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XALAPA, Ver., 25 de mayo de 2021.- ¡Misión cumplida! Estoy lista para regresar a Veracruz expresa Luz Miranda Atilano Herrera, joven originaria de Naranjos Amatlán, quien a sus 21 años de edad, es la mexicana más joven en colaborar para la Agencia Espacial Europea en el área de investigaciones biológicas.
En entrevista vía telefónica, desde Polonia, para Quadratin Veracruz, platica su travesía hacia la consumación de un proyecto más en su trayectoria académica y profesional como astronauta análoga.
Hija de docentes, soñadora, alegre, perseverante, disciplinada, dedicada al estudio, apasionada por las matemáticas y comprometida con sus metas, cuenta que el camino recorrido no ha sido fácil, alcanzar este objetivo la obligó a trabajar más.
Incluso, recuerda, se ha enfrentado al racismo y misoginia por lo que está convencida de que es fundamental acortar la brecha de género para la inclusión de las mujeres en el campo de las ciencias espaciales.
“Mi sueño no ha sido ser astronauta pero sí contribuir de manera científica a la evolución tecnológica que esto conlleva”.
Agrega que tocó muchas puertas para el financiamiento de los gastos que la llevaron a Europa, pero no obtuvo respuesta.
Es así que con el respaldo de paisanos, en Naranjos y Cerro Azul, organizaron rifas y donaciones; su madre y padre han sido el pilar rector de sus metas, esto le permitió lograr la aportación como encargada de cultivos de plantas, hidroponía en distintos tipos de soluciones de agua, en el proyecto de Österreichisches Weltraum Forum/Austra Space Forum.
De esta forma la veracruzana representa a México en el cargo de ‘BioLab Officer’; el trabajo que ha desempeñado en el último mes junto con un equipo de profesionales trascenderá a futuras misiones espaciales estimadas para finales de este 2021, y que, probablemente, contribuirán a las investigaciones que se realizan en Marte.
El confinamiento por la pandemia del Covid 19, dijo, ha sido pauta para el desarrollo de proyectos como el que ha concluido, en tanto que, enfatizó, se siente satisfecha de sumar sus conocimientos a nuevos estudios relacionados, por ejemplo, al impacto del entorno ante el aislamiento.
Luz Miranda es ejemplo de que los sueños se hacen realidad con dedicación y empeño, aunque reconoce que sí da miedo ir en busca de estos.
“Para financiar este sueño luché muchísimo, tuve que hacer rifas, familiares me hicieron donaciones, y lo agradezco muchísimo. Pero sí, ha sido muy difícil en la cuestión económica (…); yo trabajé, mis papás igual me apoyaron, hubo gente de Cerro Azul apoyándome muchísimo, pero sí en cuestión económica ha sido muy difícil y no puedo estar pidiendo dinero a mis papás, tengo que buscar mis financiamientos”.
No obstante, a pesar de las complicaciones, refiere que le satisface recibir tantos comentarios de niñas y mujeres de todas partes del mundo en sus redes sociales.
“Me dicen cosas muy bonitas, me dicen que les inspira mi historia, que aunque no sean los mismos sueños, se motivan a retomarlos, porque trabajé por mi sueño, no me quedé detenida y pues esto es muy bonito (…) entonces yo publico esto más que nada para recodarle a las mujeres que pueden lograr sus sueños si se lo proponen”.
En unos días, la estudiante de sexto semestre en Ingeniería Aeroespacial, en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, retornará al país, a Veracruz, extraña estar en casa, sin embargo, ya analiza su participación en nuevos proyectos.
“Voy a regresar a mi casa, voy a seguir trabajando porque tengo que seguir juntando dinero para el siguiente programa que va a ser en NASA, y como no estoy recibiendo apoyo externo, yo tengo que trabajar”.
Y adelanta que en los últimos meses del año podría viajar a Colombia, “a finales de año, me han invitado a un evento de astronomía en ese país y pues tengo que seguirle, tengo que seguirle, mi soporte es pensar en que estoy haciendo lo que me hace feliz y en eso estoy enfocada no en la aprobación externa (…) estoy viviendo mis sueños, mis metas y eso es lo importante”.
Miranda Atilano tiene ya un amplio currículum, en el que destacan colaboraciones en el Aztechsat-1, el primer nanosatélite mexicano dirigido desde la Estación Espacial Internacional en coordinación con la Agencia Espacial Mexicana y la NASA, sus investigaciones sobre cultivos en la Luna la llevaron al Congreso Internacional de Astronáutica, también ha estado en la NASA para participar en el International Air and Space Program.
Su trabajo de proyección internacional la ubica como la mexicana más destacada de su edad en este ámbito; por ahora, no ha planeado ir a la Luna pero sí seguir luchando por sus metas en la Tierra.