Raymundo Jiménez/Al pie de la letra
Sin duda muchos conocen el viejo refrán que reza: “El que a hierro mata, a hierro muere”.
Incluso se puede explicar con otro refrán: “Le dieron una sopa de su propio chocolate”. Es decir: “El que al cielo escupe, en la cara le cae”.
Y viene a cuento el tema porque el creador de “las benditas redes”, terminó por quejarse de “los malditos bots”.
En efecto, López Obrador estalló en días pasados contra los supuestos “bots” que convirtieron en tendencia mundial, en redes, un conjunto de etiquetas alusivas al “#NarcoPresidenteAMLO” y muchas otras variantes que exhiben los presuntos vínculos del mandatario mexicano con el “narco”.
En realidad, los hashtags aparecieron luego del reportaje del periodista norteamericano, Tim Golden, en donde se documenta que, en 2006, la campaña presidencial de AMLO habría sido financiada por el “narco”.
El escándalo –que enfureció al huésped de Palacio–, le dio la vuelta al mundo al superar los 200 millones de vistas. Por eso, frente al fenómeno inédito, López Obrador intentó un control de daños que consistió en descalificar al periodista –al que acusó de mentiroso–, y denunciar una supuesta campaña de “bots” para dañar su imagen.
Lo cierto, sin embargo, es que distintos especialistas en redes revelaron que se trató de un comportamiento orgánico, que la tendencia no fue producto de “bots”, sino de una conversación real.
Por ejemplo –en entrevista con Azucena Uresti, en Radio Fórmula–, el analista Carlos Piña explicó que, si bien sí existen “bots” en la tendencia de “#NarcoPresidenteAMLO”, también es cierto que “se trató de una conversación real, orgánica, sobre todo en México”.
Y es que en México y en el mundo no es nuevo que el presidente mexicano mantiene vínculos con el crimen organizado, al extremo de que los medios más influyentes del mundo se han ocupado del tema, luego de las reiteradas expresiones de mandatario mexicano en apoyo a grupos criminales, como el Cártel de Sinaloa.
Lo curioso, sin embargo, es que el gobierno mexicano y el presidente López, que han sido los mayores sembradores de “bots”, hoy se dicen perseguidos por imaginarias campañas en redes.
Y el mejor ejemplo de los ataques contra los críticos de AMLO lo vivimos en carne propia apenas el pasado jueves 8 de febrero del 2024, cuando la página digital “La Otra Opinión”, de Ricardo Alemán, fue atacada por millones de visitas provenientes de Asia.
Sí, durante 24 horas lograron tirar la página. Pero ese apenas es un juego de niños.
Y es que, por ejemplo, en los 30 días abril del 2020, la misma página “La Otra Opinión” de Ricardo Alemán, fue víctima de casi 15 mil ataques; sí, 15 mil intentos de tirarla. ¿Lo dudan?
Así lo denuncie en el Itinerario Político del 14 de mayo de ese 2020, titulado “En 30 días, casi 15 mil ataques a La Otra Opinión”.
Aquí un resumen de aquella entrega: “Para cualquier ciudadano atento a la información cotidiana, no es nuevo que espacios críticos del gobierno de Obrador –como Itinerario Político y La Otra Opinión–, son el blanco preferido de los fanáticos lopistas
“Tampoco es nuevo que el autor de esos espacios –Ricardo Alemán–, sea uno de los “clientes preferidos” de esa “jauría babeante” que desde el poder orquestan reiterados intentos de censura y ataques a la libertad de expresión, ordenados por el gobierno de Obrador.
“Incluso, el pasado 6 de mayo del 2020 se cumplieron dos años de la más salvaje persecución –en redes y digitales–, lanzada contra un periodista crítico de Obrador, en México.
“En ese 6 de mayo de 2018, por instrucciones de AMLO, un tuit de dos palabras: “¡les hablan!”, fue manipulado y distorsionado hasta llevarlo a tendencia mundial, en el mayor linchamiento que se recuerde, en México, contra un periodista.
“A partir de entonces, no paran los ataques, persecución, linchamiento, difamación y calumnia contra Ricardo Alemán; contra sus espacios y sus opiniones, todos ellos ordenados desde el gobierno de López Obrador.
“Lo sorprendente –y ridículo, si no fuera porque atena contra la de expresión–, es que el pasado mes de abril del 2020, la página La Otra Opinión rompió todas las marcas de ataques anónimos que pretendieron tirarla y sacarla de circulación.
“En efecto, en los 30 días de abril del 2020, La Otra Opinión recibió casi 15 mil ataques –14 mil 690–, de los cuales 12 mil 653 salieron de algún lugar de Estados Unidos, 566 de Italia, 508 de Alemania, 243 de Francia y 724 de otro destinos del mundo.
“¿Qué significa que un espacio de opinión –como La Otra Opinión, de Ricardo Alemán–, sea víctima de casi 15 mil ataques a lo largo de 30 días?
“¿Quién es capaz de financiar tal cantidad de atentados para tirar, pretender callar o censurar un modesto espacio digital que sólo aporta ideas criticas sobre el gobierno de AMLO?
“Y es que, de acuerdo con los sistemas de monitoreo de La Otra Opinión, el mes de abril registró una cantidad récord de ataques –como ya se dijo, casi 15 mil, en 30 días–, lo que significa, en promedio, 500 ataques al día; 21 ataques por hora o, si se quiere, un ataque cada 3 minutos.
“Está claro que asistimos a una campaña sistemática de intentos de censura que, día a día, semana a semana y mes con mes, muestra una tendencia a la alza…
“¿Qué es lo que intentan censurar, callar y ocultar, tanto el presidente Obrador, su vocero y quienes financiar esa persecución brutal contra las opiniones críticas, vertidas en ese espacio?
“¿Es tan importante lo que aquí se dice, cuestiona o se opina en éste modesto espacio digital, como para financiar una ataque de tal magnitud; como para que el gobierno de AMLO decida pagar servicios especializados de atacantes activos, de manera permanente y creciente, en todo el mundo?”. (FIN DE LA CITA)
Al final de cuentas queda claro que asistimos a una nueva etapa de la censura lanzada desde el poder contra los críticos del dictador López.
Pero también es cierto que millones de mexicanos están desertando, como lo muestra la tendencia que de manera orgánica alcanzaron las etiquetas de “#NarcoPresidenteAMLO”.
Sí, López y sus corifeos pueden engañar a muchos por mucho tienpo, pero no engañaran a todos todo el tiempo.
Al tiempo.