
Bernardo Gutiérrez Parra/Desde el Café
La complicidad del gobierno mexicano con las bandas criminales ya es un escándalo mundial.
Escándalo que, por ejemplo, llevó al presidente Donald Trump a declarar que las autoridades mexicanas están “petrificadas” porque los cárteles criminales “tienen un tremendo control” sobre México.
Y es que los escándalos de corrupción y de impunidad oficial en todos los órdenes y gobiernos de Morena –estatales, municipales y federal–, se han convertido en “el pan nuestro de cada día” para los mexicanos.
Sí, día con día queda claro –a ojos del mundo–, que la nueva política pública del gobierno federal es el encubrimiento del del crimen organizado, de saqueadores de dinero público, pillos del partido oficial y huachicoleros que son defendidos a ultranza desde Palacio.
Sí, un gobierno que lo mismo solapa a políticos aliados con las bandas criminales que, a saqueadores del dinero público, ladrones de combustible y, en el extremo, a proveedores extranjeros de materias primas para los cárteles mexicanos que fabrican drogas sintéticas.
Escándalos de corrupción, de complicidad criminal y saqueo de dinero público que confirman que “la señora presidenta” lo mismo defiende a “narco-gobiernos”, “narco-gobernadores” y “narco-políticos” de su partido que solapa a los capos del crimen que impusieron en el poder a sus aliados de Morena.
Y si bien vemos que cotidianamente las autoridades federales dan golpes espectaculares a traficantes de combustible, fabricantes clandestinos de drogas y, sobre todo, a los “narco-políticos” de Morena, también es cierto que nunca son detenidos “los peces gordos” de tales actos criminales.
Por eso, Donald Trump llegó al extremo de señalar que las autoridades mexicanas “están petrificadas” ante el poder infinito de los cáeteles criminales
Y también por eso vamos a las preguntas de rigor: ¿Por qué razón ninguna autoridad es capaz de llevar presos a los jefes criminales de las bandas que prosperan y proliferan a lo largo y ancho del país?
¿Por qué razón escapan –frente a las narices de la Guardia Nacional–, peligrosos criminales del negocio de las drogas?
La respuesta es conocida por Tirios y Troyanos; todo eso ocurre por el aval de la presidenta, quien solapas a los jefes mafiosos que operan en México y que tienen garantizada la impunidad desde Palacio.
¿Y por qué tal complicidad?
De nuevo la respuesta es elemental; porque todos los gobiernos de Morena son aliados de los cárteles criminales que se han apoderado del país; porque en no pocos casos las bandas criminales financiaron las elecciones que llevaron a los políticos de Morena a los puestos de gobernadores, legisladores, alcaldes y hasta presidentes de la república.
Y el mejor ejemplo y acaso el más escandaloso es la defensa a ultranza y desde Palacio, del conocido “narco-gobernador”, “narco-secretario de Gobernación” y “narco-senador”, de nombre Adán Augusto López, quien entregó el estado de Tabasco al crimen organizado, a través de Hernán Bermúdez Requena, jefe del grupo criminal La Barredora, quien fue nombrado por Adán Augusto, titular de seguridad pública en Tabasco.
¿Y por qué no están presos los señores Adán Augusto López y su cómplice, Hernán Bermúdez, a pesar de que son acusados de delitos federales como lavado de dinero y narcotráfico?
Porque son amigos “del jefe de jefes”; porque son amigos de Obrador y porque desde Palacio se les protege con el cuento de que “no hay pruebas”.
Pero ese es apenas el principio.
Y es que en la mañanera del miércoles 16 de julio del 2025, un reportero preguntó a la “presidenta” sobre el desfalco de 2 mil millones de pesos de dinero público por parte del ex gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García. La respuesta presidencial fue la misma impunidad de Palacio.
Así respondió la presidenta: “Cuitláhuac (García) es un hombre honesto; muchas veces las observaciones de la Auditoria tienen que ver con servidores públicos dentro de su gobierno, por alguna compra u obra pública… pero tienen que revisarse los casos y que se proceda administrativa y penalmente, pero en el caso de Cuitláhuac García, pues es conocida su honestidad y está haciendo un gran trabajo”. (FIN DE LA CITA)
La impunidad a ultranza. ¿De verdad es honesto Cuitláhuac García?
Es tan “honesto” como la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, quien ha sido acusada desde el partido Morena, no sólo por defraudar la refinería Dos Bocas, sino como la principal huachicolera de Veracruz y del país.
Pero en donde el escándalo es de risa loca es en la fuga de un ciudadano asiático acusado de introducir a México precursores químicos para fabricar drogas sintéticas y quien escapó “en las narices” de la Guardia Nacional.
Y frente a tal escape, la presidenta culpó al Poder Judicial, nunca a los pillos de la Guardia Nacional.
Sí, a los “cuatreros” les podrá gustar o no lo declarado por Trump, pero lo cierto es que el gobierno de “la señora presidenta” está petrificado y sometido por los cárteles criminales.
Al tiempo.