Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea

El estado de Veracruz en las garras del hampa.

Después de los disturbios suscitados en la carretera Perote -Xalapa, donde policias de la fuerza civil dieron muerte a 2 personas y dejaron golpeadas y heridas o otras más, el gobernador del estado decreto la desaparición de la corporación, se desconoce si hay alguna investigación en contra de algún mando, que haya girado la instrucción de disparar o de los elementos involucrados en ese evento de represión policiaca.

Por otro lado, es visible y notorio que en los hechos, la policía estatal de fuerza civil, siga operando de manera normal en todo el estado, las patrullas y elementos uniformados siguen recorriendo calles y carreteras, con la misma nomenclatura en las unidades y las mismas características de fuerza civil en los uniformes.

Al desaparecer el gobernador a la fuerza civil por decreto informativo, la pregunta es; se hicieron las notificaciones legales para ejecutar dicha orden? Se solicito la concentración de mandos en algún lugar en específico? Porque de no ser así, estaríamos ante un hecho frívolo con el solo objetivo de calmar los ánimos de una sociedad que ya está harta del abuso de una corporación que se presumió en su creación, sería modelo en todo el país.

Ahora bien, suponiendo que lo anterior se hizo, es decir, las notificaciones legales de la orden que informo el gobernador en conferencia de prensa, entonces, estaríamos ante la presencia de un desacato por parte de quienes dirigen a esta policía de la fuerza civil estatal, ya que siguen en sus actividades de maneral, «normal»
operando y usurpando funciones que legalmente les fueron retiradas al decretarse su desaparición.

Por último; se requiere claridad por el bien de los ciudadanos y de las demás corporaciónes policiacas, militares y navales, que están bajo el régimen de mando único en la mayoría de los 212 municipios en el estado de Veracruz, que finalmente son quienes padecen la incertidumbre, de no saber el fin real de la policía de fuerza civil estatal.

Las netas del planeta: ahora ya no sabemos de quién cuidarnos, rememorando al chapulín colorado; y ahora, quién podrá defendernos?