Raymundo Jiménez/Al pie de le letra
El Itinerario Político del 10 de febrero pasado –hace casi 5 meses–, concluyó con la siguiente advertencia: “En pocas palabras, el criminal gobierno de AMLO entregará vacunas a cambio de votos”.
Y, como es usual, menudearon mentadas de madre, amenazas de muerte y los clásicos aplaudidores que –en vulgares contorciones–, pretendieron defender lo indefendible; el crimen de vacunar a cambio de votos.
Hoy, los ojos del mundo no solo están puestos en México de nueva cuenta, sino que están perplejos ante otro crimen de Estado –también cometido por el presidente mexicano–: la vacunación con fines electorales.
Y es que días y horas antes del 6 de junio –días y horas antes de la elección más grande de la historia–, el propio presidente alardeó que se estaban aplicando poco más de un millón de vacunas al día.
Sin embargo, horas días y horas después de la elección –y de que los electores propinaron un severo revés al partido oficial en todos los centros urbanos–, el presidente no sólo ordenó cancelar las vacunas en todo el país, sino que se regalaran vacunas al extranjero.
Es decir, en el extremo del clientelismo local y foráneo, días después del 6 de junio, el propio Canciller, Marcelo Ebrard, dijo que iniciaba la entrega de vacunas a Belice, Bolivia y Paraguay, cuando en México se había suspendido la vacunación.
¿Se trató de una venganza contra las clases medias?
Sí, parece venganza porque esa clase media rechazó al presidente y su proyecto en todos los centros urbanos del país; desde la CDMX, pasando por el estado de México, Puebla, Jalisco, Guanajuato y Monterrey, entre otros.
Venganza porque el presidente utilizó las vacunas con fines político-electorales y, cuando los rechazó más de la mitad de los votantes, AMLO ordenó regalar vacunas al mundo, antes que entregarlas a los mexicanos.
Venganza porque solo un demente, como AMLO, niega las vacunas a sus compatriotas y las regala al extranjero.
Venganza contra ciudadanos mexicanos que, al final, es otro crimen de Estado que debe ser denunciado por todos, ya que al mandatario mexicano le importa más Belice, Bolivia y Paraguay, que la salud a sus compatriotas.
Y es que, a partir del 6 de junio, la vacunación entre la población mexicana bajó hasta un 40% por ciento, caida que, según expertos, es cuestionable ya que las autoridades almacenan casi 10 millones de dosis.
Es decir, la vacunación pasó de 7 millones 271 mil dosis aplicadas entre el 23 de mayo y el 5 de junio a 4 millones 943 mil del 7 al 19 de junio.
Curiosamente, el 3 de junio –a horas de la elección–, se reportron un millón 62 mil dosis aplicadas; la cifra más alta en toda la pandemia.
¿Casualidad o estrategia criminal?
Así alardeó AMLO ese 3 de junio: “Vamos a dar una buena noticia, muy buena, ayer se vacunaron más de un millón de personas, es cifra récord y nos da muchísimo gusto poder anunciarlo”.
Al día siguiente repitió la propaganda y dijo que se aplicaron poco más de 901 mil vacunas.
Sin embargo, entre el 7 y el 12 de junio, la vacunación prácticamene se canceló y, peor aún, Marcelo Ebrard se encargó de presumir que ya había vacunas para algunos países de Centroamérica y del sur del continente.
Mientras tanto, expertos como Alejandro Macías –comisionado para la Atención de la Influenza H1N1 en 2009–, dijo que no había explicación para reducir la vacunación masiva ya que en ese momento existía un remanente de casi 10 millones de dosis disponibles.
Así lo dijo el experto: “Las dosis de las vacunas han seguido llegando con una cierta regularidad, además de que las propias vacunas de AstraZeneca, que se supone que se están produciendo en México, debieron de incrementar la base de las vacunas existes”.
Sin embargo, el 18 de junio, López Obrador justificó la baja en el ritmo de la vacunación a causa “de las pocas dosis” que supuestamente llegaban al país.
Ello contrastó con datos de la Secretaría de Salud (Ssa) que hasta el 20 de junio informó que México ha recibido 49 millones de dosis y que se habían aplicado 40 millones, lo que significa un remanente casi 10 millones de dósis.
¿Entonces? ¿Es venganza de AMLO contra las clases medias?
Queda claro que López utilizó las vacunas con fines electorales.
Sí, de nueva cuenta, el tiempo me dio la razón.
Y por eso a continuación un fragmento del Itinerario Político del 10 de febrero, titulado: “¡Mentira criminal de las vacunas!”.
“… Los ciudadanos no saben el número real de víctimas mortales por la pandemia y tampoco el número de vacunas.
“Sin embargo, lo que si saben los ciudadanos es que López Obrador y su gobierno entregarán vacunas a cambio de votos.
“¿Lo dudan? Vamos por partes.
“Vale recordar que distintos especialistas aseguran que, a nivel federal, el número oficial de muertos –que hasta el día de ayer superaba los 168 mil fallecidos–, debe multiplicarse por tres, lo que significa toda una tragedia.
“… Aún así –y a pesar de los datos duros que reporta la terca realidad–, el presidente Obrador parece ciego, sordo y alejado de la realidad.
“¿Por qué?
“Porque insiste en los groseros recursos de la mentira, el engaño, el cinismo y la irresponsabilidad en plena pandemia.
“Y es que apenas ayer martes, 9 de febrero, se atrevió a declaraciones como las siguientes: “Vivimos un momento estelar en la historia de México… El nivel de contagios por Coronavirus va a la baja… la ocupación hospitalaria también muestra un descenso considerable… no ha habido protestas de médicos y enfermeras en casi un año y han actuado con una responsabilidad”.
“Y ayer mismo, cuando Lòpez pregonaba que México “vive un momento estelar”, la Universidad John Hopkins concluyó que México se convirtió en el país con la mayor tasa de mortalidad, al tiempo que médicos y enfermeras –de clínicas de especialidades de CDMX–, protestaron en las calles y dijeron que es falso que hayan sido vacunados, que no hay equipo adecuado y que son muchos más los muertos entre trabajadores de la salud.
“Pero no es todo. Según la empresa SPIN, el presidente mexicano ha aplanado la curva de la pandemia en 32 ocasiones, a lo largo de casi un año de que llegó el contagio a México, además de que ha domado al virus en poco más de 20 declaraciones, y en 33 momentos distintos ha dicho que “vamos de salida” de la pandemia, “vamos saliendo” del Covid y/o “va a la baja el nivel de contagios”.
“Por eso, ante las mentiras descomunales de un mitómano patológico como López Obrador, nadie puede tomar en serio la promesa de que en los próximos meses habrán sido vacunados todos los mexicanos…
“Lo cierto es que López Obrador y su gobierno juegan de manera criminal y con fines político-electorales, con la vida de 130 millones de ciudadanos.
“¿Por qué?
“Porque México tiene firmada la compra de 34 millones de vacunas a Pfizer; además de 77 millones a AstraZeneca; 35 millones de CanSino; 24 millones de la rusa Sputnik y 51.5 millones de COVAX, de la OMS.
“Tales vacunas empezarán a llegar a mediados de marzo, en un calendario criminal que incrementará la vacunación, de manera paulatina, hasta finales del mes de mayo…
“En pocas palabras, el criminal gobierno de AMLO entregará vacunas a cambio de votos. Al tiempo” (Fin de la cita)
Se los dije, la vacunación fue otro sueñuelo electorero.
¿Quién castigará al criminal gobierno de AMLO?
Al tiempo.