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XALAPA, Ver.- El linchamiento de un ladrón en el municipio serrano no es un hecho aislado de “justicia cuidadana”, pues desde finales de 2015 e inicios del 2016 pobladores de la Sierra de Zongolica exigían a las autoridades la entrada de más elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), así como Marina-Armada de México (Semar), tras el aumento de asaltos y constante violencia.
En ese sentido, en septiembre de 2015 habitantes de Tequila, Atlahuilco y Tehuipango aseguraron que están en manos de la delincuencia y que no hay control, pero que están dispuestos a levantarse en lucha para combatirla y meter a los hampones a los penales de máxima seguridad.
Los quejosos aseguraron que sólo aceptan la entrada de elementos de la Semar como la única fuerza en la que confían.
Después de las protestas, en los primeros días de octubre el subsecretario de Seguridad Pública, Federico Rivas Valdés, se reunió con habitantes de Temaxcalapa, quienes pretendían llegar hasta Xalapa para reclamar la incidencia delictiva luego de que fueran asesinados el agente municipal de esta comunidad y su pequeño hijo de ocho años.
Los habitantes de Temaxcalapa declararon que, en su desesperación por acabar con la inseguridad, formarían grupos de autodefensa, ya que además del doble homicidio, no ha parado la ola de asaltados y robos.
Rivas Valdés sostuvo la primera de dos se reuniones a fin de establecer estrategias de seguridad y, de acuerdo con sus declaraciones, el comandante de la policía municipal de Zongolica no aprobó el examen de confiabilidad, de ahí la preocupación por la intervención de los policías estatales a la sierra con los límites de Puebla, tal es el caso de Temaxcalapa.
Por otra parte y ante el temor de una insurgencia ciudadana, se corría el rumor de que los clérigos eran quienes incitaban a la población para defenderse ante los constantes hechos de violencia que se registraron desde finales de 2015, por lo que el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino aseguró: “no tenemos sacerdotes agitadores ni provocadores de violencia en los pueblos de Zongolica, y las acusaciones en contra del párroco de Tequila fueron opiniones descontextualizadas”.
Ya para 2016, la inseguridad se acrecentó y fue focalizada en asaltos a quienes distribuyen recursos de programas sociales como Prospera y de las cajas financieras del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi).
Por citar un ejemplo, el 3 de marzo del presente año cinco sujetos armados asaltaron a personal del programa Bansefi y Prospera, que eran escoltados por elementos del Instituto de la Policía Auxiliar (IPAX), y que al parecer se dirigían a la comunidad de Xonamanca, en Zongolica.
Los hechos se registraron alrededor de las 9:00 horas, y de acuerdo con reportes previos, en el lugar falleció un policía auxiliar y dos más resultaron lesionados. Fue a la altura del crucero de Nepopoalco, en donde los delincuentes con armas de fuego en mano aprovecharon el descuido de los elementos del IPAX para asaltarlos y llevarse un monto de dinero que hasta el momento se desconoce.
Por la forma en que se cometió el delito, al parecer el asalto ya estaba planeado, pues los elementos del IPAX ni siquiera pudieron reaccionar, recibiendo varios impactos de bala.
El incidente provocó un fuerte despliegue policiaco por parte de las diferentes corporaciones policiacas, entre ellas la Fuerza Civil, quienes implementaran un operativo por toda la zona en búsqueda de los responsables, que pudieron huir hacia la serranía.
El hecho enardeció a los pobladores que fueron afectados por el retraso en los pagos de los programas sociales de los que son beneficiarios y prometieron que para la siguiente fechoría tomarían cartas en el asunto.
De esa manera y a cuatro meses del último caso de asalto, el día de ayer se hizo visible la amenaza ciudadana tras el linchamiento de Jason Kalid Munguía de 23 años de edad, quien asaltó la caja financiera Caja Zongolica.
El presunto ladrón oriundo de la Ciudad de México, pero avecindado en el estado de Puebla fue internado la noche de ayer lunes luego de ser golpeado y arrastrado por pobladores de Zongolica que enardecidos lo llevaron por las calles de la cabecera municipal hasta el parque Juan Moctezuma y Cortés, donde lo colgaron de un poste por varios minutos.