
Carlos Ramírez/Indicador político
Cambiar la estructura de un poder no es nuevo en los últimos tiempos en México. De hecho tanto en el poder legislativo como en el judicial, se ha hecho en varias ocasiones, aunque solo fuera en el primero por el número de sus integrantes y en el caso del segundo entre otras cuestiones con los añadidos del Poder Tribunal Electoral (TRIFE) en 1990 y posteriormente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así como el Consejo de la Judicatura Federal, en 1994. En el caso del poder ejecutivo ese cambio se ha hecho a partir de partidos diferentes que lo asumen. En los dos primeros casos que se dieron el PRI y el PAN, quizá hubo cambio en la actuación, pero no en lo esencial. Y lo vimos en las pasadas elecciones presidenciales cuando ambos partidos estuvieron de la manita. El tercer caso se dio sorpresivo, porque la izquierda fue siempre la niña rechazada, pero ya lo vieron que se triunfó en el 2018 y en general pese a la retahila de que se gobierna igual porque estamos en el neoliberalismo, ha habido transformaciones que no se hicieron con los otros y que en la siguiente votación, el pasado 2 de junio de 2024, con el triunfo de Claudia Sheinbaum, pueden ampliarse. Un gran avance puede ser el cambio en el Poder Judicial, impulsado por los otros dos poderes.
HAY QUE SALIR A VOTAR, QUIEN LLAMA A NO VOTAR, VIOLA LA LEY
La elección en cauce para reformar el Poder Judicial, está definida en la Constitución y en las leyes secundarias. Llamar a no votar o en contra de partidos contrarios, es violar la legislación, porque todos los candidatos tienen derecho a ser votados. Eso ha hecho Mauricio Kuri, el gobernador de Querétaro al llamar a no votar por Morena, ya que equivale a llamar a no votar, porque Morena es el partido que está llamando a votar por ese cambio. Está promoviendo ante su propio pueblo violar las leyes de la diversidad y utilizar su poder para inducir a su propia ciudadanía a votar en contra, porque la oposición está opuesta a este cambio en el poder judicial. Es difícil que los queretanos sigan esa propuesta porque en ese estado hay gente sensata y que al menos que el gobernador trate de impedirlo directamente, irán a votar.
HAY QUIENES UTILIZAN TODOS LO RECURSOS PARA BOICOTEAR LA ELECCIÓN
A muchos nos interesa tener otro tipo de manifestación de la justicia y desde luego votar el próximo domingo por un nuevo poder judicial. Lo más feo y destructivo se ve en otras personas que han tratado de dilapidar este cambio desde hace meses. Y ya en las vísperas de la elección, hacen lo posible por impedir la votación. Pondré un ejemplo: no diré nombres, es una mujer que solo vive a diario para el odio contra la 4T. Una mujer de SDP. Ese portal yo lo estimo y respeto porque durante más de seis años publicó mis crónicas con todo el despliegue en el texto e imágenes y dejó de hacerlo cuando abandonó la dirección su titular. Pero lo veo y reviso todos los días y me gustan algunos de sus temas. Y leo al antiguo director. Pero la mujer aludida escribió en su columna sobre este gran esfuerzo el pasado 25 de mayo: “En las elecciones judiciales, mal de muchos consuelo de tontos, tontas y tontes”. O sea, somos tontos los que queremos un cambio. Como una versión repetida de otros de la ultraderecha. Ante un esfuerzo tan grande que se ha hecho para llegar a la gran posibilidad del cambio anunciado, solo podíamos decir con una de las muchas frases de aquel gran escritor de El imitador de voces (Alfaguara 1999) Thomas Bernhard: “Cuando en lo sucesivo oíamos su nombre, sentíamos un movimiento de repulsión”