Crecimiento y fiscalización: segunda entrega
La entrevista que se ha abordado en estas tres entregas, cierra en el libro Habla Fidel, con una figura extraordinaria en la lucha revolucionaria, la de Ernesto Che Guevara, bajo la mirada de otra figura histórica, Fidel Castro Ruz. En este transitar por el libro del italiano Gianní Miná, el que comenta solo realiza un vuelo de pájaro primero porque no va a incorporar toda la obra y porque tampoco aún en estricto sentido podría plasmar un libro también histórico en todo lo que se trasluce en él. Y es que en la entrevista para la televisión italiana en 1987, de un personaje fundamental del siglo XX, junto con otros que transitaron por su tiempo cada quien desde sus diferentes perspectivas, plantea un lazo con la historia que nos atañe a todos. Se confirma con datos de organismos internacionales que la Revolución cubana tenía ya en 1961 cien mil alfabetizadores para enfrentar a un millón de analfabetas que habían dejado en 10 millones de habitantes y se exhibe el portento de una actividad física y administrativa, pero las teorías que surgen de un movimiento en la percepción de un líder, se archivan en otro nivel: el de los grandes aportes teóricos. El manejo de una revolución aplicada entre viento y marea y obstáculos externos, ha dejado muchos aportes filosóficos, científicos, pero también prácticos.
EL CHE GUEVARA EN LA CARRERA INCESANTE DE HACER LA REVOLUCIÓN
Gianni Miná, recién fallecido, condujo la entrevista con probidad y respeto y cierra con un tema que generaba en Fidel Castro un gran desaliento: la muerte en plena juventud del Che Guevara, en Bolivia. Castro no se desgañita hablando de los militares que lo asesinaron, solo los ve y plasma desde la perspectiva de lo que hacen y cometen según sus convicciones. El era un militar también y al mencionar el libro que uno de esos militares escribió, con los hechos en torno al Che, reconoce que es una obra con datos certeros, aunque sean desde la otra barrera, en el que incluso hay reconocimiento a la valentía del médico argentino. El general Gary Prado que hizo dicho libro, no oculta su admiración, dijo Fidel. Lo interesante fue que en pocas páginas, casi 30, Gianni no esperaba que el lider cubano pudiera contarle con tanta franqueza la historia de Guevara. Señala: ”Fidel me habló del Che hacia las dos de la madrugada, en voz baja, tratando de reconstruir los hechos, de abrir una hendidura en su propia intimidad, de superar los límites que siempre le había impuesto su propia sensibilidad”.
SI EL CHE SE HUBIERA ESPERADO UN POCO, OTRA COSA HUBIERA PASADO
En su larga charla en esa madrugada, Fidel se retrotrajo a México, país que es mencionado varias veces, por haber conocido aquí al Che, en su refugio antes de abordar el barco Granma y enfrentarse a los sucesos que llevaron a Sierra Maestra. De principio hubo una gran simpatía y esta se acentuó en la lucha ya en Sierra Maestra como integrante que siendo médico empezó a mostrar grandes cualidades de dirigente. Al poco tiempo fue captado por Fidel como uno de los líderes de la lucha siempre dispuesto a realizar tareas. En las circunstancias a veces difíciles por el asma que padecía el argentino. Ya triunfante la Revolución, Guevara ocupó diversos puestos, pero desde México había planteado un compromiso futuro que se debería de cumplir: dejar Cuba una vez sentados los principios revolucionarios en el país, para ir a Sudamérica. Su deseo era hacer la revolución en Argentina. Fidel dice que sentía que faltaba cierta madurez en el proyecto, entendía la postura de Ernesto pero sugirió que un tiempo más de espera podría ser importante. El Che se despidió en una carta y viajó a África y a Tanzania, pero Fidel le pidió que regresara pese a su despedida, y cuando él insistió en irse, se publicó la carta. Pero el Che regresó de incógnito y pasó varios meses en instructivos con otros integrantes, fuera de la Habana y Fidel prestó toda la ayuda para su viaje a Bolivia. De manera minuciosa menciona lo que ocurrió allá, a partir del Diario del Che y como se complicaron las cosas, como actuó en desatención un dirigente comunista y la entrada del ejército que lo detuvo con otros y lo asesinó. Todavía menciona Fidel la partida en la Habana, el abrazo de despedida y el recuerdo permanente que no acepta su muerte. “De esto no he hablado”, le dijo Fidel a Gianni. “De algunas cosas que te he dicho nunca se ha hablado realmente. Hay muchas historias que están por escribir…” Pero mucho de lo dicho en el libro sigue ahí, se puede consultar y con esta declaración, el gran periodista que fue Gianni Miná, obtuvo una exclusiva.