Felipe de J. Monroy/ Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido
Siempre me ha parecido absurdo como periodista, que la información negativa sea el sustrato de la noticia. Si es buena, no es noticia. Escribir sobre el extraño caso de Zambada, Guzmán y la ultraderecha en Venezuela, cubre buena parte de las páginas y las redes en nuestro país. Pero no vi ninguna primera plana que informara que hoy se inició la gran Feria del Remate de libros en al Monumento de la Revolución. Y yo que acabo de recibir en un tomo gordotote, por cien pesos, las obras completas de Edgar Allan Poe. Además, una pequeña entrevista a Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica, y creador de estas promociones, en la que se declara un poco cansado por la actividad, pero feliz de compartir con la ciudadanía una enorme cantidad de libros a precios irrisorios. Dan risa las truculencias de los ultraderechistas venezolanos leídas en esas redes o en medios impresos, cuando uno tiene a la mano la maestría de un escritor como Poe, que con genio y pericia podría determinar en este mismo momento cual será el fracaso de esos malandros entregados al imperio. Sin ir más lejos, se basará en la evidencia.
EL SER HUMANO SIEMPRE LUCHA POR ENCONTRAR LA ALEGRÍA
Dado que agosto se inicia con un día dedicado a la alegría, vale recordar que aún en las más terribles situaciones el ser humano busca la salida a su felicidad. No se llama así esta fecha, porque la ONU la centró el 20 de marzo del 2012, El día internacional de la Felicidad. Pero el Día de la Alegría fue creado en Latinoamérica en un encuentro cultural que se realizó en Chile el primero de agosto de 2008, al que se han sumado muchos países del continente, México entre ellos. ¿Quién se va a oponer a festejar un día feliz? Nadie. Y si se crearan más días ahí estaríamos. Lo extraordinario de estas fechas, es que comparten una serie de situaciones que no son solo de jolgorio. Implican llegar a la satisfacción del ser humano, a la búsqueda de lo mejor que exista en la democracia, en el concierto de países y la solidaridad ante todo. Compartir la lectura puede ser parte de ese acercamiento entre la gente.
SOBRE LA ALEGRÍA DE LEER Y OTROS LIBROS QUE REPITEN ESA FRASE
La literatura se finca en su mayor parte en un conflicto. Es un poco como la noticia que necesita presentar la truculencia para que haya interés del lector, ¿Para que escribir sobre alguien que se la pasa muy feliz? Pero aunque uno no lo crea, hay obras que han sido escritas con historia completa y todo, a partir de la alegría. Hay poemas, cuentos. crónicas como ésta, ensayos y novelas, que solo hablan de un tema feliz. Uno de ellos es el del historiador colombiano Jorge Orlando Melo que escribió su libro Sobre la alegría de leer (Luna Libros 2020), en el que desde luego plasma la satisfacción de la lectura, como una forma de alegría, de verdadera felicidad. Por eso hay que experimentar esa propuesta.