Raymundo Jiménez/Al pie de la letra
Creo que con el tiempo mereceremos no tener gobiernos.
Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.
Desde el Palacio de Covián llegó la orden a San Lázaro, en la oficina de Ignacio Mier, líder de los diputados de morena, para frenar el proyecto de Ley Minera que puso en jaque las inversiones por miles de millones de dólares.
El proyecto lo había intentado por segunda vez, el senador Napoleón Gómez Urrutia, conocido como Napito, y quien están vengándose de empresarios mineros que lo persiguieron “justificadamente” por fraudes cometidos contra rabajadores mineros.
Sin embargo, ese proyecto aprobado por los diputados de Morena, es un gazapo indescriptible, que en lugar de defender los intereses de los mineros, quienes viven en condiciones infrahumanas, aniquila sus fuentes de trabajo y no tendrían una fuente de donde sacar dinero para sobrevivir.
Era tan impactante esa ley, que provocó que el gobierno de Canadá externó su preocupación por las propuestas de reforma a la Ley Minera de México, ya que afectaría las inversiones canadienses en el sector minero del país. Esto lo destacó la ministra de Comercio Internacional de nuestro segundo socio comercial, Mary Ng en una llamada a la titular de Economía Raquel Buenrostro. Ng alertó que la reforma a la Ley Minera, también pone en riesgo la competitividad del bloque de Norteamérica y la resiliencia de las cadenas de suministro.
Pero, el más “sentidito” fue Napito, quien aseguró que las grandes empresas mineras se resisten a la reforma en curso. El problema principal que teníamos enfrente es el tiempo disponible, no para la discusión, sino para la aprobación. Porque la intención era aprobar la reforma y las consideraciones que hubieran quedado pendientes, concretarlas en agosto o septiembre próximo.
En los dos puntos es necesario hacer varias precisiones: Napito es ciudadano canadiense, desde que usó Vancouver, un paraíso en el Pacífico Norte, como su refugio ante la persecución que sufrió por un fraude a los mineros por más de 50 millones de dólares. Claro, también tiene la nacionalidad mexicana, por nacimiento, pero él está aquí, porque sigue siendo un gran negocio el liderazgo sindical.
Asimismo, no toca las empresas verdaderamente grandes como Goldcorp, que difiere en las cifras que entrega la Secretaría de Economía y las que recibe la Bolsa de Toronto, en Canadá. La diferencia es en contra de México. Dicen que exportan 12 toneladas de oro a Canadá, pero hay registros bursátiles en Canadá ronda las 19 toneladas. Es una millonada en dólares. Con ellos, canadienses, no se mete el senador de doble nacionalidad.
Atrás de la ley y de su repudio en el Congreso, lleva a otras reflexiones. Por ejemplo, fueron los legisladores de Morena, que dijeron no a la propuesta. No dieron ninguna explicación, sólo boicotearon el proyecto y se echó abajo.
Los políticos del PVEM se quitaron las máscaras. Fueron ellos, los que abandonaron su alianza con Ignacio Mier, de Morena. Esto, pese a que algunos trasnochados dijeron que habían un avance democrático.
Al mismo tiempo salió la figura de Jorge Larrea, presidente de Grupo México, uno de los más importantes en el país, considerado amigo del Presidente López Obrador, quien fue considerado como uno de los impulsores del fracaso de esta ley.
Además de Larreal está la familia Bailleres, de Grupo Peñoles, que usó a los diputados del PVEM, para frenar la ley que goza de enormes deficiencias, incongruencias y sobre todo hiel de Napito.
Primero, fue una ley hecha en servilletas de papel. Afectaría a muchos potentados mexicanos, aún en la Cuarta Transformación, donde también impone decisiones sobre el uso y aprovechamiento de agua. Esto dejaría en manos de la burocracia de Aguas, la decisión de dejar en manos de cualquier persona un negocio de agua para la agricultura o el consumo humano.
Bajo el chauvinismo de que el “el Estado” retomaría la rectoría de la actividad minera, no dejaban de lograr enormes ganancias económicas de las empresas que explotan la riqueza nacional.
La minería y el agua, son riquezas en las cuales los gobiernos mexicanos, no tienen ningún control. Se basa en actos de buena fe de quienes reciben concesiones de su explotación, pero no tienen la suficiente estructura para tener vigilancia a fondo de los que se saca de las entrañas de la tierra.
Esta ley, es simplemente un esfuerzo de socialistas trasnochados, ignorantes, prejuiciosos y estúpidos. Hagan las cosas bien, o mejor no las hagan. Asesórense de especialistas, no de sus amiguitos a lso que les pagan por cargarles la mochila. Profesionalícense. No es mucho pedir.
PODEROSOS CABALLEROS… Tras 80 horas de estar materialmente desaparecido, el presidente López Obrador envió un mensaje grabado de 18 minutos en donde habla de querientes y malquerientes. No era morbo el buscar conocer a precisión el estado de salud del Presidente de la República. La ausencia temporal o definitiva del Líder del Ejecutivo prevé problemas graves de gobernabilidad. Sin embargo, todo hacer ver que AMLO, como el Sensei de la propaganda, aprovechó su enfermedad de Covid19, para generar incertidumbre e inquietud de seguidores y opositores. *** INSABI: El gran fracaso del gobierno de AMLO es sin duda alguna la desaparición del INSABI, el proyecto ancla de la llamada Cuarta Transformación. Pasaron todo al IMSS Bienestar, en forma intempestiva a sólo unos meses de que terminará su gobierno. Atrás de ese fracaso está el “glorioso” burócrata de la medicina, Hugo López Gatell, quien ha metido al presidente en todos los embrollos. Su incompetencia es tal que su paso por la Secretaría de Salud, es desastroso. Ahora, al paso del tiempo, el INSABIL, que sustituyó al llamado Seguro Popular, que institucionalizó Vicente Fox y llegó a sus climas con Enrique Peña Nieto, acabó con consultas, atención médica y medicinas que, ahí pobremente, teníamos los mexicanos. Con ello INSABI se acabó hasta con la distribución de medicinas gratuitas. El fracaso de la policía médica del país, tiene nombre y apellido: Hugo López Gattel. Claro, el presidente tiene responsabilidad por imponer a un personaje como el que se cree español y que desprecia a los mexicanos. Ese que carga en sus espaldas la muerte de más de 800 mil mexicanos y el abandono de nuestros médicos.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA… AUDI: La armadora alemana Audi, bajo el liderazgo de Edgar Casal, mantiene su programa Audi Go Green. A nivel global, cuenta con el programa medioambiental Mission: Zero, el cual hace que la producción de automóviles sea respetuosa con el medio ambiente, evitando las emisiones de carbono en los lugares donde realiza sus operaciones. En México la huella de carbono es de 3.7 toneladas de CO2e y se encuentra entre los primeros 15 países a nivel mundial por al emitir 737 millones de toneladas de CO2e.
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