Carlos Ramírez/Indicador político
Como todos saben, un sexenio tiene 72 meses.
Y, como seguramente también recuerdan, en el sexenio de López Obrador fueron asesinados nada menos que 81 periodistas.
Es decir, que en la gestión de AMLO resultaron masacrados, a tiros, poco más de un periodista mexicano por mes.
Claro, crímenes que nunca han sido y nunca serán investigados ya que, en los gobiernos populistas de Morena, “el mejor periodista es el periodista muerto”, como dicen los propios “morenistas”.
¿Pero qué creen?
Si, resulta que en la aún breve gestión de la espuria Claudia Sheinbaum –gobierno de apenas 65 días–, se han cometido cuatro atentados contra periodistas, de los cuales tres resultaron fatales.
Sí, según la estadística, el de “la señora presidenta” ya es un gobierno doblemente peligroso para el ejercicio del periodismo.
Lo peor, sin embargo, es que para la llamada “prensa nacional”, poco o nada importa la vida de los periodistas mexicanos que han sido asesinados en los últimos dos meses; curiosamente los primeros dos meses de la gestión de la espuria Claudia Sheinbaum.
Y tal desdén informativo no tiene otra explicación que la complicidad o sumisión de la prensa, la radio, la televisión y las plataformas digitales.
Y es que, por ejemplo, apenas el pasado miércoles 3 de diciembre del 2024, en la capital de Nuevo León –en el límite de Monterrey con el municipio de San Pedro Garza García–, manos criminales asesinaron al periodista de origen argentino, Adriano Bachega Olvera, editor en jefe del Diario Digital Online, cuando viajaba a bordo de su vehículo sobre una de las más concurridas avenidas de esa capital.
Según la información oficial, dos vehículos en los que viajaban sujetos armados cerraron el paso al auto del periodista y dispararon en su contra, lo que provocó que Adriano perdiera la vida de forma instantánea, en el lugar.
Lo ridículo del tema es que el crimen se cometió a metros del C-5 de la policía de Monterrey pero aun así, ninguna autoridad logró detener a los presuntos responsables del crimen.
Con un idéntico “modus operandi”, el domingo 1 de diciembre del 2024, en el municipio de Montemorelos, Nuevo León –la llamada región citricola del estado–, sujetos armados balearon a la periodista Victoria Monserrat García Álvarez.
De acuerdo con la información, García Álvarez viajaba a bordo de su camioneta, sobre el Bulevar Capitán Alonso de León, rumbo a su centro de trabajo –tras realizar la cobertura del encendido del árbol de Navidad en la Plaza Principal de Montemorelos–, cuando dos vehículos la interceptaron y, de uno de ellos le dispararon en repetidas ocasiones.
A pesar de la agresión –y de que la alcanzó una bala en un brazo–, la periodista continuó manejando hasta llegar al destacamento de la Policía Ministerial local, donde recibió ayuda.
Pero hay más: en Colima, la tarde del miércoles 30 de octubre del 2024, manos criminales asesinaron a balazos a la periodista de espectáculos Patricia Bunbury, quien se convirtió en la segunda víctima perteneciente al gremio periodístico, en el sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El informe oficial señala que la periodista se encontraba en un local de comida, ubicado en la calle Gabino Barrera 461, en la colonia La Atrevida, cuando llegó un sujeto armado y le disparó a quemarropa.
Tampoco es todo. Resulta que la noche del martes 3 de diciembre del 2024, sicarios no identificados asesinaron a balazos al periodista Mauricio Solís, en Uruapan, Michoacán. El asesinato ocurrió minutos después del periodista había entrevistado, en vivo, al alcalde de Uruapan, Carlos Manzo.
Mauricio Solís era un joven periodista, director del portal “Minuto x Minuto”, además de que era colaborador de distintos medios críticos sobre la situación de violencia que se vive en el estado de Michoacán.
En este caso tampoco nadie investigó nada.
Y por eso las preguntas.
¿Escucharon en alguna de las mañaneras de “la señora presidenta” una alusión a esos crímenes? ¿A quién le importa que siguen impunes los “mata-periodistas”? ¿Hasta cuándo el ejercicio del periodismo en México será la profesión más peligrosa del mundo?
En efecto, si sigue la tendencia como hasta ahora, el de Claudia Sheinbaum será no sólo el peor gobierno de la historia mexicana, sino que el mundo dará cuenta de que México es campeón del riesgo para el ejercicio del periodismo.
Ola criminal que no se cometen ni las guerras más violentas.
Por eso volvemos a preguntar: ¿hasta cuándo?
Al tiempo.