Samuel Aguirre Ochoa/Sombrío panorama en México

Como consecuencia de las órdenes ejecutivas de Donald Trump, quien acusó al gobierno mexicano de tener una alianza con los cárteles del crimen organizado, medios de comunicación nacionales como Código Magenta, Expansión, Grupo Multimedios, etc.; señalan que varios funcionarios del más alto nivel del partido gobernante están siendo investigados por las agencias norteamericanas de tener nexos con estos grupos delincuenciales, lo que demuestra que la corrupción no ha desaparecido, que sigue vigente en la política del país, contrario a lo que pregonó el exmandatario Andrés Manuel López Obrador.

Según estos medios, están siendo investigados funcionarios de distinto nivel, desde los más altos de la administración pasada, pasando por funcionarios de la actual administración federal como Mario Delgado, secretario de Educación Pública y gobernadores como Rubén Rocha de Sinaloa y Américo Villarreal de Tamaulipas.

Por ejemplo, Rubén Rocha Moya tiene a Sinaloa sumida en una crisis de ingobernabilidad, debido a que desde mediados de noviembre del año pasado se desató una verdadera guerra civil entre dos facciones del crimen organizado- El gobierno federal y el de Sinaloa no ha podido hacer nada para frenar la violencia que ha cobrado miles de vidas inocentes y provocado severas afectaciones económicas.

Una de las facciones criminales en disputa acusa al gobernador Rocha Moya de estar al servicio de su grupo rival y se han filtrado videos y audios de funcionarios morenistas testificando y aportando pruebas del nexo entre el gobernador Rocha y el crimen organizado.

La situación de ingobernabilidad en Sinaloa ha provocado gran irritación en la población que exige la renuncia de Rubén Rocha; el gobernador ha recibido abucheos en sus apariciones públicas y se han organizado varias marchas con miles de personas en Culiacán para pedir su renuncia. Sin embargo, el gobernador ha sido defendido en varias ocasiones por la presidenta de la República y por otros altos funcionarios morenistas del gobierno federal.

En una situación similar se encuentra Américo Villareal, gobernador de Tamaulipas a quien el FBI y la DEA acusan e investigan por tener nexos con el crimen organizado, entre otras cosas porque a través de la aduana de Reynosa, Tamaulipas hay libre paso de sustancias ilegales hacia Estados Unidos.

Américo Villareal fue coordinador de campaña de Rubén Rocha en 2022 y hay testimonios de morenistas que lo señalan de ser el responsable de haber organizado una reunión con un grupo criminal para pedir financiamiento tanto a la campaña de Rocha en 2022 como a la de él mismo en 2024, a cambio de otorgarle a los grupos de la delincuencia organizada impunidad y contratos de obra pública.

Otros casos que demuestran que la corrupción no ha terminado son las acusaciones en contra de los ex gobernadores de Tabasco, Morelos y Veracruz: Adán Augusto López, Cuauhtémoc Blanco y Cuitláhuac García respectivamente.

En el caso de Tabasco, el actual coordinador de los senadores morenistas, Adán Augusto López, ha sido señalado por el gobernador de la entidad, el también morenista Javier May, de haber creado y estar encubriendo a un grupo criminal que es el principal generador de violencia en Tabasco.

En Morelos, al exgobernador Cuauhtémoc Blanco lo acusa su propia media hermana y la actual gobernadora, la morenista Margarita González Saravia: la primera de intentarla violar en diciembre de 2023 y la segunda del desvío de más de 40 millones de pesos del gobierno estatal.

En Veracruz, a Cuitláhuac García Jiménez, la Auditoría Superior de la Federación lo acusa de desviar más de 5 mil millones de pesos del presupuesto del año 2023, a través de 227 empresas fantasma contratadas para simular la compra de insumos y la construcción de obras en áreas como la salud y la educación.

En este último caso, su propio ex secretario de Educación, el actual diputado federal Zenyazen Escobar, dio por hecho la existencia de las empresas fantasma, al solicitar que se investigue a la ex Oficial Mayor de la SEV, Ariadna Montiel Aguilar.

Las cosas pintan mal dentro del partido gobernante y la descomposición política en el interior de este avanza. Las consecuencias que este hecho acarrea son graves para todos los mexicanos, pues Morena controla el Poder Ejecutivo federal, el Poder Legislativo y 24 gubernaturas de los estados. Consecuencias que ya empiezan a manifestarse de manera muy evidente, por ejemplo, en el último trimestre del 2024 el PIB de México decreció en -0.6%, se perdieron 405 mil empleos formales y la deuda pública creció en 8 billones de pesos; la inseguridad se ha incrementado, pues es constante ver en buena parte de la República asesinatos, balaceras, robos masivos en las carreteras, secuestros, desaparición de personas, extorsiones, etc.; y en el Presupuesto de Egresos de la Federación hubo recortes a la salud, al campo, la vivienda social, a la educación, al desarrollo científico y tecnológico, entre otras áreas importantes y no se han construido obras públicas de beneficio colectivo para los pueblos y colonias.

Esta problemática que hoy prevalece en México se volverá más grave, como consecuencia de la política instrumentada por el presidente estadounidense Donald Trump, con las deportaciones masiva de migrantes, la imposición de aranceles y la posible intervención del ejército estadounidense en nuestro país, al declarar como terroristas a los cárteles del narcotráfico. Todas estas son consecuencias de la mala política de la administración pasada y la doctora Claudia Sheinbaum junto con sus gobernadores y legisladores están a tiempo de corregir esta política antes de que el país acabe de hundirse.

Y no podía ser de otra manera porque el actual orden económico y social, en el que domina el capital, conduce irremediablemente hacia ese estado de descomposición de la sociedad como consecuencia de sus propias contradicciones internas, es decir, es un problema estructural que obedece a las leyes del desarrollo de la economía de mercado. Todos los mexicanos bien nacidos necesitamos asumir una actitud crítica y analítica de los acontecimientos económicos, políticos y sociales, estudiarlos a fondo, y que las clases trabajadoras eleven su nivel de comprensión del papel que ellas juegan dentro de la sociedad y se decidan a tomar el destino del país en sus manos.j