Pablo Jair Ortega/Columna sin nombre
El que el suicidio en México haya aumentado en los últimos años, tiene mucho que ver con los esquemas ya estructurados en una sociedad, que se expresaban y expresan en la vida diaria, estudios, trabajos, relaciones personales y calidad de autoestima. La realidad del suicidio calificada por la ONU tiende a bajar en algunos lugares, pero para el INEGI, desde 2017 a 2022, el número se incrementó a veces por situaciones que ya se venían arrastrando: tristeza, pérdida de interés, sentimientos de culpa, falta de autoestima, trastornos de sueño, cansancio y falta de concentración. Las cifras que da INEGI, ante el Día de la Prevención del Suicidio el 10 de septiembre, son desoladoras y abruman sobre todo a los hombres, los que cayeron en ese extremo en 2022 en 10.5 hombres por cada cien mil y 2.4, de mujeres en la misma cifra. Este aumento lo atribuye a la pandemia ya que la cifra que manejó el año anterior ese organismo, era en promedio de los seis años de 2017 a 2022, de 9.9 de hombres y 2.01 de mujeres por cada cien mil personas. El sector más agobiado es el que se mueve entre los 25 y los 29 años.
POR LAS MÁS DISTINTAS CAUSAS LOS PERSONAJES SE HAN QUITADO LA VIDA
Si se analizan los más famosos suicidios de la historia las causas son muchas, depresión enfermedad, temor a la prisión cuando hay amenaza de encarcelamiento, por presiones como ocurrió con Sócrates, desencanto, soledad y advertencia a la humanidad sobre el aumento del fascismo, que fue el caso de Stefan Zweig y su esposa. Se quitaron la vida Ernest Hemingway, Virginia Woolf, Alfonsina Storni, Sylvia Platt, Manuel Acuña, Yukio Mishima, Kurt Cobian, Vladimir Mayakovsky, y en más lejanas épocas Demóstenes, Séneca, Nerón y la propia Cleopatra. Se pueden agregar miles. La búsqueda de la solución la dan las instituciones de salud y se configura social y políticamente en mejores formas de vida. Pero los grandes teóricos han cifrado ese descenso vital, en el tipo de sistema que se ha tenido.
LEÓN TOLSTÓI FIJÓ EL SUICIDIO DE ANA KARENINA, EN LA PRESIÓN SOCIAL
La novela de León Tolstói, Ana Karenina( Mirlo, edición de lujo 2023) que está considerada una de las más extraordinarias novelas de la historia, enfoca el suicidio de la protagonista, en la presión social sufrida por su amor extramarital al conde Aleksei Vronsky. La novela es larga, alcanza casi las 800 páginas y tiene ocho partes, en las que un narrador anónimo va delineando un escenario en el que el gobierno ruso tiene una variante liberal a diferencia de otros, en manos del emperador Alejandro II de Rusia. En realidad el gran escritor va exhibiendo el final del feudalismo en ese país, Rusia, que ya se acercaba a la gran Revolución de octubre de 1917 con la dirigencia de Lenin. Pero Tolstói escribió aquella novela en los años 1875-1877 por entregas y la publicó completa en 1878. La historia central sobre la bella mujer de altas esferas Ana Karenina, no era sin embargo una historia romántica para adobar el escrito sino un efecto de lo que estaba mostrando sobre un sistema que trataba a las mujeres como cosas propias para el marido y era sancionada socialmente si violaba esa imposición. Abrumada, sin analizar el verdadero amor de Vronsky y llevada por la desesperación, la joven se suicidó lanzándose a las ruedas de un tren. La soberbia sociedad de aquel entorno poderoso, había logrado su fin.