Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
El discurso es uno, de optimismo.
Pero atrás de las declaraciones y los buenos propósitos de unidad de algunos dirigentes políticos, está el choque de egos y las incongruencias de su comportamiento.
Vayan algunos datos:
Todos los partidos se preparan para postular candidatos propios a la Presidencia de la República porque, confiesan en voz baja, no le ven ni pies de cabeza y menos viabilidad a un Frente Amplio Opositor (FAO).
O Frente Amplio Democrático (FAD), pues el nombre es lo de menos.
Si ni en el nombre de ponen de acuerdo, mucho menos en cómo debe darse: si primero el plan y luego el personaje o aglutinarse en torno a un inexistente salvador de la patria.
Los dirigentes de dos partidos –Luis Castro Obregón, de Nueva Alianza (Panal) y Carlos Puente, del Verde Ecologista de México (PVEM)- matizan su escepticismo:
-Es el plan B.
Por ello acuden a las convocatorias, en espera del milagro en el cual puedan confluir dogmas tan disímbolos como Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Pero no son los únicos escépticos.
ANAYA BUSCA CREAR EL FRENTE PARA ÉL
De las discusiones es posible perfilar comportamientos.
El mayor de los egos está en la Colonia del Valle y específicamente en el edificio de cantera de Angel Urraza, donde mora la fuerza política de Manuel Gómez Morín ideológicamente cada vez más desfigurada pero también cada vez más pragmática.
Ricardo Anaya estaría dispuesto a comprometer la suma del PAN a condición de ser él el candidato a Los Pinos, para lo cual cuenta con el control del Consejo Nacional y de todo el organigrama de su partido.
No va en territorio llano: Margarita Zavala, la panista puntera en todas las encuestas, está abiertamente en contra de la alianza con siglas como el PRD para no perder ni identidad ni difuminarse en la intención del voto.
Pese a todo, la representación azul –el propio Anaya, Santiago Creel, Jorge Romero- acuden y hablan y proyectan una coalición ganadora para vencer al demonio del populismo y a la dictadura corrupta tricolor.
Su pragmatismo choca también con el planteamiento del ex gobernador poblano y aspirante presidencial Rafael Moreno Valle, quien clama por un proyecto específico y no por ambiciones personales.
LAS TRIBUS DEL PRD BUSCAN SOBREVIVIR
Donde hay menos discusión y más disposición a causa de su debilidad orgánica, quién lo hubiera adivinado, es en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El comité de Alejandra Barrales, quien no imagina a Ricardo Anaya y ni siquiera a un militante activo en la candidatura presidencial, se ha volcado sobre las tribus en busca de acuerdos.
Damos la primicia:
Ya se tiene el respaldo de un 83 u 87 por ciento de consejeros nacionales para sumarse a este frente opositor al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y al caudillo morenista Andrés Manuel López.
¿Y quiénes respaldan estas negociaciones?
-La corriente Nueva Izquierda (NI) o Los Chuchos –Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Graco Ramírez, Carlos Navarrete-, amos absolutos de la presidencia del PRD desde hace mucho tiempo y hoy abiertamente proclives a la postulación de Miguel Angel Mancera.
-Alianza Democrática Nacional (ADN) de Héctor Bautista, fortalecida con la adhesión de agrupamientos como Izquierda Progresista de Guerrero (IPG), donde milita el ex gobernador angel Aguirre.
-Vanguardia, acreditada a Héctor Serrano y con la cual simpatiza Miguel Angel Mancera.
-Y el Foro Nuevo Sol (FNS) de Amalia García, donde milita el gobernador michoacano Silvano Aureoles.
En contraste, las mayor oposición proviene de Izquierda Democrática Nacional (IDN) de René Bejarano, el llamado Señor de las Ligas.
Fue dirigente perredista en la capital, director de Gobierno capitalino con Cuauhtémoc Cárdenas y pillado en corruptelas desde la antesala de Andrés Manuel López en la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal (GDF).
Unos y otros, los perredistas proclives al frentismo y los opositores a él, sólo buscan futuro: dar vida artificial al PRD colgados del PAN, o viajar hacia el refugio del mesías tropical, como lo ha denominado Enrique Krauze.