Miguel Ángel Sánchez de Armas/Juego de ojos
La juventud, ¿divino tesoro?
La ONU celebra el Día Mundial de la Juventud el 12 de agosto. México aceptó esa fecha, pero no la del primero de octubre, Día del anciano como lo creó la organización internacional. Nuestro país fijó la fecha de la tercera edad el 28 de agosto o sea, que en un solo mes colocó los albores y el final de la vida. Según aquella, hay en el mundo alrededor de mil 200 millones de jóvenes y se cree que en el 2030 la cifra se elevará a mi 300. En México, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) se refiere a 37.5 millones de jóvenes, aunque hay diferencia en la forma como se conceptúa esa juventud. En la ONU ha habido divergencias entre los países miembros que han fijado finalmente entre los 15 años y los 24. En México se toma la edad de 15 a 29. Hay también diferencias entre el número de la juventud estancada, ninis o ejercito de reserva. Para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) son más de siete millones y para la cifra oficial mexicana 5.56 millones. A dos y medio de ellos incluyó el actual gobierno en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro con becas para estudios o capacitación. Los datos sobre la situación de los jóvenes en México serán actualizados en la celebración de la fecha, pero no variarán mucho. La gran mayoría de los jóvenes viven en pobreza e INEGI habla de 90 por ciento de los desempleados totales, 9 jóvenes de cada diez. Esa mayoría carece, además, de seguridad social y servicios de salud.
DESEMPLEO, DISCRIMINACIÓN Y REDUCCIÓN DE OPCIONES EN UNIVERSIDADES
Al desempleo que menciona INEGI, se suma el problema que muchos jóvenes tienen en las casas de estudios. La crisis que enfrentan varias universidades públicas va a afectar el ingreso de miles. Se acaba de informar que siete universidades no tendrán recursos para los siguientes meses; eso, aunado a la reducción de plazas que se ha venido dando afecta la posibilidad de ingreso de muchos jóvenes. La ONU ha creado el Programa Mundial para los Jóvenes en el que aborda en varios capítulos los graves problemas que enfrenta la juventud en el mundo. Hay programas en América Latina sobre el tema, similares a los que aplican o se aplicarán en México con los llamados ninis. Pero el panorama para los jóvenes es incierto con pobreza, guerras, discriminación y desempleo.
JÓVENES GLORIOSOS EN EL PODIO MIENTRAS OTROS COMETEN TERRORISMO
México ha estado henchido de orgullo ante loa excelencia demostrada por los jóvenes deportistas mexicanos que han sumado medallas en los Panamericanos de Lima, Perú. Multitud de veces se ha escuchado nuestro himno nacional cuando los ganadores del oro se elevan en el podio con la medalla de la gloria. Otros ganan premios internacionales en matemáticas, y más allá, algunos presentan avances e investigaciones en casas de estudios. Por contradicción, en el país vecino nuestros connacionales son agredidos por jóvenes supremacistas que causan terror y muerte, Es la paradoja que vive la juventud. Dos de ellos uno de 22 años en Texas y otro de 24 años en Ohio, dieron la nota terrorífica de los últimos días, mientras nuestros jóvenes se alzaban con los triunfos en Perú.
“En aquella parte del libro de mis recuerdos, antes de cuyas palabras muy poco se podría leer, se encuentra una frase que dice: Incipit Vita Nova: Comienza la vida nueva”. Así inicia La vida nueva de Dante, en cuya primera página ya cuenta -y lo hace muchas veces en la obra-, su encuentro con Beatriz. No eran jóvenes, sino niños: el había nacido en 1265 y ella en 1266 y en el preciso momento en que él la vio, ella tenía 9 años. Era pues, el 1275. Según la larga leyenda que rodea estos amores, Beatriz nunca lo conoció; el si la vio una vez o quizá la inventó, dicen. El se duele de que la encontró una vez y ella lo ignoró. Jóvenes ambos -si ella fue Beatriz de Portinari como señalan algunos, murió a los 24 años-, Dante empezó el antecedente de la obra que lo condujo al gran clásico La divina comedia. Por su vida azarosa, de lucha y de creación, su juventud y la de Beatriz por su muerte prematura, no fue precisamente un divino tesoro, como lo escribió el trágico Rubén. Todo su libro es un lamento. Reproduzco solo dos versos de esta edición bilingüe de la Fontana Literaria, 1974:
Si os paraseis y oyerais lo que os digo
el pecho me asegura que no os alejaríais
sin acompañarme en el acorde del llanto.
Pues esta ciudad ha perdido a su hermosa
Beatriz y las palabras que la recuerdan
solo a las lágrimas dan pie y a la tristeza.