Carlos Ramírez/Indicador político
¡GERMÁN, EL ÚNICO CON DIGNIDAD; DESNUDA A AMLO!
Durante años, Germán Martínez fue uno de los más severos críticos del populista López Obrador.
Por años, fue ejemplo de dignidad, en el PAN, partido de cuya presidencia renunció luego de una escandalosa derrota.
Luego, Germán Martínez pareció “un político del montón” –como lo escribimos aquí el 20 de febrero de 2018–, al mudar de manera radical su crítica, su convicción y su partido, al declararse convencido de que la esperanza de cambio era López Obrador.
Sin duda un cambio radical del ex jefe nacional del PAN, producto más de la esperanza, del sueño y el corazón, que de la razón.
Al final, cuando el gobierno de López Obrador naufraga en todos los frentes, cuando los fracasos se acumulan en todos los rincones del gobierno y cuando aún no transcurren seis meses, Germán Martínez tira la toalla y renuncia a la dirección del IMSS.
Y entonces se produce el milagro; los lambiscones del gobierno de Obrador se lanzan furiosos y acusan de “traidor” al único miembro del gabinete de Obrador con una pizca de dignidad. Queda claro, la dignidad y la vergüenza son sinónimos de traición, para los fascistas del gobierno de AMLO, para sus aplaudidores y para aquellos que sin pudor ladran cuando les ordenan ladrar.
Curiosamente la noticia, la “verdadera nota” –como dicta la jerga del periodismo–, no solo es la salida de Germán del IMSS, sino que “la noticia bomba” es el diagnóstico de terror que viven instituciones como el IMSS, el ISSSTE y todo el sector salud mexicano, desmantelado por la estupidez del ahorro clientelar que ordenó el presidente.
La noticia a analizar y cuestionar no es la salida de Germán Martínez del IMSS y la llegada de un lambiscón más –de los miles sin dignidad–, al gobierno de lambiscones. No, el verdadero escándalo es la destrucción que, por órdenes presidenciales, se produce en todo el sector salud, en donde se afecta a los más pobres, a los sin techo y sin nada, para desviar dinero para ganar clientelas electorales.
“Es inhumano” dice Germán Martínez, que desde Hacienda funcionarios lambiscones y sin escrúpulos violen la Ley del IMSS y decreten recortes y más recortes que dejan sin atención a los que menos tienen, a niños con cáncer y sida; que dejen al Instituto sin medicamentos.
Es criminal, decimos nosotros, que funcionarios lambiscones de Hacienda no sólo pongan en riesgo la atención médica, los medicamentos y la atención especial para más de la mitad de los mexicanos de todo el país –en el IMSS y el ISSSTE se atienden casi 70 millones de personas–, por seguir con la política de depredación de Instituciones fundamentales.
Y resulta un suicidio colectivo –para el Estado todo–, que gracias a la política de ahorro clientelar decretada por López Obrador, estén en riesgo latente la pensión de millones de mexicano –jubilados y pensionados–, quienes de seguir como están las cosas, muy pronto no podrían cobrar su pago mensual, la única fuente de subsistencia para millones de adultos a los que nadie atiende.
Y es que lo menos importante es que Germán Martínez deje el cargo y que otro lambiscón lo ocupe.
La tragedia es que el ex panista reveló el caos que está generando en todas las instituciones la torpeza de recortar dinero por decreto –para regalar ese dinero a clientelas electorales–, sin ver el daño descomunal que se provoca a las instituciones y a los que menos tienen.
¿Cuántos secretarios de Despacho, del gabinete legal y el ampliado tendrán un gramo de dignidad, como el que mostró Germán Martínez, para tirar la toalla y para denunciar la tragedia a la que nos lleva el gobierno de Obrador en materia de violencia e inseguridad, de educación, salud, turismo; para denunciar el fracaso descomunal del gobierno lopista en apenas los primeros seis meses de gobierno, que se cumplirán en una semana.
El 20 de febrero de 2018 aquí recordamos las convicciones de Germán Martínez, una vez que declaró ser un apóstol de AMLO. Así lo dijo “Estoy listo para apoyar lo que ordene el candidato… soy de los que con orgullo entrega volantes de López Obrador porque quiero que sea presidente… Porque con López Obrador habrá un mejor mañana”.
En su renuncia al IMSS dijo que la Cuarta Transformación no es más que un cambio burocrático.
¿Qué pasó en la cabeza de Germán Martínez para saltar del PAN a Morena y luego arrepentirse de AMLO? ¿Y las ideas, ideales e ideología?
¿Abrió los ojos, se curó de la fiebre “lopista” o es el primero de los grandes arrepentidos?
Al tiempo.