Ejercen periodistas en Estado de Silencio de norte a sur de México
XALAPA, Ver., 6 de julio de 2016.- El robo de menores no es algo ajeno en el país, pero ahora hay un incremento “aterrador”, porque el crimen organizado se ha diversificado, ya no sólo trafica con drogas y armas, sino que ha encontrado un negocio redituable en el tráfico de seres humanos, y sobre todo de niños y mujeres adolescentes, explicó el director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez García.
Entrevistado en Conexión Veracruz, acusó que el Estado mexicano ha sido omiso en su responsabilidad de darles protección, y estos casos se han generalizado en todo el país, convirtiéndose en una “industria”.
Explicó que de acuerdo con el análisis del Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas, de los más de 23 mil casos oficiales ocurridos entre 2006 y 2014, 6 mil 725 son menores de edad, y hay dos grandes bloques impactados: los niños de 0 a 4 años, de los cuales seis de cada 10 son varones; y adolescentes de 15 a 17, de los cuales, por cada 10, 8 son mujeres.
Expuso que la desaparición de menores ha incrementado de manera alarmante en México, y se trata de un delito de lesa humanidad, que puede tener varios destinos, como el robo, trata de personas o reclutamiento forzado por grupos criminales, “y esto podría dar una tendencia de lo que se está viviendo en el país”.
Caso Sonora; funcionarios públicos robaban niños
Pérez García recordó que recientemente se descubrió una red de funcionarios públicos de Sonora que robaban niños a madres pobres o adictas para venderlos a familias que buscaban adoptar en México o en Estados Unidos (EU); al respecto, comentó que la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo el caso pero no ha hecho públicos los avances.
Detalló que en Sonora, embarazadas jóvenes, pobres o adictas, llegaban a parir a un hospital central, y cuando despertaban les decían que sus hijos habían muerto; en el proceso, usando de manera ilegal sus huellas digitales, justificaban la entrega para adopción de los niños o falsificaban los certificados de nacimiento para darlos a familias que los comproban en 70 mil o 150 mil pesos.
Afirmó que dicha “industria” tiene muchas expresiones, como el caso Sonora, además de que hay grupos criminales que arrebatan a los niños en espacios públicos, o engañan a adolescentes en redes sociales y después son utilizadas con fines de explotación sexual. “Esto está impactando la vida cotidiana de los casi 40 millones de niños mexicanos, porque siete de cada 10 adultos no los deja salir a la calle por miedo a la inseguridad”.
El Director de Redim consideró que no es un hecho aislado el robo de niños, y que en la medida en que no hay investigaciones, hay impunidad, y esto es una invitación a que los casos se repitan.
“Esto es la punta del iceberg de prácticas que suceden en todo el país, que son menos violentas que una mafia que arrebata los niños en las calles, pero tiene el mismo efecto, pues ocasiona dolor en la familia y los expone a otros delitos”.
Alerta Amber, una herramienta con limitaciones
La Alerta Amber en una herramienta con limitaciones porque su difusión depende de la voluntd de las televisoras y radiodifusoras, que la transmiten a la 1:00 ó 3:00 de la mañana, cuando nadie la ve, además el criterio que utilizan en Tlaxcala no es el mismo que se usa en la Ciudad de México; al respecto, puntualizó que donde hay un mayor número de desapariciones es donde menos alertas hay, por ello se necesita un protocolo especializado de búsqueda.
Detalló que la experiencia de esta alerta en EU demuestra que las tres primeras horas después de la denuncia de desaparición de un menor son fundamentales, porque luego de esto pueden ser víctimas de personas concretas o grupos criminales; además es necesaria la participación de la comunidad.
Aumentan las desapariciones de mujeres adolescentes
Aceptó que cuando se habla de desapariciones, el público piensa en adultos relacionados con hechos delictivos, pero nada más alejado de la realidad, pues en general la mayor parte de las víctimas son trabajadores, y ocurren en lugares donde el crimen organizado tiene control territorial y está vinculado con las autoridades, es decir, hay corrupción.
Abundó que de 2012 a 2014, creció 250 por ciento la desaparición de mujeres de 15 a 17 años, ya que el crimen busca a adolescentes, “hay una tendencia preocupante y las autoridades no están trabajando para detener a los responsables”.
En México, el 96% de los delitos denunciados quedan impunes
Pérez García subrayó que México ocupa uno de los primeros lugares en impunidad, ya que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 96 por ciento de los delitos denunciados quedan impunes.
Indicó que el Senado de la República reportó que por cada delito denunciado hay dos que nos se denuncian, y el “sistema judicial está pasmado, imposiblitado o es cómplice de estos hechos delictivos, no es secreto que existe corrupción en el país.”