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XALAPA, Ver., 21 de octubre de 2016.- Es necesario reformar a fondo la Ley del IPE, pues se requieren cambios profundos que garanticen el cumplimiento de sus funciones básicas, así como convertirlo en banco de los trabajadores del estado, indicó la presidenta de la Coalición de Pensionistas Independientes de Veracruz (Copipev), Adriana Chávez Tejeda.
«Se requiere un cambio de paradigma que permita que el IPE recupere y lleve a cabo las funciones básicas para las que fue creado, que son recibir el dinero de cuotas y aportaciones, administrarlo en cuentas bancarias para obtener rendimiento, hacer préstamos a los derechohabientes y pagar las pensiones en tiempo y forma».
De acuerdo con la propuesta de la organización, el IPE debería contar con capital propio «y recursos que hay que recuperar, donde no cabría la mano de ningún gobernante, de ningún líder sindical, de ningún otro empleado público«.
También proponen un esquema administrativo encabezado por un director gerente electo por el Congreso a partir de una convocatoria, que cumpliría con requisitos rigurosos, con permanencia de tres años y una reelección; un tesorero sin reelección con un procedimiento similar de elección; un encargado de departamento de exigencia de derechos; comité de vigilancia con representación de trabajadores activos, pensionistas, Derechos Humanos, Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI) y Contraloría General del Estado (CGE).
La líder de pensionados precisó que esta propuesta legislativa significaría grandes ventajas para la operatividad del organismo, entre las que destacan deshacerse de la burocracia que satura la nómina del IPE, y que en los últimos años no ha servido para mantener a flote sus finanzas.
Lo anterior, al señalar que hasta el momento la nómina del IPE no se ha querido dar a conocer, aunque se tiene conocimiento de que hay un gran número de asesores de todo tipo que generan gastos al erario.
«Tendría grandes ventajas, entre las cuales está la de prescindir del aparato burocrático que han ido creando para satisfacer nepotismos y beneficiar a los amigos, aparato que ha alcanzado dimensiones tales que precisa de 11 asesores jurídicos y un numeroso equipo de coordinadores de todo tipo».