Enrique Márquez vuelve a prender señales de alerta
Vicente Guerrero 242 años después. Los estadounidenses tuvieron por primer vez a un presidente negro en Barack Obama a partir del 2009. Sorprendente en un país en donde el racismo es permanente y en ciertas épocas despega en situaciones peligrosas. Lo que no saben es que 195 años antes, México ya había tenido a un presidente, el segundo de la lista de los presidentes, que era descendiente de afros: Vicente Guerrero. Este hombre extraordinario nació en agosto de 1782 y el primero de abril de 1829 tomó posesión de la presidencia. El nació en Tixtla en el estado que ahora lleva su nombre, hace 242 años, pero es uno de los personajes cuya presencia se expresa en la vida del país no solo porque el estado donde nació lleva su nombre, sino por lo singular de los aportes que hizo en esa época tan lejana, una de ellas la educación gratuita. Lo que ahora se expresa en la educación mexicana y asciende incluso a las universidades fue fijada desde entonces y quizá desde antes en otros próceres, con esa búsqueda siempre de generar una población instruida y consciente. Otra cosa extraordinaria de sus aportes es que impulsó la reforma agraria y mediante un decreto recordó la abolición de la esclavitud que ya había realizado Miguel Hidalgo en 1810. No por algo su frase histórica La patria es primero, se expresa en letras de oro en la sala de plenos de la Cámara de Diputados.
AFROS E INDÍGENAS TENDRÁN ESTRATO ESPECIAL EN LA CONSTITUCIÓN
Vicente Guerrero tenía un ascendencia doble, que es la que ahora el presidente AMLO quiere signar en la Constitución como dos orígenes que definen nuestra mexicanidad, aunque una de ellas, la negra, haya venido del extranjero. Me refiero a la madre indígena y al padre afro, que fueron los progenitores de Guerrero. Muchos de los habitantes del país, también son descendientes de esclavos. En México, los afrodescendientes se han mezclado en un profundo mestizaje que casi ha absorbido muchas de las características primitivas de ese conglomerado. Como mestizos que son conviven normalmente entre todas las descendencias que existen en el país y si bien hay una arraigada discriminación -como la que se ejerce contra los indígenas-, la gran población convive como iguales con todo tipo de ciudadanos. Pero ¿cual es la situación real de esos descendientes de esclavos que llegaron casi en la misma calidad, hace muchas décadas? Sus países originales son africanos -últimamente Senegal, Guinea, el Congo, entre otros-, y se distribuyeron preferentemente en Guerrero, Veracruz, Oaxaca y Michoacán. En los últimos años con el surgimiento de sus propias organizaciones y organismos académicos especiales, se ha puesto en evidencia la situación precaria de este sector injustamente olvidado, que ahora se reivindica y representa más del 1.2 por ciento de la población mexicana. Puede alcanzar la cifra de casi un millón y medio de personas.
GRANDES GENIOS DE LA HUMANIDAD, HAN SIDO AFRODESCENDIENTES
La ONU dedicó en 2011 el año a Las Personas Afrodescendientes y en México, en varios medios ha tomado impulso la lucha por recuperar el gran aporte de esas comunidades, su integración al país, su cultura y sobre todo en aquellos sectores que han dejado huella en los cultivos, la alimentación, su trabajo obrero y campesino y la reiteración de una propuesta que se extiende a muchos estados. En las últimas décadas han llegado al país generaciones nuevas de africanos que se ha incorporado con otra cultura, pero en general, la lucha que impulsan sus organizaciones es para sacar de la marginación, la discriminación y el rezago, a un sector que ha dado tanto al país y al que injustamente se le había negado reconocimiento, No hay que olvidar, que otro de las grandes libertadores del país, José María Morelos y Pavón, tuvo orígenes afrodescendientes. En esa gran comunidad nuestra, la afromexicana siempre se recuerda a los clásicos que tuvieron ese origen y que están dentro de los grandes en sus creaciones. Uno de ellos el poeta ruso Pushkin. El marcó su origen en el libro El negro de Pedro el grande dedicado al zar, que era el propio padre de Pushkin. En esa historia de la negritud hay muchas y largas historias de personas, muchos de ellos sustraídos contra su voluntad de África y que nacieron esclavos como el gran poeta Terencio, Esopo o heredaron sus genes como el propio poeta ruso y el gran Alejandro Dumas. Para demostrar al fin y al cabo que no existe la absurda separación de razas, sino que genios o personas comunes todos somos simplemente seres humanos.