Elección presidencial cerrada en EU; de México solo referencias a la violencia
El hombre es incapaz de elegir y siempre cede a la tentación más fuerte.
André Gide (1859-1951) Escritor francés
El 2024, está en el umbral de las elecciones donde se renueva el Senado y la Cámara de Diputados, así como 9 gubernaturas, 31 congresos locales, 1580 ayuntamientos, 16 alcaldías en la Ciudad de México y la Presidencia de la República. Aquí, se debe tener cuidado en no descuidar las finanzas públicas del país.
En ese escenario para el 2023, es clave el presupuesto de Egresos del gobierno federal, mismo que tendrá 8.2 billones de pesos (8,200,000,000,000); una cantidad envidiable que ve la supervivencia de su gobierno en la sucesión presidencial del 2024.
Pero, no sólo es la supervivencia de Andrés Manuel López Obrador, sino del resto de la estructura que armó, en base a juntar a lo peor de lo peor de los partidos opositores (y, eso ya es decir mucho), que en el caso de perder los comicios federales, la guadaña juzgadora les caería luego de infinidad de actos de incompetencia y corrupción.
Por ello pone especial énfasis en ganar los comicios, el abultar los programas sociales, que no han servido para disminuir la pobreza, pero son clave para obtener la simpatía de los electores.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 plantea destinar el próximo año 600,321.9 millones de pesos (mdp) a 16 programas sociales que el gobierno federal considera prioritarios y estratégicos en los procesos electorales.
Los programas sociales son ineficaces para disminuir a pobreza y desigualdad, ya que desaparece otros programas que son estratégicos para amainar la pobreza a corto, mediano y largo plazo. AMLO desapareció el Seguro Popular y creó del INSABI que no funcionó y obligó a millones de mexicanos a acudir a los servicios privados de salud; desmanteló el abasto de medicinas y se eliminaron las escuelas de tiempo completo, así como las guarderías. Todo lo que oliera a avances sociales de los gobiernos anteriores.
Por si fuera poco, el presupuesto, independiente del gasto corriente, está enfocado a aterrizar las obras sexenales de Andrés Manuel López Obrador, como la refinería de Dos Bocas, el Tren Transístmico, el aeropuerto de Tulum, el Tren Maya, entre otras.
Los indicadores macroeconómicos están por los suelos y todo hace indicar que, ante la inflación y la salida de capitales, podríamos ver un dólar con un encarecimiento que afectaría elpeso mexicano y, con ello, una devaluación que, como dijo en su momento José López Portillo, “presidente que devalúa, es un presidente devaluado”.
En fin, este es el presente de una política económica reactiva y no proactiva.
Al dinamitar la economía del país, todavía López Obrador, tendría un margen de maniobra corto, pero suficiente para enfrentar el proceso electoral. Sin embargo, para el sucesor sería un desastre.
Con una deuda pública de más de 1.2 billones de pesos, así como una deuda externa que nos aniquila casi el 20% del presupuesto, entonces veremos a un sucesor de AMLO, sea del partido que sea, que estará en serios problemas económicos.
El desastre está a la vista, pero hay economistas que se niegan a aceptarlo ya sea por los intereses de las empresas que representan o, simplemente, por miopía política.
Pobre sucesor de López Obrador.
PODEROSOS CABALLEROS
UNIVERSIDADES DE BIENESTAR, POLVORÍN
En su visita a Guerrero, estudiantes de Universidades del Bienestar protestaron ante AMLO por falta de sede y pidieron cese de Raquel Sosa, la directora de ese conglomerado de universidades que no son lo que dijeron que sería, ni generan una educación digna de los estudiantes que depositaron su confianza en el actual gobierno. Simplemente es un fraude, que se convierte en un caso explosivo, ante lo que pueda ocurrir en el corto plazo. Los estudiantes no tienen una educación elemental y suficiente para poder competir en el mercado laboral. La otra, es que sus títulos son menospreciados y, lo peor, es que la misma SEP, no les da el reconocimiento para sus cédulas profesionales. Otro fraude monumental de la 4T, que puede provocar un estallido en uno de los emblemas de López Obrador.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: KELLOGG Y SORIANA
Kellogg, liderado por Víctor Marroquín, y Soriana, de Ricardo Martín Bringas, unieron esfuerzos contra el hambre y la inseguridad alimentaria que se vive en México. Donaron 2 millones de porciones de alimento que beneficiarán a 500 mil familias. Las metas globales de los indicadores en materia de nutrición para 2030, se ven difíciles de lograr a nivel mundial. Los avances se han paralizado o la situación está empeorando: en 2021. Por ello, es imperante que se involucren empresas y sociedad en general, en el combate de la miseria en México y el mundo.
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