José Luis Camacho Acevedo/Se va Ciro; atacan El Debate en Culiacán
Tal parece que existiera un acuerdo PRI-PAN en el Estado de México: que gane Morena.
Aunque si lo hubieran hecho, no les habría salido tan bien.
Los priistas quieren perder porque al gobierno estatal le bastaron cinco años y fracción para hundir a la población en la inseguridad.
Desde que se tiene memoria, nuca había estado así de mal el Edomex.
El candidato priista Alfredo Del Mazo no tiene nada qué ofrecer, porque un puente, un hospital o un paso desnivel carecen de sentido cuando a los trabajadores les roban la quincena en el microbús.
Y Josefina camina de puntillas y en pantuflas, para que nadie la oiga, rumbo a la derrota.
Entre enero y febrero de este año se robaron, con violencia, tres mil 354 vehículos en ese estado.
Cuatro de cada diez coches que se roban con violencia en el país, son hurtados en el Estado de México, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Se trata -nos dice el reportero David Saúl Vela en estas páginas- de una cifra récord en la entidad, que equivale a una tasa de 19.32 robos violentos de vehículos por cada cien mil habitantes, de lejos la peor cifra del país, muy por encima de Sinaloa y de Guerrero, por ejemplo.
El Estado de México es también el campeón nacional en homicidios, secuestros y extorsiones.
Según la encuesta de percepción de inseguridad, del INEGI, el 95.3 por ciento de los habitantes de Ecatepec vive con miedo.
La percepción de inseguridad en el Estado es de 72 por ciento.
La democracia, y hasta la comida, no saben a nada cuando no hay seguridad personal ni patrimonial.
Eruviel Ávila no fue capaz de crear una buena policía estatal, y ahora, cerca de las elecciones, pide ayuda federal para atender la crisis de inseguridad en Ecatepec, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl, Los Reyes, Atizapán, Naucalpan…
Un gobierno así es una vergüenza para el PRI.
Del lado del PAN, da la impresión de que Josefina piensa que es candidata a secretaria General de la ONU: quiere quedar bien con todos y baja la voz para no hacer ruido ni que la vean.
Es cierto que aún no empiezan las campañas, pero no está prohibido dar entrevistas.
Y en las entrevistas se vale criticar, señalar problemas y sus responsables.
¿No lo quiere hacer? Entonces no hubiera aceptado la candidatura.
Y mientras Del Mazo está maniatado por las cifras de un mal gobierno de su partido en el Estado de México, y Josefina medita, la señora Delfina Gómez, de Morena, navega como pez en el agua por estaciones de radio.
Ayer mismo decía con López-Dóriga que está en contra de la reforma educativa, del mando policial único y no expresaba una sola idea en materia de seguridad. Pero hablaba.
Es decir, el Estado de México se va a poner aún peor si gana la candidata de Morena.
¿Se imaginan al estado más importante de México con sus autoridades en franca oposición a la reforma educativa?
¿Y sin colaboración con el gobierno federal para contener la delincuencia?
La descomposición del Estado de México es una posibilidad real, con todo lo que eso significa para el país.
Eruviel ha hecho muy bien su parte para que la población rechace a su partido (el PRI tiene 28 por ciento contra 61.9 de hace seis años).
Josefina no quiere dar el estirón para encabezar el descontento que existe en el Estado de México.
Entre PRI y PAN van a poner a Aníbal en las puertas de Roma.