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Subestimar la complejidad
¡CONGRESO HISTÓRICO… POR TRAMPOSO!
Con “pompa y ceremonia” propios de un virreinato, los diputados
al Primer Congreso de la Ciudad de México se hicieron llamar “una legislatura
histórica”. ¿Por qué?
Porque dicen ser el Primer Congreso de la Ciudad de México y porque
gracias a la nueva Constitución capitalina se dejó atrás la Asamblea Legislativa.
Sin embargo, “la pompa y la circunstancia” de la “legislatura histórica”
terminaron en una fea burla a los electores de la capital del país y, en general,
se convirtieron en la negación de la cultura democrática de los habitantes de la
Ciudad de México. ¿Y por qué burlaron la cultura democrática?
Porque el partido más nuevo, el que prometió ser distintos –y que al
mismo tiempo es la fuerza hegemónica en la capital del país–, en los hechos
recurrió a las formulas más viejas y antidemocrático del viejo PRI, con tal de
mantener el control total del máximo órgano legislativo de la capital.
Y es que en el nuevo Congreso de CDMX el partido Morena no sólo
repitió sino que “recarga” las mismas fórmulas antidemocráticas, autoritarias y
de exterminio de los opositores, que utilizó Morena en las cámaras del Congreso
de la Unión. Es decir, la nueva “aplanadora de Morena” resultó peor –por
mucho–, que la peor “dictaduras perfectas” del PRI. ¿Lo dudan?
Como saben, el 17 de septiembre finalmente se instaló el Congreso de la
Ciudad de México –hasta entonces Asamblea Legislativa–, que convierte a la
capital del país en una entidad federativas más, con su propio Congreso y sus
respectivas alcaldías, que sustituyeron a las jefaturas delegacionales.
Y sin dudas que se trata de un Congreso histórico, pero no por su vocación
democrática y menos por su respeto a la pluralidad y por su convicción
incluyente. No, en realidad resultó “histórica” porque es más de lo mismo,
respecto a los peores vicios del viejo PRI; grosero “quítate tu para ponerme yo”
Y es que los diputados de Morena y de sus aliados –como el PES y el
PT–, no son más que títeres a los que enrocan de partido según las
conveniencias rapaces de Morena.
Así, Morena le regaló diputados al ultraderechista PES, para convertirlo
en “bancada” y para desplazar al PRI y al PAN en los principales órganos
legislativos y en las comisiones. A su vez, Morena también regaló diputados al
PT, con la finalidad de que los incondicionales de AMLO pudieran quedar al
frente del control total del Congreso de la Ciudad de México.
De esa modo, Morena, el PES y el PT se quedan con la presidencia de la
Mesa Directiva, con la Junta de Coordinación Política, con la Comunicación
Social y con todas las comisiones de importancia.
Y un incondicional de López Obrador y líder histórico de la CNTE, como
Jesús Martin del Campo, quedó al frente del Primer Congreso de CDMX. El
regreso de lo peor del PRI también en la capital del país.
Al tiempo.
EN EL CAMINO.
En Veracruz Morena impulsó y aprobó una ley que prohíbe los “memes”.
Cárcel al que difunda “memes”. ¡Y no, no es Venezuela, es Veracruz!