Carlos Ramírez/Indicador político
Se supone que el principio que tienen los organismos internacionales para intervenir en la interioridad de un país es que se agoten las circunstancias internas siempre que la vida no esté en peligro. En el caso del Poder Judicial de la Federación (PJF) lo que está en peligro según sus integrantes, es la enorme fortuna que ha acumulado ese poder, que se constituye en altos salarios y agregados copiosos; un insulto para los mexicanos. El caso es que la presidenta de la suprema Corte Doña Piña, que tiene a su costado a la oposición con la que convive, ha acudido a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar llorosa, que el poder judicial va a ser sometido a una reforma y es urgente impedirlo. En el segundo caso con la mencionada comisión, la señora escala a la OEA, de la cual depende la tal comisión y por esa razón a Estados Unidos, por la cercanía demasiada evidente de la OEA con ese país.
EL PAÍS DEL NORTE EN FRANCO INTERVENCIONISMO EN MÉXICO
A la par que se informa de esta denuncia externa a la que ha acudido doña Piña, el jefe del ejecutivo denuncia que esferas altas de aquel país, entre las que desde luego se encuentra su gobierno, han estado interviniendo directamente contra el gobernante y el país mexicano. Y se refiere AMLO al dinero que ha recibido la oposición de parte de ese país, para lanzar una campaña ofensiva contra él y de paso contra la entonces candidata Claudia Sheinbaum, a quienes se acusaba de narcos. El maremágnum en lo que ha caído la presunta entrega de Ismael Mayo Zambada, también ha dado pie a una protesta por la oscuridad que cae sobre ese tema, en el que curiosamente el vecino país salió ganando con la entrega de dos narcos uno de ellos de alta relevancia. Es curioso también que esto suceda cuando el sexenio va finalizando y se supone que había una buena relación con Joe Biden. Eso puede evidenciar, quizá, que el propio Biden ya no controla ciertas cosas y está nomás de adorno en la Casa Blanca.
DOÑA PÍÑA VA AL EXTERIOR PERO NO MENCIONA CULPABLES LIBERADOS
La presidenta del PJF hace un llamado a los contextos mundiales para que alcen la voz y se defienda a su poder ( y de paso a sus amplias regalías), como si se estuviera cometiendo un crimen. En una movida actitud que desde luego le ha impedido revisar expedientes, la jueza ha demostrado que más que impartidora de justicia, es una persona dada a la gestión política y eso ha venido haciendo en estos meses expuesta o en secreto con líderes políticos o buscando lapidar las encuestas que se han convocado para tratar el asunto de la reforma a profundidad. Lo que no dijo a los organismos internacionales a los que acudió y a ese mundo que convoca globalmente, es el papel que ha jugado su poder en los últimos tiempos, liberando personas señaladas como culpables. En una actitud que más bien demuestra un golpe a quien finalmente pretende reformar un poder, que deja mucho que desear.