
Felipe de J. Monroy/El peso del Nuncio, según León XIV
China ya definió su lógico apoyo a Irán. Su postura puede definir una iniciación de guerra mundial o paz. La fuerza de la gran potencia puede calmar los ánimos de Irán e Israel. O por el contrario, los anuncios de sumarse, de Donald Trump, pueden encender más la mecha. Siempre vivimos en la incertidumbre. Por su lado Vladimir Putin ha planteado discutir el tema de Israel e Irán con Donald Trump, para evitar que las cosas se compliquen. Mientras, se ofrece como mediador. Si un sudor frío se sube a la nuca de 8 mil 200 millones de seres humanos a nadie le importa. El nuevo Hitler, Benjamín Netanyahu, más rápido en sus acciones, se lanza como el adalid de la guerra, sabiendo que en todo caso solo se muere una vez. La beligerancia no solo se expresa en la edad muy madura, Netanyahu con 75 años y Trump con 79, en la que poco se puede perder y están en condiciones de destruir al mundo. Vana concepción, aquí dos de los presidentes jóvenes más destructivos fueron Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, de 40 y 42 años en sus inicios, respectivamente.
HAY GUERRAS DE TODO TIPO, HASTA CONTRA TURISTAS EN EUROPA
Hablar de la guerra tiene muchas connotaciones y de hecho en diferentes formas ésta se expresa en todos o casi todos los países del mundo. Véase esa guerra que ha implantado Trump contra los migrantes que de alguna forma se le está revirtiendo. La gente se ha levantado si se cuentan las más de dos mil manifestaciones en contra de Trump y si ocurrió en un día que antes era sagrada para los gringos: la celebración del día del ejército. En esta ocasión la estuvo con las protestas que se extendieron por todo el país contra las imposiciones presidenciales. Los migrantes si tienen fuerza en ese país. Y si vamos a los otros contextos vemos la guerra unilateral en muchos sentidos del loco Netanyahu en la muerte infame contra los gazatíes y la pausa que pone Zelensky para retardar su ya clara derrota, mientras sigue así, empujando la guerra. Y ahora, de pronto, el agresivo Israel contra Irán. Contradictoriamente es de risa que algunos países europeos se sumen en este momento no contra las guerras de armas, ni a la guerra contra los asesinatos de niños en Gaza, sino porque no hallan que hacer con el exceso de turistas que llegan a sus países. Pese a que viven de ellos.
LA GUERRA SIGUE EN MÉXICO CON UNA OPOSICIÓN DESPECHADA, Y EN MÁS PAÍSES
La conflagración violenta no lo es siempre con armas, puede ser con palabras, con mentiras lanzadas, con frases publicadas. Eso pasa en México con una oposición despechada. Pero se está viendo en otros países como en Bolivia en donde ya hay órdenes de aprehensión contra Evo Morales por motivos políticos, como una forma de impedir su regreso al poder. Y en Argentina donde se mueven contra Javier Milei los que apoyan a Cristina Fernández contra la absurda sentencia de seis años, de la Corte sumisa al presidente. En Colombia, hay esperanzas para Miguel Uribe Turbay después de la agresión sorpresiva de un adolescente que se supone ha sido enviado por el crimen organizado. Y así, el mundo despliega sus diferentes tipos de guerra, sin olvidar que la otra, la grande que puede destruir al mundo, tiene connotaciones tan terribles, que tan solo de pensarlo la nuca de los millones de humanos vuelve a humedecerse. Miguel Hernández rechazó en forma permanente en su Poesía de la guerra, todo lo que lleve a la destrucción del ser humano en una guerra. Por desgracia él fue víctima de la guerra de odio y muerte que implantó Franco contra los republicanos. Aquí uno de sus poemas muy conocido:
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amor.
Tristes, tristes.