Raúl López Gómez/Cosmovisión
Al tiempo que se aproxima el fin de la pesadilla sexenal llamada Cuarta Transformación, también se endurece la persecución oficial contra los críticos del gobierno federal.
Es decir, que día a día el López Obrador aparece en público con una mayor intolerancia a la crítica, al extremo de que ordenó que desde Palacio se difundiera propaganda oficial, en redes sociales y en plataformas digitales, que exhiben una conducta impensable del gobierno mexicano contra la crítica.
Sí, propaganda oficial, con dinero público, con logotipos del gobierno federal, que llevan un mensaje de odio y de intolerancia, plagado de mentiras y, sobre todo, que violentas libertades fundamentales, como la libertad de expresión, derecho garantizado por la propia Constitución.
¿Y cuál es ese comportamiento impensable en una democracia?
Se trata del reconocimiento de que más que un gobierno legítimo y democrático, el de López es una autocracia, con un creciente tufo de “dictadura bananera”, al mejor estilo de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Y si lo dudan, a continuación el mensaje que el 3 de abril difundió el “Gobierno de México” con el logotipo de la propaganda del Estado mexicano.
“Nunca, desde Madero, se había atacado tato a un presidente como ahora. Es el periodismo de quienes estaban acostumbrados a saquear: incluso, existen relaciones de complicidad entre los que robaban y los dueños de medios de comunicación”.
¿Creen que el anterior es un mensaje propio de una democracia?
Lo cierto es que, como se dijo, se trata del mejor “autorretrato” de un “dictador bananero” llamado López Obrador. Pero vamos al paso a paso.
1.- Dice Obrador que, desde Madero, ningún gobierno ha sido atacado como el suyo. ¿Verdad o mentira?
Lo cierto es que se trata, como todos saben, de una más de los cientos de miles de mentiras de López. Y el mejor ejemplo lo vimos en el artículo de Luis Estrada del 20 de septiembre del 2020 en El Universal, quien documenta que los presidentes Calderón y Peña fueron más criticados que López.
La diferencia es que Obrador ha repetido la mentira treintena ocasiones.
2.- Dice López que lo critica el periodismo “que antes estaba acostumbrado a saquear” al país.
¿Acaso se refiere al diario La Jornada, a Televisa, Azteca, Milenio, Imagen… y/o a otros medios que hoy se han enriquecido en su gobierno?
López puede decir misa, pero su gobierno es hoy el que más corrompe a medios y periodistas. Y el mejor ejemplo son las corruptas mañaneras.
3.- Dice López que existían “relaciones de complicidad” entre medios y gobiernos “de antes”. ¿De qué medios habla el señor López? ¿Habla de los medios que hoy lo apoyan, lo solapan y a los que compra con dinero público?
Sí, cinismo puro y duro del presidente mexicano.
Pero la verdadera joya de la persecución de Estado contra los medios la vimos apenas en la “mañanera” del 3 de abril, en donde el reportero Jorge Chaparro le recordó a López que el periodismo que no le gusta “es el que descubrió las toallas de Fox y Atenco; el periodismo que estuvo junto a usted cuando nos dio los contratos de Mouriño; el periodismo de la Casa Blanca y el periodismo sin compromiso con el gobierno, sin amistad y sin acercamiento”.
Sin embargo, López dijo que no y volvió a la cantaleta que ha repetido en una treintena de ocasiones; que su gobierno es el más atacado desde Madero y el más cuestionado en los últimos cien años.
Pero no solo mintió sino que lloriqueó al quejarse de que es víctima del
“periodismo completamente mercantil… es lo que estamos enfrentando, el periodismo corrupto que padecemos es el que sostuvo a los gobiernos corruptos de antes… ese periodismo que calló durante mucho tiempo, pero que criticaba de vez en cuando, para taparle el ojo al macho, para simular que eran independientes”. (Fin de la cita)
Sin embargo, al día siguiente, el 4 de abril, la organización internacional Artículo 19, denunció que el gobierno de AMLO persigue a sus críticos y puso el ejemplo de Jesús Esquivel, a quien desde Palacio difaman y calumnian.
Resulta que el periodista y escritor Jesús Esquivel fue víctima de una campaña de difamación y calumnia ordenada por el vocero presidencial, Jesús Ramírez y llevada a cabo por Azucena Pimentel, empleada de Palacio.
Los lacayos de Palacio denunciaron en redes a Esquivel “por cometer el delito” de investigar las atrocidades oficiales en medios. La respuesta fue la cancelación temporal de la cuenta de Jesús Esquivel en Twitter.
Pero no fue todo. También desde Palacio se hakeó el más reciente de los libros del periodista, con la única intención de ensuciar su imagen.
Al final se probó lo que aquí denunciamos desde mayo d 2018.
Sí, en esa fecha el autor del Itinerario Político fue difamado, calumniado y perseguido por la mafia de Obrador; difamación y calumnia que aplaudieron muchos de los que hoy lloriquean por ser perseguidos por el dictador López.
Aún así, el periodismo mexicano crítico, congruente, independiente y profesional, hoy debe cuestionar con toda su fuerza las atrocidades de López Obrador contra libertades básicas como la libertad de expresión.
Y es que todos debemos entender que quienes callan a una voz crítica, quienes solapan la censura y la persecución de Estado contra lo periodistas, no son más que “dictadores bananeros”.
Al tiempo.
EN EL CAMINO.
Por Semana Mayor, el Itinerario Político regresa a sus espacios habituales el lunes 10 de abril.