Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
No conozco a Gregorio… es más, ni su trabajo… mentiría si dijera que lo he leído alguna ocasión. Puntos distantes nos hacen imposible coincidir. Pero conozco a muchos que ahora tienen un grito que obliga a unirnos, no sólo a reporteros, columnistas, articulistas y demás fauna que integra el periodismo, sino también a la sociedad en su conjunto, desde maestros, estudiantes, padres de familia y burócratas así como el universo tan complejo que envuelve a nuestra comunidad… sí, hoy creo que todos debemos unirnos en ese mismo grito: “Queremos vivo al reportero Gregorio Jiménez de la Cruz”.
II
Es difícil perder a un compañero de trabajo… es más difícil perder a un amigo, o a una amiga como lo fue Regina Martínez.
Aún duele a quienes convivimos con ella escuchando “The Doors” acompañados de una cerveza y una plática tan sabrosa que las horas se deslizaban cual agua entre manos. Aún duele recordar las veces que uno era receptor de sus “mentadas de madre” cuando al día siguiente veía que por espacio, se tenía que cortar a lo salvaje sus notas… sus extremadamente largas notas… don Yirineo Hernández era un salvaje con el “cutter” o “exacto” y donde veía punto, ¡zaz! cortaba.
No sé qué tiempo ha pasado de ello… pero aún recuerdo la noche en que me dieron la noticia…
Por eso me uno a un grito: “Queremos vivo al reportero Gregorio Jiménez de la Cruz”.
III
Aún no se digiere el caso Gibrán… y Sergio…
Y si a esto le sumamos las pobres declaraciones que algunos actores políticos han externado en torno a la inseguridad, entre “dramatizaciones”, “innecesaria la presencia del titular de SSP” y “normal” los casos de inseguridad, ¿qué podemos esperar entonces de quienes se dicen nuestros representantes si viven igual en un mundo maravilloso donde no pasa nada?
Ya nos queda el recuerdo de Regina, Milo Vela, Guillermo Luna, Gabriel Huge, Yolanda Ordaz, por citar los inmediatos… pero estamos en tiempo para hacer algo por el compañero reportero que fue levantado por un grupo armado la mañana de ayer… hacer un solo grito: “Queremos vivo al reportero Gregorio Jiménez de la Cruz”.
III
No, en serio que no se trata de atacar al Gobierno, al gobernador, al secretario de Seguridad Pública o al Procurador… no… como sea, al final, bueno o malo, se refleja en ellos sin necesidad de escribirlo o comentarlo. No se trata de satanizar a nuestras autoridades en este momento pero es inherente el comentario de una familia angustiada, de compañeros molestos y tristes por una enésima situación en contra de un miembro del gremio reporteril: “¡Hagan su trabajo!”
Debo entender que hay cosas que escapan de las posibilidades y alcances de este gobierno, pero también el Gobierno debe entender que si hay desconfianza, recelo, temor, incredulidad y recelo hacia él, es porque los hechos orillan a hacerlo.
No conozco a Gregorio pero quiero conocerlo… por eso, hoy me uno a un grito por él porque tengo amigos, tengo compañeros, tengo familia; y estoy seguro lector que mañana no quisiera que hubiera un grito por usted, por eso lo invito a unirse a esa exclamación que suena a un “Ya Basta”: “Queremos vivo al reportero Gregorio Jiménez de la Cruz”.