
Raúl López Gómez/Cosmovisión
Del refranero popular: “El que hace la ley, hace la trampa”.
Y eso es precisamente lo que ocurrió con la simulada elección del nuevo poder judicial.
En efecto, quienes hicieron la ley, también llevaron a cabo la trampa, a través de la engañosa elección que –por pura casualidad–, dejará en manos del expresidente, López Obrador, todo nuevo poder judicial.
Y es que “la elección del acordeón” fue de tal precisión que –por pura casualidad–, la claque de Obrador quedará al frente del máximo órgano de control de todo el poder judicial.
Es decir, que los candidatos recomendados por AMLO para integrar el Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ) –instancia legal que no sólo vigilará, sino que sancionará a los jueces, ministros y magistrados–, resultaron favorecidos con el voto, gracias al “acordeón” repartido entre los acarreados de Morena.
Sí, se trata de los abogados Bernardo Bátiz, Celia Maya, Eva Verónica de Gyvés y Rufino León Tovar; todos incondicionales del expresidente; quien no sólo los propuso para el cargo, sino que diseñó “los acordeones” de la tramposa elección, para hacerlos ganar.
Curiosamente, la misma trampa llevará a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al indígena oaxaqueño, Hugo Aguilar Ortiz, también propuesto por AMLO y quien resultó ganador gracias a que el propio expresidente lo impulsó por encima del resto de los competidores.
De esa manera queda claro, para quienes aún tenían dudas, que la fraudulenta elección de un nuevo Poder Judicial, en realidad resultó en un descomunal circo para dejar en manos de López Obrador toda la maquinaria de la justicia en México.
Así –y una vez con todo el poder judicial en sus manos–, Obrador no sólo seguirá adelante con sus venganzas políticas –que podrían llegar al extremo de mandar a prisión a sus críticos y adversarios–, sino que a contentillo solapará a todos los pillos y ladrones de Morena.
Pero el anterior escenario no es lo peor que le pudo haber pasado a México y a los mexicanos.
No, resulta que una vez con todo el poder de la justicia en sus manos, el exmandatario también contará con un potente instrumento de negociación y chantaje frente a los cárteles criminales –que han sido sus aliados a lo largo de su trayectoria política–, y cuyas mafias también encontrarán “un remanso de tranquilidad” si AMLO es dueño de la justicia en México.
Y Por eso las preguntas obligadas.
¿Quién, con dos dedos de frente, podría creer López perseguirá y llevará ante su justicia personal a sus socios narcos?
¿Quién será capaz de contener, bloquear o anular la tramposa reforma judicial que dejará en manos de un solo hombre todas las decisiones de los juzgadores mexicanos?
¿Quién podría garantizar que habrá justicia y castigo para los pillos y los saqueadores de Morena, que abundan en el gobierno federal, además de que están en todos los gobiernos municipales y estatales de ese partido?
¿Quién podrá estar tranquilo en México, frente a un poder judicial de contentillo y que estará al servicio de un político demencial, vengativo y rencoroso, capaz de las peores trapacerías?
Lo cierto es que –si no se han dado cuenta–, avanza a pasos agigantados la tiranía que diseñó López Obrador para mantenerse en el poder, detrás de ese “parapeto” llamado “señora presidenta”.
¿Lo dudan?
Al tiempo.