Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
El Premio Nacional de Periodismo entregado en ocho categorías, privilegia los temas sociales que afectan a la población
Dos horas para describir una profesión que se vive en siglos día día, parece poco, pero bien que la pudieron condensar en descripciones y hechos, los que hablaron ayer durante la entrega de los Premios Nacionales de Periodismo. Premios únicos como los realza su convocante, el Consejo Ciudadano que fue creado por un grupo numeroso de universidades, institutos de educación, cámaras y organismos diversos para reconocer la excelencia periodística. Pero además para destacar los temas que puedan llegar a las profundidades de la ciudadanía y adviertan, denuncien y ofrezcan propuestas renovadoras. Personajes presentes como el rector de la Universidad Veracruzana presidente del Consejo, Martín Aguilar Sánchez, el conocido político Luis Javier Solana ahora miembro del organismo, y Martín Casillas de Alba copresidente del mismo, coincidieron con los ganadores en esa lucha permanente del gremio ante la agresión, la violencia, no solo contra los propios periodistas, sino contra un pueblo sometido durante tanto tiempo, que acumuló crímenes, desapariciones, corrupción y una avalancha de necesidades que cuesta trabajo resarcir. El periodismo es una profesión de riesgo y peligro recalcó el rector y a su dicho agregó el presidente del jurado Roberto Fuentes Vivar, la pauperización como gremio abandonado, mal pagado, sin derechos a veces y sometido a despidos y desaires. Por su parte Rafael Rodriguez Castañeda, el último director de Proceso de la etapa de Julio Scherer, autor del famoso libro Prensa Vendida (Grijalbo 1993) y quien fue reconocido por su trayectoria, hizo un recorrido del oficio que ha vivido en 44 años y entre otros volvió a aquel viejo detalle que cuenta en su libro sobre personajes que adulaban a los dictadores el día de la libertad de expresión. A él se sumó en la crítica de un periodismo agraviado, el reportero Rogelio Hernández López, quien recibió mención honorífica por su trabajo Isabel Arvide y su modelo de hacer periodismo
TRIUNFADORES FELICES, SIN BAJAR LA GUARDA ANTE LA REALIDAD QUE SE VIVE
Triunfadores de las ocho categorías intervinieron para comentar su trabajos que incluyen la cuestión indígena, la desigualdad en una sociedad en la que priva el interés, la defensa indirecta de la comunidad gay en el filme de David Pablos, Los 41, la terrible realidad de los niños armados de Guerrero, la claridad de una caricatura que desnuda a un sistema injusto, la forma como empresas transnacionales contaminan ríos y ocasionan la muerte de niños y afectan comunidades, entre algunos de los temas tratados a partir del llamado periodismo colaborativo como el que se dio en Aguas Negras blanco del crimen organizado en Cancún Ellos, los laureados por excelentes trabajos, son: Cesar Alán Ruiz Galicia, Javier Verdín Rojas, Antonio Helguera ya fallecido cuya esposa tuvo una presencia emotiva que conmovió a los presentes, Elías Farid Camhaji Mascorro, Adriana González Varillas, Alejandro Castro, Cecilia Suárez, Eric Galindo, Carlos Gutiérrez, Jhasua Razo Quintero, Eduardo Mota García. Federico Mastrogiovani, Daniela Patricia Paasch Adame, Nadia Sachenka Rojas Pérez, Luis Damián Sánchez, Andrea Paula Ochoa Hernández y Manuel Hernández Borbolla.
AGRADECIMIENTO A JURADOS POR MESES DE TRABAJO INTENSO
Durante el acto de entrega de premios que fue conducido por la periodista Carmen Aristegui, se hizo un reconocimiento público al jurado de 15 profesionales del periodismo, académicos algunos de ellos. Miembros del Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo señalaron que la selección de las ocho categorías que tuvieron relevancia fueron escogidas en más de mil 300 trabajos. Es importante difundirlo y reconocerlo porque en casi su totalidad, al menos en este año, los trabajos tuvieron como material de información, los problemas sociales. Fuera de la pandemia, que era el tema crucial y que desde luego se abordó, los periodistas, entre ellos muchas mujeres, incursionaron con gran profesionalismo en los temas más diversos, los migrantes, las lenguas indígenas, la discriminación, el feminismo, el sistema económico, el cine, creadores y mucho más. Se trató de trabajos del año anterior que se examinan en el año siguiente, en el que se premian. De hecho muchos lectores, radioescuchas y televidentes, conocen esos trabajos porque se difundieron en centenares de medios del país. Y en muchos casos es un periodismo que da otra idea de lo que por lo general ofrecen los grandes medios. El concepto ciudadanía del Consejo promotor proviene de su creación a partir de universidades y otros organismos como ya se dijo, y es heredero de aquel antiguo premio que otorgaba el gobierno a través de la Secretaría de Gobernación y que estaba sometido a controversia. Los premios eran entonces más altos, ya habían subido a 250 mil pesos de dinero público y por lo general recaía en medios de alto nivel, a veces con varios premios y el resto del país tenía participación mínima. El actual, que es menor e incluye una obra escultórica de un conocido artista, si bien se toma en varios casos del dinero público, tiene una dimensión diversa o más acentuada a la anterior: la estructura del jurado es plural y proviene de los estados de la república, igual que los trabajos y medios. Hay una intensa promoción del periodismo social que sirva a la ciudadanía.