
La apuesta está por verse, la moneda en el aire y la disputa intensa electoral de dimensiones insospechadas en donde hay quienes también pueden correr el riesgo, de ya que más se puede perder, con un personaje que ansía el poder político como nadie más, porque siente que en esto le va la vida.
Hay que recordar las consecuencias del enfrentamiento de Fox y AMLO con resultados serios que lo llevaron perder el cargo de jefe gobierno de la ciudad de México. El choque de trenes y de egos, todo por el incumplimiento de la ley a causa de una disputa por un terreno y la apertura de una vía pública, que termino el 7 de abril de 2005 con el desafuero del tabasqueño.
Los políticos se deben mostrar congruentes y serios en las propuestas en el tema gubernamental y esto en todos los cargos de elección popular.
La rudeza del discurso no debe ser parte de una campaña política en donde se destrozan unos a otros y ahora, se entra a otra fase de las ofensas familiares, algo que no pasaba nunca.
El famoso Sr. López, la dejó pasar en el estado de México y entró ya a una dinámica de las rivalidades, los acuerdos y las banalidades. Dicen que la tuvo y la dejó ir.
Entre sus mensajes delicados ofensivos en contra de la gente a los que regaña con el micrófono en la mano, y hasta crítica que en los hogares se pasen viendo cinco horas la televisión, porque eso los enajena y los atonta.
Que se lo diga a Donald Trump, el presidente del país más poderoso del mundo, que dicen que ve televisión cinco horas diarias como diversión y distracción y aun así se proclama como un genio.
El Peje, exhorta además, a no creer en las noticias y critica a los periodistas que pone en un mismo rasero a los de este país y el mundo, porque simplemente los descalifica.
Lo que significa, que para un personaje que sin poder político, puede descalificar de forma generalizada con poder lo podrá ya hacer de forma dirigida.
Aquí hay que recordar, el caso que derrumbó profesionalmente a don José Gutiérrez Vivó, el empresario y periodista emblemático de un género de informativo urbano en la ciudad de México, quien no resistió a la amenaza a pesar de su mayor experiencia no sé dobló.
–y lo dice Gutiérrez Vivó– desde antes de que Felipe Calderón, asumiera el poder presidencial de este país, una visita de exigencia de venta de sus medios informativos de radio y periódico Monitor–, ante la negativa, el michoacano prácticamente lo envió al destierro y hoy vive sus últimos días quebrado y enfermo en EU, porque hasta perdió la casa en la capital del país.
Finalmente a juicio de los expertos en el análisis de la política a AMLO ya le gustó subir al ring al gobernador de Veracruz Miguel Angel Yunes Linares, quien no es su contrincante, cuando lo que debería de hacer es reunirse con la militancia de Morena y dejar de buscar pleito. Así no va a llegar lejos y no lo entiende. Al tiempo. Así las cosas.