Estreno mundial del documental Ofrenda: Arco Floral a San Rafael Guízar
Lo hemos repetido hasta el cansancio.
“En política no hay casualidades, sino causalidades” y…
“El que no quiera ver fantasmas, que no salga de noche”.
Y acudimos al refranero popular porque no debe sorprender a nadie que una institución como Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), de nueva cuenta se vea involucrada en un escándalo.
Pero no, hoy no hablando de la escandalosa corrupción descubierta en Segalmex, durante la gestión de Ignacio Ovalle.
No, hoy debemos insistir en que no hay nada casual que en su nueva etapa y bajo su nuevo director, Segalmex se vea involucrada en el presunto trafico de drogas; mentanfetaminas producidas en México y exportadas al mundo con la fachada del Estado mexicano.
¿Y por qué no es casual el nuevo escándalo en Segalmex, ahora bajo la dirección de Leonel Cota Montaño?
Precisamente por eso, porque no es ninguna novedad y menos una casualidad que el señor Cota Montaño se vea involucrado en el tráfico de drogas y vinculado con las bandas criminales.
Y es que tanto en el PRD, como en Morena, en el gobierno federal y en la clase política, todos saben que el ex diputado federal, ex alcalde de La Paz, ex gobernador de BCS, ex presidente del PRD e incondicional de AMLO, siempre ha vivido de la transa, la corrupción, la invasión de tierras, la venta de puestos políticos al mejor postor y, sobre todo, en el tráfico de drogas.
En efecto, desde que Cota Montaño fue diputado federal por el PRI y alcalde de La Paz, BCS, formó el poderoso grupo político llamado “Grupo Los Cabos”, que se involucró en todos los negocios socios, en especial el despojo de tierras, la invasión de predios y el tráfico de drogas.
En 1999 se vinculó con López Obrador para buscar la candidatura al gobierno de BCS, por el PRD y luego de alcanzar el gobierno estatal se convirtió en un incondicional del tabasqueño, al extremo de que AMLO lo hizo dirigente nacional del PRD, en donde depuro “el arte” de vender candidaturas a puestos de elección popular, al crimen organizado.
Y si tienen dudas, van las pruebas.
En el Itinerario Político del 11 de mayo de 2004, titulado: “BCS: Cacique del PRD en apuros”, documenté las transas del gobernador Leonel Cota Montaño, el escandaloso nepotismo y sus nexos con grupos criminales, todo ello mientras que frecuentemente lo visitaba López Obrador, quien gustava de viajar en lancha para admirar el espectáculo de las ballenas.
Años después, el 19 de octubre de 2010, en el litinerario Político titulado: “Por transa, caerá el PRD en BCS”, documenté las extorsiones, transas y negocios turbios prohijados por el gobierno de Leonel Cota.
Días más tarde, el 28 de octubre del mismo 2010, en el Itinerario Político titulado: “Otro candidato “narco” del PRD”, detalle los intentos de Cota Montaño por convertir en candidato al gobierno estatal –siempre avalado por AMLO–, de Luis Armando Díaz, conocido invasor de tierras y “narco”.
Meses después, el 12 de septiembre de 2011, en el Itinerario Político titulado: “Transa millonaria”, probe una escandalosa extorsion promovidas por la familia de Cota y por su primo, el nuevo gobernador de BCS.
Aquí un fragmento de esa entrega del Itinerario Político.
“Pocas veces se puede documentar, con pelos y señales, la multimillonaria ganancia económica que puede atesorar un grupo político mafioso, como el llamado Grupo Los Cabos, que por casi una década depredó impunemente el estado de Baja California Sur.
“La historia comienza en noviembre de 2007, cuando César Uzcanga Amador —entonces regidor del cabildo de San José del Cabo— encabezó la invasión del Ejido La Ballena, de 655 hectáreas.
“Para invadir el predio, Uzcanga Amador contó con el apoyo del alcalde de Los Cabos, en esos años, Luis Armando Díaz –presunto narcotrafidante–, quien envió a la policía municipal.
“A su vez, el desmonte de la tierra estuvo a cargo del Sistema de Agua Potable del municipio, cuyo titular era Antonio Agúndez Montaño, nada menos que hermano del actual gobernador de Baja California Sur, por el PRD, Narciso Agúndez Montaño.
“Todo ese grupo mafioso es conocido como el Grupo Los Cabos, son dueños del PRD en Baja California Sur y, por casi una década, se apropiaron de alcaldías, negocios turísticos de todo tipo, permisos de construcción, concesiones de taxis y se convirtieron en activos promotores de invasiones multimillonarias de tierra.
“Al tiempo, presionaban a empresarios turísticos con paros de taxistas, cierre de válvulas de agua potable y cobro de “diezmo” por la construcción de hoteles y exigían derecho de piso y espacio para la venta de drogas”. (FIN DE LA CITA) Por eso, frente a lo anterior, obliga preguntar.
¿Es casual que la metanfetamina incautada en Hong Kong, procedente de México, haya sido empaquetada en bolsas de Segalmex?
Al tiempo.