Carlos Ramírez/Indicador político
Parece que estamos en la época Cardenista, con las embestidas de viejos cristeros para regresar a la Edad Media. Las presiones de la ultraderecha en este momento, para meterse en el panorama de la educación en México y aplicarle sus posturas retardatarias, tiene como aliado al poder judicial. La jueza Yadira Medina Alcántara que amparó a la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), que exige la revisión de los libros de texto gratuito en el que se aplica el programa de la SEP Nueva Escuela Mexicana, ya aparece demandante y fija términos lapidarios contra la secretaría, para que esos libros sean sujetos a la revisión. Indudablemente la ultraderecha ha pedido esa revisión para cambiar adelantos. No es tan generosa que proponga que dichos libros se extiendan a otros sectores de la sociedad o algún otro beneficio sino que quiere meterse al contenido y estipular en las aulas el fanatismo religioso que le da sustento. Ya nos imaginamos las presiones que sufrió Lázaro Cárdenas cuando reformó el artículo tercero constitucional en 1934, para crear la educación socialista. Fue de hecho el principio del laicismo en la carta magna, ya que el presidente fincó ese principio de que toda educación debe estar libre de los fanatismos y de cuestiones religiosas. La reforma, con añadidos, sigue vigente en la Constitución.
LA CNTE SOSTIENE QUE LOS ASPECTOS PEDAGÓGICOS PUEDEN SER REVISADOS Fuerzas progresistas le han dado el visto bueno al proyecto de cambio que pone en marcha este gobierno para crear mecanismos pedagógicos de desarrollo intelectual y generar en el niño y en el adolescente un criterio abierto ante el conocimiento. Deben ser en todo caso, los sectores que se nutren de ese conocimiento, maestros y estudiosos especializados, los que revisen, apoyen o propongan cambios a los contenidos. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha sustentado en voz de algunos de sus líderes que el cambio pedagógico es propicio pero no lo político, que es lo que quiere la UNPF. Periódicamente la mencionada unión o algunos de sus ramales, han creado conflictos de este tipo, como sucedió en Nuevo León cuando padres de familia de ultraderecha exigían ser ellos los que señalaran todo lo referente a la educación sexual de sus hijos.
EL PROYECTO DE CÁRDENAS PRETENDÍA AMPLIAR LA SOCIALIZACIÓN
De hecho la idea de Cárdenas signada en libros y documentos, al crear el sistema de escuela socialista en parte propugnaba realmente el socialismo. Retomaba partes de un cambio social en la educación que el propio partido en el poder PNR dijo que propugnaba. Se trataba de formar una relación más estrecha entre los sectores sociales, en el pueblo, a través de un conocimiento ausente de fanatismo. No hay que olvidar que acababa de pasar todo el episodio de la Cristiada. Los cambios al artículo tercero en 1934, lanzaron contra Cárdenas a feroces opositores entre padres, iglesia, políticos de derecha, empresarios. Y la respuesta en muchos casos fue violenta, se propuso desde esos sectores, crear las escuelas particulares y en un caso dado ejercer violencia contra los profesores. En un interesante artículo firmado por Mario Palacios Valdez, de septiembre de 2010, La Oposición a la Educación Socialista durante el Cardenismo, que está en redes, se expone el caso de Toluca, con sus atacantes y defensores, mientras ya pululaban las escuelas rurales y se movía desde la oposición, la inasistencia a las escuelas creadas por Cárdenas. La situación actual no ha llegado a esos extremos porque tienen al poder judicial que resuelve a su favor. El momento es importante, porque está en juego una educación abierta y libre, pero profunda en sus temas de enseñanza. Hay que estar pendientes.