
Rechazan candidatura de Yunista a alcaldía de Ixhuacán de Los Reyes
Negar la realidad es todo un clásico del Manual del Dictador.
Un clásico al que recurrieron desde Mussolini, Hitler, Stalin, Franco y Pinochet, entre muchos otros populistas que cometieron “crímenes de lesa humanidad”.
Y vale el ejercicio memorioso porque en el México de hoy, la “señora presidenta” acude presurosa al Manual del Dictador para negar los “crímenes de lesa humanidad” tolerados por los gobiernos municipales, estatales y federales del Partido Morena.
Crímenes como los cometidos en el llamado “rancho del exterminio”, en Teuchitlán, Jalisco, en donde los cárteles criminales dominantes, no sólo secuestraron, sino que mataron e incineraron a cientos de personas; a por lo menos 400 ciudadanos.
Pero no es todo; resulta que Claudia Sheinbaum también acude a otros clásicos del Manual del Dictador, cuando imagina una campaña externa contra su gobierno –el espantajo del feo enemigo externo–, y lleva sus fobias al extremo de acusar a los opositores de “carroñeros y oportunistas”.
¿Será una actitud “carroñera y oportunista” como la empleada por la propia Claudia, en sus tiempos de opositora, como lo confirma el mensaje que la hoy presidenta difundió el 26 de noviembre de 2014, en la red social del pajarito?
Si lo han olvidado, así lo escribió, con todo y faltas ortográficas: “Hoy se cumplen 2 meses de la desaparición de 43 está, de Ayotzinapa. Dolor, y rabia de millones de mexicanos. #YaMeCansé. #EPNrenunciaYa”. (FIN DE LA CITA)
Lo cierto, sin embargo, es que la “señora presidenta” puede decir misa; puede gritar que “dejen en paz” a su patrón, López Obrador; puede insultar al sentido común y a los opositores, pero nada de eso le quitará a su gobierno y al de AMLO el estigma de que las dos gestiones federales de Morena solaparon los horrores no sólo cometidos en Teuchitlán, sino en todo el país, por sus aliados de los cárteles criminales.
Y es que para nadie es un secreto –en México y el mundo–, que desde la gestación del hoy partido oficial, se estableció una “alianza narca” que financió la construcción de Morena y que, por tanto, impulsó a decenas de candidatos de los tres órdenes de gobierno –federal, estatales y municipales–, a cambio de dejar pasar y dejar hacer a las mafias criminales.
Y la confirmación del nacimiento del “#NarcoPartidoMorena” y de los “#NarcoGobiernosDeMorena”, la vimos en la última década en declaraciones y políticas públicas como los mensajes de “abrazos y no balazos”, “ellos también son seres humanos” y “amnistía a los grupos criminales”.
Sin olvidar los groseros y repetidos saludos a la madre de “El Chapo”, en Badiraguato, Sinaloa y, sobre todo, con la inconstitucional liberación de Ovidio Guzmán, ordenada por el propio presidente Obrador, entre muchos otros ejemplos.
Pero el problema resulta aún más grave cuando, por orden presidencial, la fiscalía general pretende desaparecer todas las evidencias del horror que vivieron cientos de ciudadanos en el “rancho del terror”, en Jalisco.
Y es que según las organizaciones de “madres y padres” buscadores, el gobierno federal intenta destruir toda la evidencia de los hornos crematorios para que, al final, la presidenta salga con el “sambenito” de que no existió el “rancho del terror”.
De suyo, resulta un “crimen de lesa humanidad” que el gobierno de Claudia Sheinbaum diera la orden de desaparecer las pruebas de la incineración clandestina de cientos de ciudadanos y de solapar a los responsables de la atrocidad criminal, cometida en Teuchitlán, Jalisco.
Sin embargo, el crimen es mayor cuando la presidenta no sólo ignora a las madres buscadoras que intentaron llegar a Palacio para ser escuchadas, sino que ordena a grupos “porriles” golpear a las y los manifestantes –madres y padres de desaparecidos–, en una muestra más de que los políticos de Morena se han convertido en la versión moderna del fascismo italiano y el nazismo Alemán.
Y mientras que en México el fascista gobierno de Claudia Sheinbaum somete a la mayoría de los medios –prensa, radio, televisión y digitales–, para que ignoren los horrores de Teuchitlán, el mundo descubre la verdad detrás de los “#NarcoGobiernos de López Obrador y de Claudia Sheinbaum.
Y sí, la “presidenta” Claudia puede engañar a muchos por mucho tiempo, pero no engañará a todos todo el tiempo. ¿Lo dudan?
Al tiempo.