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XALAPA, Ver., 6 de mayo de 2016.- No es responsabilidad de la Secretaría de Educación de Veracruz, sino de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), las retenciones de recursos económicos aplicados a profesores del estado por créditos de vivienda y que no han sido depositados a las empresas prestamistas, señaló la titular de la SEV, Xóchitl Adela Osorio Martínez.
Este martes, en un medio de comunicación nacional, se dio a conocer que el gobierno de Veracruz adeuda mil 45 millones de pesos a 19 empresas, entre aseguradoras, financieras y muebleras y hasta el seguro social de los maestros, que otorgaron créditos a trabajadores de educación, salud y finanzas con descuentos vía nómina, mismos que no fueron entregados desde 2012 a las empresas.
Asimismo, Xóchitl Adela reconoció que la Sefiplan sí tiene pendientes económicos con la SEV, además de que actualmente se están haciendo auditorías por parte de la federación y el estado, por lo que luego de que les entreguen los resultados podrán conocer el déficit que tienen.
«Sí hay pendientes, ustedes saben, ahorita tenemos autoridad de la federación y del propio estado de todas las cuentas y creo que en breve nos darán a conocer los resultados de esas auditorías para que tengamos claro cuál es el déficit (…), en este momento Sefiplan porque la Secretaría manda la nómina con todos los descuentos, nosotros no retenemos».
Al cuestionarle sobre el video que circula en redes sociales donde la integrante de la sociedad de padres de familia de una escuela en la comunidad de Tlapacoyan, del municipio de San Andrés Tuxtla, condiciona la entrega de libros gratuitos a los menores que no cumplieron con el pago de «cuota voluntaria», aseguró que el mismo lunes se levantó un acta de hechos, que permitirá al Departamento Jurídico establecer las responsabilidades que correspondan respecto del personal directivo y docente de la escuela.
«Dentro de la escuela, las únicas personas que pueden participar en acciones que involucren a los niños son los niños y el director. Si no, pasan estas conductas irregulares de una madre de familia que se mete al salón de clases a revisar qué niños tienen los libros», concluyó.