
Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
No lo dije una, ni dos, ni en tres ocasiones.
No, lo cierto es que desde 2017 y en decenas de entregas del Itinerario Político advertí que, de llegar al poder, López Obrador y su pandilla criminal acabarían con la democracia mexicana.
Dije que luego de crear su propio partido y de dar lecciones del peor autoritarismo dentro de Morena, Obrador no sería contenido por nada ni por nadie, ya que siempre fue y seguiría siendo un consumado dictador.
Y dije que en un gobierno de López no sólo morirían la división de poderes sino los contrapesos, ya que el principal objetivo de AMLO y de su claque era atrapar al INE, al Tribunal Electoral Federal, a INAI y a la CNDH, para perpetuarse en el poder, al estilo de los más rancio del viejo PRI.
Pero lo más lamentable es que durante los años que denuncie el peligro que sería un gobierno de AMLO, muchos políticos, intelectuales y opinadores me llamaron “alarmista”, “exagerado” y hasta “loco”, a pesar de que estaban a la vista de todos los afanes dictatoriales de López.
Hoy, sin embargo, cuando aún no se cumple un año de la gestión de la heredera de Obrador –de Claudia Sheinbaum–, todo está listo para sepultar la democracia por la que los mexicanos luchamos durante el último medio siglo
Y para llevar a cabo la mayor demolición democrática de la historia, la “señora presidenta” ya tiene listos a sus ejecutores; muchos de quienes de manera cínica y convenenciera se montaron en la ola democrática para llegar al poder y luego se convirtieron en los “sepultureros” de esa democracia.
Y si aún dudan que advertí los afanes dictatoriales de la pandilla “morenista”, aquí un fragmento del Itinerario Político titulado: “La muerte de la democracia mexicana”, del 3 de enero del 2022.
Así lo dije: “Hoy arranca el cuarto año de gobierno de López Obrador, un año, el 2022, que será mítico y trágico para México y los mexicanos.
“¿Y por qué mítico y trágico? Porque no sólo seremos testigos sino víctimas del mayor ataque a las instituciones democráticas que construimos en las últimas décadas.
“Porque la demolición de esas instituciones, garantes de la democracia, viene del propio presidente, convertido en dictador.
“Porque si durante los primeros 36 meses de la gestión de AMLO vimos morir “los contrapesos” y “la división de poderes”, en el 2022 pasará frente a nuestros ojos la destrucción del INE.
“Porque esa destrucción se llevará a cabo con la complacencia y la complicidad de no pocos de los políticos de izquierda, de los partidos de la dizque oposición y de quienes por décadas se asumían como próceres de la democracia, cuanto, en los hechos, sólo eran fantoches nada democráticos.
“Porque desde los tiempos de gobiernos criminales –como los de Díaz Ordaz. Echeverría y López Portillo–, no habíamos presenciado tal sometimiento de los medios, los empresarios, los intelectuales y los críticos.
“Porque al final del 2022, Obrador tendrá en un puño no sólo a los Poderes Legislativo y Judicial –que ya controla a placer–, sino a los tres órdenes de gobierno –municipal, estatal y federal–, y habrá consolidado su control sobre los más poderosos empresarios y dueños de los grandes medios, a los que mantendrá a raya bajo la premisa de “cárcel o complicidad”.
“Y ante el poder absoluto, los lacayos que pelean la simulada “sucesión presidencial”, cerrarán filas para adorar la continuidad del “señor de palacio”, tocado por la mano divina para conducir, de manera indefinida, los destinos de 130 millones de mexicanos.
“Por todo eso el naciente 2022 será mítico y trágico.
“Pero también vale decir que el mundo no es ajeno a la metamorfosis de la democracia mexicana, ya que apenas el pasado 10 de diciembre del 2021, en el seminario La Relación de Estados Unidos e Iberoamérica, tanto el presidente Ernesto Zedillo, como el Nobel, Mario Vargas Llosa advirtieron sobre el peligroso retroceso que viven México y América Latina.
“El expresidente Zedillo, artífice del mayor cambio en la democracia mexicana, lo dijo así: “Hoy tristemente si uno ve el mapa de América Latina, tiene que concluir que quizá 70% de nuestra población vive en países en donde la democracia que creíamos definitiva está seriamente amenazada”.
“Además explicó que individuos que acceden al poder por la vía democrática, “de inmediato se abocan a destruir cualquier elemento democrático, por medio del populismo… y estos individuos populistas que están socavando nuestra democracia, se hicieron del poder a través de la democracia y casi todos ellos provienen de los viejos regímenes militares y autoritarios”.
“Y Zedillo finalizó su argumento de manera lapidaria: “América Latina está en una trampa de predesarrollo y, salvo excepciones, vive un momento de regresión democrática”.
“A su vez, Vargas Llosa fue directo y le dijo pan al pan y vino al vino. Así lo expuso: “México concitó grandes esperanzas en todo el Continente cuando el señor Zedillo, de pronto transformó México y permitió elecciones libres, en un país en donde hace 80 años no había elecciones libres.
“Y éste fue un hecho extraordinario porque con la libertad de voto México se transformó de la noche a la mañana, gracias al señor Zedillo, al que yo considero un verdadero héroe Latinoamericano.
“Y la sociedad mexicana se transformó profundamente y los mexicanos vivieron una libertad que no sabían que existía; la democracia fue una realidad e inmediatamente se dieron leyes para garantizar la limpieza de las futuras elecciones y México se orientó en la dirección correcta.
“Sin embargo, hoy nada de eso queda; es dramático que en unos cuantos años, lo que parecía representar la liberación y la democratización de México haya desaparecido.
“¿Por qué?
“Porque los mexicanos votaron mal. Si votaron mal, como ha ocurrido muchas veces en nuestros países. Y hoy en día México vive un retroceso dramático, con un presidente populista, demagogo, que acaba con todas las libertades que, gracias al señor Zedillo, vivió México…”.
“Sí, nos guste o no, a partir del 2022 veremos la muerte de la democracia mexicana y de todas sus libertades. Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)
Hoy, en la segunda mitad del 2025, la presidenta de México ya hizo oficial la muerte de la democracia mexicana y hasta le puso nombre y apellido a los sepultureros.
Sí, se los dije. Al tiempo.